La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una ciudad de cine

El rodaje de 'Allied' en Las Palmas de Gran Canaria permite hacer un repaso histórico de lo que ha dado de sí la capital de la Isla como plató

La ballena que se utilizó en la película 'Moby Dick' dirigida por John Huston, con los constructores de los talleres Carbonera Canaria de la Casa Miller.

El Puerto de La Luz es el decorado de cine más filmado de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Existen imágenes documentales desde 1909, entre ellas, una preciosa panorámica de la compañía francesa Gaumont con final en el muelle de Santa Catalina, realizada con cámara a manivela en tiempos del cinematógrafo. También aparece el puerto en Canary Bananas (1935), primer docu de un adolescente Richard Leacock, futuro dios del cine directo norteamericano. Hoy diríamos que es un vídeo industrial. Dando un salto de setenta y cinco años, La Luz es protagonista del interesante documental Anclados (Carlota Nelson, 2009), sobre unos marineros ucranianos con base en el puerto que se quedaron en fuera de juego dentro sus barcos soviéticos después de la desintegración de la URSS en 1991. Sin amparo jurídico, su patria durante años fueron aquellas destartaladas naves.

Entre la películas de ficción rodadas en el puerto de la Luz destaca el arranque del melodrama mudo La hija del mestre (Carlos Luis Monzón, 1928), primer filme de tema canario de la historia, cuya acción transcurre a continuación en el barrio marinero de San Cristóbal. También Kárate contra mafia (1980), de Ramón Saldías, filme de artes marciales que convierte Las Palmas en Hong Kong y que también contó con hilarantes escenas de lucha en el Parque Romano. El productor y director hoy residente en San Sebastián filmó antes en Las Palmas El camino dorado (1979), que compitió en el festival donostiarra y destaca por estar protagonizado por Terele Pávez y haberse filmado en el barrio de Alcaravaneras. Volviendo al puerto, este tuvo una presencia destacada en Cómo un relámpago (Miguel Hermoso, 1996), primera del actor Eloy Azorín y con una interpretación de Santiago Ramos tan sobresaliente que le valió al salmantino el Premio Goya al Mejor Actor Protagonista aquel año.

Por otro lado, el dique Reina Sofía aparece en la misa funeral con mucha pompa -y estilizado movimiento de grúa- de Fotos (Elio Quiroga, 1996). Interés especial tiene S.O.S. Pacífico (Guy Green, 1959), protagonizada por Eddie Constantine, donde Las Palmas simula ser capital de una isla de la Polinesia Francesa. Al puerto llegan los viajeros en hidroavión.

También llegaron a La Luz amerizando parte del equipo de la más importante película filmada en Canarias durante el siglo XX, Moby Dick (John Huston, 1956), protagonizada por Gregory Peck y con un equipo técnico de primer nivel, con el director de fotografía Oswald Morris a la cabeza. Documentó el rodaje histórico el fotógrafo de la agencia Magnum Erich Lessing. La enorme ballena blanca de hierro, madera y látex la construyeron carpinteros de ribera canarios en los talleres Carbonera Canaria del puerto (hoy calle Poeta Agustín Millares Sall, 1). El rodaje -en la Navidad de 1954 y cuya importancia sigue sin reconocer el ayuntamiento de la ciudad 62 años después- se desarrolló a ambos lados de la bahía. Por naciente, los planos de la ballena halada por un remolcador y el apoyo de falúa con avituallamiento, mangueras y aspersores; por poniente, la salida de las barcas balleneras a la caza del cetáceo albino dirigidas por el capitán Ahab.

También se filmó en el Puerto de La Luz REC 4: Apocalipsis (Jaume Balagueró, 2014), filme de zombis que fue rodado en el muelle de La Esfinge dentro de un barco ruso que en el filme se llama Zaratustra. Para la protagonista Manuela Velasco, esa localización ha sido de una de las más sórdidas de la famosa saga.

'Tirma'

El mismo año que Moby Dick, Gran Canaria recibió el rodaje más importante del siglo XX en cuanto a movilización de recursos técnicos y artísticos locales, Tirma (Paolo Moffa, Carlos Serrano de Osma, 1956). En la capital, el campamento de la película protagonizada por Silvana Pampanini, Marcelo Mastroianni y Gustavo Rodo, y en cuyo elenco también figuraban el matrimonio formado por Elvira Quintillá y José Maria Rodero, se rodó en Fincas Unidas, junto a la antigua Clínica del Pino, en el barrio de Arenales. Ahí se inició el rodaje. Y en la peluquería La Mascota de la calle Malteses de Triana se raparon el pelo con una cresta al estilo de los indios mohicanos los canarios que representarían a los guerreros canarios prehispánicos.

Unos años más tarde, el filme detectivesco alemán Peter Voss, héroe del día (Georg Marischka, 1959) se rueda en distintos emplazamientos de la ciudad, a la que se llama Palmariva. Entre otros destacados, en la Plaza de la Feria y La Puntilla. Los hijos del viento (Fernando Merinero, 1995), seleccionada por el festival de Cannes, es también muy interesante porque nos muestra la ciudad en aquellos 90 lejos de la mirada turística, con espacios desaparecidos como los bloques de El Polvorín y el poblado chabolista de El Confital. A tiro limpio (Jesús Mora, 1995) es un remake de cine negro con destacadas secuencias durante un concierto en la grada curva del Estadio Insular y en las ruinas del Tívoli, el que iba a ser parque de atracciones a la entrada de la ciudad. Finalmente, en la llamativa edificación roja que cuelga sobre un escarpe en el paseo que va de La Puntilla a El Confital, una antigua estación de bombeo de agua que durante el rodaje estaba habitada por una familia de okupas, Félix Sabroso y Dunia Ayaso situaron la vivienda de sus protagonistas en La isla interior (2009), su último largometraje antes del fallecimiento de la directora en febrero de 2014. El Hospital General Doctor Negrín y el Colegio Público Giner de los Ríos, cerca del Obelisco, donde los directores estudiaron de niños, fueron otras localizaciones destacadas.

Si nos centramos en Canarywood (el boom de rodajes de cine en las Islas en los últimos años), Palmeras en la nieve (Fernando González Molina, 2015), exitazo de taquilla de 2016, rodó secuencias destacadas en el interior del Gabinete Literario de Las Palmas y exteriores en la calle Obispo Codina; Cómo sobrevivir a una despedida (Manuela Moreno, 2015), en la plaza Rafael O'Shanahan de la Cicer y en una vivienda junto a la Clínica Santa Catalina; Cien años de perdón, de Daniel Calparsoro, en el AC Hotel Iberia Las Palmas, pabellón Gran Canaria Arena, calle Rafael Cabrera y edificios de Arenales; y El Niño (Daniel Monzón, 2014), filmó exteriores junto al Centro Comercial El Mirador con vistas al polígono de Jinámar e interiores en un locutorio de la calle Los Gofiones de Las Canteras y en naves industriales de El Lloret, tras el Auditorio Alfredo Kraus en el otro extremo de la playa.

El cineasta madrileño Jesús Franco (el tío Jess) es el director que más ha rodado en la ciudad, unos quince largometrajes. Entre ellos, dos de sus favoritos, Ópalo de fuego: mercaderes del sexo y La tumba de los muertos vivientes. El primero es una película clasificada "S" protagonizada por su mujer Lina Romay con trasfondo de espionaje internacional filmada entre el hotel Santa Catalina, la mazmorra de la Casa de Colón y diferentes nightclubs de la ciudad. La segunda, una de zombis nazis cuya trama transcurre entre Londres, Marruecos y el desierto del Sáhara. En Las Palmas fue filmada en el Gabinete Literario, el parque Santa Catalina y el Pueblo Canario.

Si hablamos de películas que nacen de la explosión turística en los años 60, la más importante de la historia del cine en Canarias es Días maravillosos (Sidney J. Furie, 1964), comedia musical protagonizada por Cliff Richard y Los Shadows. Se rodó en Las Palmas en el muelle y parque de Santa Catalina, Hotel Santa Catalina y antigua sala de fiestas Altavista, hoy la Full Gospel Las Palmas Church coreana. El rodaje coincidió con una escala del trasatlántico Queen Mary en la ciudad. Ni cortos ni perezosos, los ingleses lo aprovecharon para filmar una escena de baile en su cubierta.

Compartir el artículo

stats