El Egipto que se presta a la ficción narrativa a partir de personajes y hechos reales, y el que fascina a los expertos que buscan sin descanso cubrir los vacíos de la historia. Estas dos vertientes que apuntan a un mismo territorio enigmático y de leyenda se encontraron ayer tarde en San Telmo, en una bulliciosa Feria del Libro donde se hacía difícil el tránsito entre casetas. Gentío aparte, en la carpa Pedro Lezcano se habló del antiguo Egito, de faraones, momias y alhajas con el escritor y experto en la materia Nacho Ares, y la egiptóloga Mila Álvarez, que además de dirigir excavaciones en Luxor, continúa desarrollando su labor pedagógica para acercar este universo a los escolares. Mila Álvarez, que ha publicado Momias. El secreto de su vida eterna (Ediciones ad Aegyptum/Le Canarien, 2015), destinado a un público joven en el que abunda en la historia de dos culturas, el antiguo Egipto y la canaria antes de la conquista, cedió el protagonismo a Nacho Ares, que según dijo "fue quien me introdujo en la Egiptología".

Nacho Ares habló de sus novelas La tumba perdida (Debolsillo, 2013) y El sueño de los faraones (Grijalbo, 2014), dos textos que parten de dos de los grandes descubrimientos en la zona. "Hubo un tiempo en el que se buscaba más los tesoros, y ahora lo que se busca es información para intentar reconstruir el vacío de la historia y el destino de estos protagonistas", puntualizó Ares. Objetos que "marcan el punto de unión entre el presente y el pasado".

El sueño de los faraones traslada al lector a Luxor en 1874, donde un pastor egipcio encuentra una tumba repleta de tesoros. "Es una historia muy real, donde pocos personajes son inventados, y cuenta como el Egipto del siglos XIX fascinó a Occidente", relata el autor. Cuando las maravillas de Egipto marcaron tendencia y cautivaron a museos y coleccionistas.