Una semana de idilio es lo que ha vivido Canarias con Brad Pitt entre el 19 y el 26 de mayo, días que pervivirán en la memoria de todos los grancanarios y majoreros.

La estrella, que vino a rodar a Gran Canaria y Fuerteventura la película Allied, de Robert Zemeckis, ya se retrató nada más bajar del avión como una persona accesible, prestándose a fotografiarse con los agentes de la Policía que le esperaban a pie de avión para garantizar su seguridad.

Aunque esquivo a las cámaras de los medios, el actor no tuvo inconveniente en acercarse a sus seguidores tras terminar cada día sus sesiones de rodaje.

El primer día sorprendió a los fans que aguardaban junto al Instituto Politécnico para ver, aunque fuera de lejos a su ídolo. Pero no lejos, sino muy cerca, al alcance de la mano, volando besos, se mostró Brad Pitt.

El rodaje se trasladó el segundo día del barrio de Arenales al Puerto Puerto y allí, en un espacio más abierto, cientos de personas se concentraron tras las vallas que protegían el trabajo de la película con la esperanza de que Brad Pitt repitiera el paseíllo y lo hizo. De nuevo, condujo a los presentes al paroxismo.

El máximo estado de exaltación estaba aún por llegar y enamoró aún más a la ciudad del marido de Angelina Jolie, a la que se esperaba pero finalmente no apareció, que se sepa. Brad Pitt, siempre sensible con los niños, se fijó en su salida a saludar en el tercer día de rodaje en una pequeña en apuros. La niña de 11 años Claudia Bogaush Hernández dejó de ser una menor anónima para convertirse en la niña de Brad Pitt, salvada literalmente por el actor.

Claudia había ido con su madre a verle y quedó atrapada en la primera fila de una de las vallas situadas en el barranco Guiniguada, con decenas de personas apelotonándose a sus espaldas y empujando contra la protección. Ella se agobió y pidió ayuda. Brad Pitt se dio cuenta y ordenó a su equipo de seguridad que sacaran a la niña de la multitud y él mismo ayudó a izarla para que pasara por encima de la valla. Claudia vio cumplido su sueño y ahora se resiste a quitarse la chaqueta que llevaba puesta aquel día, es su chaqueta de la suerte.

Ninguna de las noticias de la superproducción Allied, la película de la Paramount Pictures ambientada en la Casablanca plagada de espías de la Segunda Guerra Mundial, ha tenido de momento, dentro y fuera de Canarias tanta repercusión como la del rescate de Claudia. Brad Pitt añade a su fama de actor la de salvador real.

Pasado el punto de inflexión del tercer día de rodaje en Vegueta, Brad Pitt se marchó a Fuerteventura, cambió las calles de Casablanca recreadas en Las Palmas de Gran Canaria, por el paisaje desértico del Malpais y el jable majoreros.

Al contrario que en Gran Canaria, el actor mantuvo en Fuerteventura las distancias con el público, pero el último día, aunque de lejos, alzó su mano para, en una nueva muestra de su simpatía, decir adiós a los majoreros congregados tras las vallas del aeropuerto. Y otro día más renovó su historia de amor con el público canario.