Usted ha investigado la relación entre Galdós y Concepción Morell a través de su correspondencia. ¿Quién fue Morell?
Fue una mujer singular, inteligente y una verdadera hija de su tiempo. Era un poco como el personaje de Tristana, que quiere ser y hacer muchas cosas, pero que se queda por el camino porque era complicado para la mujer culta de su época. De la mano de Galdós se dedicó al teatro. Participó en el primer estreno teatral del autor, con Realidad (1892) en el Teatro de la Comedia y con un papel, el de Clotilde, escrito prácticamente para ella. y también participa en Gerona (1893). Después, abandonó el teatro y se convirtió al judaísmo. No se sabe por qué. Finalmente, una vez rota su relación, se dedica al grupo de republicanos de Santander con los que ejerce de maestra laica, con lo cual tiene una vida, como mínimo, muy atractiva.
¿Fue una mujer rompedora?
Este es un rasgo común en las mujeres que tuvieron una relación con Pérez Galdós. Son todas mujeres muy interesantes y con ese algo que las hace tener una personalidad muy atractiva. Esto no quiere decir que no tuviera momentos de crisis, porque fue una relación muy complicada. Las cartas de la primera etapa de su relación se ven muy hermosas.
¿Cuántas cartas conforman esta correspondencia?
Es el único caso en la correspondencia de Galdós en que tenemos cartas de las dos personas implicadas. Porque con Emilia Pardo Bazán y con Teodosia Gandaria, otras dos mujeres con las que mantuvo relaciones sentimentales, tenemos solo una parte del epistolario. Aquí tenemos los dos, aunque tampoco están completos. Las cartas que escribe Concepción se inician en 1891, que es cuando empezó la relación, y finalizan en 1898. Las de Galdós están más completas entre 1893 y 1894, pero nos faltan las del inicio, en 1891, y tampoco la de la última etapa. Lo que sí tenemos completo es una etapa en la que Concepción hace una gira por Galicia con la compañía de Antonio Vico en 1892 y ahí aparecen las cartas de uno y las respuestas del otro. Las cartas están en su casa-museo.
¿El contenido se centra en la relación sentimental?
Es una correspondencia personal. De hecho, Galdós le dice en varias ocasiones que las rompa porque las cartas de amor no se hacen para que sean conocidas por terceras personas. Sin embargo, él guarda las de ella y Morell tampoco destruyó las suyas. Son cartas entre de dos personas que están viviendo una relación íntima y personal. Pero también, son interesantes porque nos aportan muchas cosas más. A través de ellas vemos una parte del proceso creativo de Galdós. Podemos conocer las cosas que le preocupan. En concreto, se aprecia el proceso de creación de Los Condenados. Se ve como se va gestando, cómo se está formando en el teatro. Y todo eso está en las cartas. Por eso esta correspondencia es interesante más allá de la relación personal.
¿Qué destacaría sobre el aspecto literario en las cartas?
Respecto a Los Condenados, se le percibe preocupado. Está pendiente de todo: el texto, la puesta en escena, los trajes, canciones, y en aportar nuevas cosas. Siempre se le acusó de hacer un teatro demasiado largo, por lo que consulta con Concha qué partes debe cortar. También aparece su trabajo en relación con algunas de sus novelas.
¿Considera que Morell tuvo influencia en alguno de los personajes de Galdós?
Se dice, porque no podemos saber hasta qué punto, que sí. Hay un comentario en el que ella le pide leer esa novela "que me dices que te he inspirado yo". La mayoría de las cartas de Concha no están fechadas, pero es muy fácil deducir que se está refiriendo a Tristana y ella tiene en común algunos rasgos de inestabilidad con este personaje. También creo que influyó en otros personajes femeninos. Galdós tiene una galería de personajes de tal calibre que tiene que recoge rasgos de todo aquello que conocía. Además, él era muy observador.
¿Y al revés? ¿Influyó Galdós en la vida de Morell?
Claro. Muchísimo. Ella publicó un cuento en 1904, que está en la Biblioteca Nacional de Madrid. Galdós fue la razón de su vida. Lo que pasa es que la relación fue complicada. Sabemos que Galdós siempre fue muy prudente respecto a sus relaciones y estas no podían interferir con su vida familiar. Además, estaba su dedicación al trabajo. Galdós podía escribir un Episodio o una novela en uno o dos meses. Yo no sé como le dio tiempo a escribir tantas cartas.
¿Cuáles fueron las relaciones más conocidas de Galdós?
Están Emilia Pardo Bazán, Lorenza Cobian -que es la madre de su hija-, Teodosia Gandaria o Sisita, además de otras anónimas que parece que también las hubo.
¿Destaca su faceta conquistadora en su correspondencia?
En sus cartas no menciona a otras mujeres. Lo que más que esta faceta de conquistador destaca en estas cartas su sentido de la prudencia. Sus asuntos personales e íntimos debían quedar en eso, personales e íntimos.
¿Se ha publicado esta correspondencia?
Sí. Acabamos de publicar hace unos meses, a través de Cátedra, con más de mil cartas. Se han compilado algunas publicadas en lugares dispersos. Creo que es una buena forma de conocer a la persona, más allá del gran escritor. Es algo que lo humaniza y lo considero importante ver cómo evoluciona como persona através de su trabajo y sus relaciones. En una de las cartas habla de lo difícil que le resulta realizar un viaje a Canarias en aquella época, por medio de un barco a vapor que no sale de Cadiz. Tiene que ir a Tarifa, después a tánger y acaba convirtiéndose en una odisea. Esto nos acerca de otra manera a don Benito y nos ayuda a entender mejor su obra. Y bueno, todo el que las quiera leer también las tiene aquí, en su casa-museo.
¿Era Canarias un tema recurrente en su correspondencia?
Está presente, evidentemente, aunque no conozco todas y trata muchos temas. yo trabajé con una remembranza que escribió Margarita Nelken que participaba en tertulias en casa de Galdós. Ella hablaba de la canariedad de esta casa, por lo que si estaba presente en su casa y en su ser. También comentaba lo mucho que valoraba la comida canaria. Pero en las cartas era más dificil que tratara esto.
