La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Arte

La vida del canario de Luisiana

La Casa de Colón inaugura mañana la exposición 'Cislanderus' que recoge las imágenes de los descendientes de los isleños en Norteamérica

En el estado de Luisiana existe una comunidad de descendientes de canarios que mantienen, desde hace más de dos siglos, una vinculación con sus antepasados mediante la creación de asociaciones, o la celebración de fiestas en las que sacan a relucir las tradiciones del Archipiélago. Este hecho, conocido por mucha gente, ha sido narrado con muchas inexactitudes. Por este motivo, la filóloga Thenesoya Vidina Martín De la Nuez, y el fotógrafo Aníbal Martel Peña, han estudiado el fenómeno de forma más profunda y traen una exposición fotográfica con sus protagonistas a la Casa de Colón que se inaugura mañana jueves a las 20.00 horas y donde permanecerá hasta el próximo 28 de agosto.

La muestra, de título de Cislanderus, y fruto de tres años de trabajo con viajes a las casas de estas familias, incluye 60 imágenes que se dividen en las secciones de Paisajes, Vidas y Caras, y que recogen desde los rostros de los protagonistas hasta su rutina laboral, pasando por las celebraciones con la vestimenta folclórica de las Islas. "El objetivo de nuestro proyecto es hacer visible el presente de esta comunidad y su esfuerzo por mantener un legado del que se sienten orgullosos", señala Thenesoya Martín, que es doctora en Lenguas y Literaturas Romances de la Universidad de Harvard. "Lo que están más implicados han creado una asociación que funciona como un epicentro cultural donde se reúnen una vez al mes", afirma el fotógrafo. "Hacen eventos, organizan fiestas, y sienten un interés hacia esta vinculación con Canarias que es digno de estudio". Vera Campo o Felice Melerine, ya fallecidas, son algunos de los rostros de personas de esta comunidad que aparecen reflejados. Por otro lado, los paisajes muestran desde las marismas de Luisiana, hasta el cementerio de la Parroquia de San Bernardo, pasando por lugares ya desaparecidos tras el huracán Katrina.

Entre 1778 y 1783, aproximadamente 2.500 canarios viajaron a la entonces Luisiana española para defender el recién adquirido territorio de las tropas británicas. Esta inmigración fue un reclutamiento con nombres y apellidos que no se volvió a repetir. "Se reclutó a gente de las islas porque se pensaba que el canario era más adaptable a determinadas zonas climatologías como el Caribe o el sur de Luisiana", señala la filóloga. "En ese momento además", añade, "había unas circunstancias algo duras en las islas porque acababan de pasar por varias erupciones volcánicas peligrosas, y existía una crisis económica muy fuerte, por lo que mucha gente realmente deseaba irse", añade.

Si esta primera parte de la exposición se centra en los descendientes de los isleños en la zona de Nueva Orleans, la segunda parte del proyecto, que se expondrá próximamente, se ocupará de los canarios de San Antonio en el estado de Tejas. "Aquí es diferente", afirma la filóloga, "porque fueron sólo 16 familias que llegaron a Veracruz en México y estuvieron un año caminando hasta que fundaron la ciudad. Por este motivo, los 16 primeros alcaldes de San Antonio fueron canarios". Se trata de una época en la que este territorio era parte el virreinato de Nueva España y Luisiana llegaba a Seattle, hasta casi Canadá. "Hemos estado trabajando duramente y hemos hecho muchos viajes allí para consultar archivos, entrevistar a la gente, conocerla mejor. Este proyecto no se puede hacer en un día, sino que hay que ganarse la confianza de sus habitantes". Para Thenesoya Martín, el interés de estos descendientes de canarios por mantener su identidad es un fenómeno muy complejo y profundo. "Lo más curioso es que se trata de una inmigración que luego se mezcló con oleadas de españoles, cubanos o mexicanos, pero este grupo sólo reivindica una ascendencia concreta". Para la experta, lo más interesante es preguntarse por qué, de todo lo que podrían haber elegido para definir su identidad, optaron sólo su origen insular. "Esa pregunta es lo importante, un fenómeno antropológico profundo", señala.

En este punto, Aníbal Martel subraya que se ha vertido mucha fantasía en este tema. "Si te vas a la fiesta de los isleños ves lo que quieres ver, pero si analizas cómo viven, cómo comen o se relacionan, es mucho más complejo, aún conserva un español, pero son estadounidenses", aclara. Precisamente, el objetivo final de ambos investigadores es la publicación de un libro que combine el componente fotográfico documental con el material de la investigación incluyendo entrevistas a informantes con los que nunca nadie ha contactado, archivos inéditos o estudios sobre el estado actual de la comunidad. "Los libros que se han publicado hasta ahora suelen ser muy pesados, y por eso hay un desconocimiento en las islas sobre esta gente. Los canarios no lo saben porque no se les ha dado un tratado visualmente realmente interesante", añade.

Compartir el artículo

stats