El teatro popular que transita por los callejones, las acequias, los almacenes y las plazas toma las tablas de la Sala Insular de Teatro este fin de semana, con un plantel de 70 actores aficionados procedentes de colectivos teatrales de Santa Lucía, Telde, Arucas, Guía y Las Palmas de Gran Canaria.

Se trata de la tercera edición de la Muestra de Teatro Popular que, bajo la coordinación de Sergio Placeres y Blanca Rodríguez, despliega un maratón escénico de 12 espectáculos a lo largo de tres días, a cargo de intérpretes con edades comprendidas entre los 16 y los 83 años, pero que comparten el amor por la escena como herramienta de expresión. "Por un lado, hay personas que descubren esta herramienta fabulosa y quieren experimentar, llegar a más y superarse; y por otro lado, tenemos a la abuela que está en casa, que tiene un montón de vivencias que necesita expresar y de alguien que les dé forma para poder llevarlas al escenario", apunta Placeres. A esto, Rodríguez añade que: "intentamos traer una pequeña muestra de ese hecho teatral, que es muy importante en Canarias porque mantiene vivo el espíritu del teatro y crea nuevos públicos".

El cartel estará protagonizado, en concreto, por los grupos Maica-Las Mansas, Roque azucarero, Flora Tristán, Punto y seguido, Los jubilosos, Teatro de mayores de Santa Lucía, El lebrillo, Universidad Popular de Las Palmas, La Quesera y Antígona Teatro. Este último se enmarca en el proyecto social de la ONCE, que trabaja a favor de la integración de personas con discapacidad visual a través de las artes escénicas. "Me siento muy orgullosa de poder mostrar el trabajo de un grupo de personas con discapacidad visual, que descubre a través del teatro una forma de integración y de disfrute", declara Rodríguez.

La muestra alojará una docena de propuestas de unos 30 minutos de duración -a razón de tres o cuatro espectáculos por día- y que engloban diversas registros, "desde la comedia costumbrista hasta la comedia popular actual; pasando por propuestas de entremeses o teatro musical, con autores que van desde lo clásico hasta lo más contemporáneo", destaca Placeres. Además, cada propuesta cuenta con el respaldo y la supervisión de profesionales de la escena canaria, como Chago Rodríguez, Thania Gil o Hermi Orihuela, que hacen las veces de "guías" y "referentes".

Asimismo, Placeres quiso resaltar "la importancia del teatro aficionado como nutriente de las escuelas de teatro, de las programaciones y de la vida teatral". "Es muy importante que los aficionados cuenten con ese espacio en el que evocar y palpar un escenario profesional, con unos medios y recursos profesionales que no tienen y que les permite aproximarse al hecho teatral", apunta. Y "aunque no todos quieren ser actores", el tándem de coordinadores destaca que la sucesión de muestras teatrales ha comportado una "evolución" a nivel de participación y, sobre todo, de resultados. "Ha habido una evolución en grupos de personas que no son nada profesionales, estoy hablando de señoras de Jinámar o de La Aldea", apunta Rodríguez. "Es alucinante su implicación y es muy interesante ver cómo aumenta su nivel crítico y de exigencia".

Este afán de superación ha culminado en distintos casos de saltos hacia lo profesional, como es el de Rosaura Pérez, procedente del grupo de teatro de Jinámar, que ahora integra la reconocida compañía Profetas de Mueble Bar. "Rosaura es divertidísima y es una gran actriz, con una gran sensibilidad". También nombres como Juani Velázquez o Paqui Santana representan ejemplos que convirtieron una pasión amateur en un modo de vida.