Mucho tiempo antes de que se convirtiese en una moda a la que muchos no se han podido sustraer y en la que no pocos han naufragado, el microrrelato ya habitaba entre nosotros. Lo pone de manifiesto Un centímetro de seda, selección de cuentos mínimos del Modernismo y la Vanguardia en la que Darío Hernández hace compartir volumen a Juan Ramón Jiménez, Gómez de la Serna, Guillén, Bergamín, Lorca, Buñuel, Jardiel o Ayala con nombres menos conocidos del común como Moreno Villa, Jarnés, Antonio Espina, Samuel Ros o José María Hinojosa. Estamos ante unos 40 textos donde, entre otras cosas, se confirma que, a un siglo de distancia, la decantación del canon no yerra pero, a veces, amputa. Por supuesto, casi todos los textos de los grandes son conmovedores por una u otra razón, aunque no han de echarse al olvido joyas como "El caracol", de Moreno Villa, o "Extremidades inferiores de cuento", de Ros. Para conocer zonas de sombra de las luminarias o interesarse por astros de luz más tenue.