El Auditorio Insular de Fuerteventura acogió ayer el preestreno de La isla del viento, película centrada en diferentes momentos del tde la trayectoria del filósofo Miguel de Unamuno, en especial los meses de destierro en la isla majorera y el desenlace de su vida en Salamanca, ya en pleno conflicto civil. Junto al director Manuel Menchón estuvieron en el visionado diferentes actores, comandados por José Luis Gómez, que encarna al escritor.

La película pretende conmemorar los 80 años de dos acontecimientos unamunianos claves: el célebre enfrentamiento con el legionario Millán-Astray en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca (octubre de 1936) y su fallecimiento (diciembre de 1936).

La actriz Ruth Armas encarna a Cala, un personaje ficticio que sirva para contrastar a Miguel de Unammo. Ella es una niña pastora que el vasco conoce en tierras majoreras y que posteriormente será testigo de los dramáticos hechos que le llevaron al arresto domicilario en el que murió en Salamanca. Curiosamente, Armas, que encarna a la Cala ya madura, sólo rodó en Salamanca. "Rodar con José Luis Gómez fue rodar con un grande y hacerte pequeñito. Fue una experiencia enriquecedora en la interpretración y en el tratamiento de la m película. Compartimos muchas emociones, y es algo que se ve en el filme, estamos muy compenetrados", explicó la actriz.

La isla del viento recrea el destierro unamuniano en tierras majoreras entre marzo y julio de 1924, una etapa breve pero significativa en la vida y obra del polígrafo vasco, quien fue capaz de destilar el sugerente paisaje de la Fuerteventura de entonces en composiciones poéticas que se estiman entre lo mejor de su producción lírica.

Conforman el reparto José Luis Gómez en el rol de Miguel de Unamuno, arropado por un elenco de actores canarios, más la presencia de la propia isla, cuyo aliento telúrico impregnó los días de confinamiento del bilbaíno y se hace de nuevo presente en el metraje que dirige Manuel Menchón.

La isla del viento ha sido un proyecto de lenta cocción. El director lleva dándole vueltas desde el año 2000. Intuía ya entonces que la estancia en Fuerteventura había sido una experiencia transformadora para el escritor, que llegóa a la isla con 59 años y enfrentaría, tras el indulto que le permitió romper el destierro, una última década muy convulsa. Manchón busco y halló en el Unamuno del destierro su perfil humano, acentuado por la experiencia del extrañamiento.