El cantante Caco Senante señaló ayer que "no se me procesa por nada, estoy en la misma situación jurídica que hace dos años cuando me imputaron dos delitos desde la Audiencia Nacional, pero desde entonces estoy esperando a que el juez se decida a iniciar el proceso para demostrar mi inocencia". Senante, que se encuentra en Las Palmas de Gran Canaria con motivo de su participación ayer en el Festival La Noche de Boleros, señala que lo único que ha emitido el juez es una diligencia en la que se le ha dado diez días de plazo a las partes para hacer sus alegaciones, pero no ha cambiado nada su situación con respecto a la de hace dos años.

El exdirectivo de la Sociedad General de Autores de España recuerda que en 2014 se le acusó de apropiación indebida y administración desleal, por haber cobrado de manera irregular algo más de 30.000 euros de la Sociedad de Autores por unos trabajos que supuestamente hizo para la delegación en Canarias. En su opinión, se trataba de "una apropiación indebida muy sui generis porque me encargaron un trabajó que hice, facturé y cobré, y era un trabajo de asesoramiento, de cobros que no se habían hecho, ya que el director de zona no había sido capaz de solventarlo, y por mi condición de personaje popular en la isla vine a hacerlo yo".

Ahora, y según su testimonio, "el juez ha pedido que se manifiesten las partes, pero no hay ningún proceso abierto como rápidamente se han encargado de difundir los medios". El cantante añade que "tengo mi conciencia tranquila" y subraya que "existen estudios que señalan que esa labor produjo un aumento en la recaudación de la Sgae del 58 %". El juez Pablo Ruz fue quien le atribuía el cobro, "de modo supuestamente ilícito", de cantidades que alcanzaron la suma de 30.354 euros y que fueron abonadas por la Sgae a una empresa del cantante en concepto de asesoramiento. En su opinión, lo más curioso de todo este asunto comenzó tres años después de que estallara la polémica con la SGAE cuando el 1 de julio de 2011 la Guardia Civil irrumpió en la sede madrileña de la entidad y detuvo a su presidente, Teddy Bautista, dentro de la operación Saga que investigaba el desvío de fondos de la entidad hacia una filial. "Tres años después me llama la Guardia Civil para decirme que yo estaba imputado", añade. Pero, desde entonces "no ha habido ningún movimiento jurídico que pueda iniciar este proceso". A juicio del cantante, todo esto responde a una nueva maniobra del fiscal del caso que "no ha podido demostrar hasta ahora ninguno de los delitos con los que ha acusado a los miembros de la SGAE", aclara.

La segunda conducta que se le imputa y de la que también han hecho eco los medios de comunicación, es la compra de un timple por importe de 20.000 euros, un precio seis veces superior al valor real. "Yo no he comprado un timple en mi vida", afirma. Y añade que "el timple era una joya de Totoyo Millares", porque tenía un dibujo de Rafael Alberti "de un valor incalculable."

"Yo consideré que era una buena adquisición para que presidiera las oficinas de la SGAE en Las Palmas. Y el vendedor, Totoyo Millares, pedía por él 20.000 euros a condición de que estuviera en la SGAE. Era un diseño de Rodríguez Franco y era una pieza de valor único. No hay ningún instrumento así, y yo fui un mero intermediario con la SGAE, no lo compraba a mi nombre", aclara.

El cantante añade que hay una noticia que los medios no han difundido y que sí tiene una repercusión muy negativa. "La mala imagen de la SGAE vino por el canon que cobraba por copia privada y que pagaban los usuarios, algo que el PP se cargó hace cuatro años ante la presión de la Asociación de Internatutas y lo cargó a los Presupuestos Generales del Estado". "Desde Europa le ha llegado una multa al Gobierno de 380 millones de euros que van a pagar, todos los españoles. Y echo un poco de menos que los medios hablen de esto", añade.