Gerardo Pérez Sánchez (La Laguna, 1972) ha llevado su pasión por el cine a la escritura. Doctor en Derecho por la Universidad de La Laguna, donde imparte clases de Derecho Constitucional, colaborador del grupo Editorial Prensa Ibérica, al que pertenece LA PROVINCIA/Diaro de Las Palmas, Pérez Sánchez estuvo ayer en la capital grancanaria para presentar en el Club LA PROVINCIA su tercera novela La sonrisa Duchenne (Verbum, 2016), finalista del Premio Iberoamericano Verbum de Novela 2015. "El premio te da mayor visibilidad, te prestan más atención, pero a fin de cuentas, lo que importa es que la obra llegue al lector", explicaba ayer el autor tras participar en una tertulia radiofónica en la 28o Feria del Libro, acompañado por el escritor Christian Santana, quien además presentó el acto anoche en el Club LA PROVINCIA.

La vocación por la narrativa le llegó a Gerardo Pérez Sánchez hace unos cuatro años, y con La sonrisa Duchenne son ya tres las novelas que el tinerfeño ha armado en este tiempo. "Las críticas de cine que publico en La Opinión de Tenerife y los artículos periodísticos me dieron un rodaje con la escritura que hicieron que diera un paso más". Aficionado al cine y a la lectura, su debut literario llegó con El peso del tiempo (2013), novela a la que siguió El amor y otras vías de escape (2014). "El primer libro era una historia de amor en un escenario de ciencia ficción y en un tono muy dramático, la segunda también era una historia de amor en un tono más cómico, y quería marcarme el reto continuar abordando el tema de las relaciones sentimentales esta vez enfocadas al cine de acción, a la intriga, porque está ambientada en una trama de agentes secretos, de espías, una especie de thriller". El libro que nos ocupa, La sonrisa Duchenne tiene que ver con los anteriores, "una especie de continuación no formal de las otras", según revela el autor, "porque sigue siendo una historia de amor, pero con esa vuelta de tuerca en donde se desarrolla la trama".

Con la dificultad que supone abordar "un tema recurrente como el amor", la estrategia de Gerardo Pérez fue la de trazar un relato "donde el lector encontrase algo original, y creo que ha salido bastante bien". El Premio Verbum ha posibilitado su edición, al resultar finalista entre unas 500 novelas de 13 países. "El premio no era un fin en si mismo, ya que para publicar en la actualidad hay dos vías: o tienes un editor y un contrato, o a través de un premio, como es el caso, y que sea la editorial que se anime a publicar tu trabajo".

Por delante, Gerardo Pérez tiene una cuarta novela "que ya tengo más o menos terminada, aunque el proceso de publicación es muy lento y con suerte tal vez pudiera estar el año próximo. y el germen de la quinta ya está circulando", asegura el escritor.

El oficio de novelista, el ejercicio de la escritura "se enfrenta al tiempo, no me dedico profesionalmente a esto, y la escritura se tiene que encorsetar en pequeños ratos libres que cada vez son más difíciles de encontrar", subraya. En su favor, está la "facilidad para la escritura, la concreción de personajes y de trama", reconoce este autor que aplaude el buen momento por el que atraviesa la literatura insular, a la vez que se muestra crítico con lo poco se lee. "No se inculca lo suficiente el amor por la lectura en los colegios, vivimos en una sociedad cada vez más audiovisual, y no lo digo como un reproche, sino hablo de videojuegos, de entretenimiento, donde la cultura queda al margen. Las editoriales se arriesgan menos, cada vez cierran más librerías, y el panorama no es muy halagüeño para quien quiera dedicarse a esto".