La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Música

"El trato a los refugiados solo se entiende si queremos perjudicarnos"

"Me considero una persona afortunada. Iba para profesor de Filosofía, y acabé siendo estrella del rock", asegura el músico y compositor Goran Bregovic

"El trato a los refugiados solo se entiende si queremos perjudicarnos"

Usted está considerado como uno de los artistas de referencia dentro de la escena balcánica. ¿Como siente este estilo musical tan ligado a la cultura romaní?

Hasta hace poco no existía una tradición musical propia. Nuestra música se limitaba a ser un elemento para acompañar esas largas sesiones entregadas a la bebida. Era algo primario pero me atrajo mucho la idea de abandonarme a este tradición de música eminentemente festiva y alcohólica. Ahora, me divierte imaginarme el destino de mis canciones. Me gusta visualizarlas sonando durante una buena fiesta, en medio de una gran boda, con alcohol, mujeres bailando sobre las mesas y los músicos recibiendo buenas propinas.

¿Cómo fueron sus inicios en la música y los tiempos en los que lideró la banda Bijelo Dugme?

Yo empecé como la mayoría de los niños. Mis padres me inscribieron en una escuela para que aprendiera a tocar el violín, porque mi padre era un violinista amateur. Pero claro, con el tiempo me pasé a la guitarra porque las chicas prefieren a los guitarristas y pasan de los violinistas. Y, claro, yo quería tener ese rollo atractivo de los grandes guitarristas de rock. Pero bueno, en aquellos años de comunismo estábamos bastante aislados en Sarajevo. No teníamos acceso al gran escaparate de la música occidental. Era todo muy confuso. Después llegó Bijelo Dugme que tuvo mucho éxito, pero mis comienzos, mis primeras actuaciones, se produjeron en clubes de striptease. Yo empecé a actuar con 16 o 17 años mientras las chicas se quitaban la ropa.

Usted estudió Filosofía pero aseguró que la música le rescató de un triste destino dedicado a la enseñanza del marxismo.

Bueno, esta frase no trata realmente sobre el marxismo. Yo considero que el problema del mundo en la actualidad pasa por el hecho de que no ha aparecido un nuevo Karl Marx. Carecemos de un pensamiento ideológico o político novedoso, como lo fue en su momento el de Marx y que corresponde al siglo XIX, por lo que ya ha pasado un tiempo considerable. Pero bueno, en su momento lo dije porque en mi último año de carrera había empezado a dar clases en colegios y me di cuenta de que los niños eran demasiado jóvenes como para estudiar conceptos filosóficos tan sesudos. Comprendí que el destino que me aguardaba era triste y desde entonces me considero una persona afortunada. En vez de ser profesor de Filosofía me convertí en estrella del rock.

Usted actuó en el Alfredo Kraus en 2008. ¿Qué recuerda de Gran Canaria? ¿Le gustó?

Sí, claro. Pero ya conocía Gran Canaria. Hace muchos años me dediqué a navegar y mi último puerto antes de atravesar el Atlántico fue el de Las Palmas de Gran Canaria. Por eso, tengo que decir que es uno de los lugares del mundo que recuerdo muy bien. Fue mi primera gran aventura marina y en compañía de la que hoy es mi mujer. Estuvimos solos. Ella, yo y el Atlántico. Maravilloso. Desde entonces, he actuado en Gran Canaria y siempre es un placer. Mi sensación con este público es que siente la música. No es una cosa más. Es importante y para un artista en el escenario es gratificante.

Champagne for gypsies (2012) es el título de su último disco. Centrará su concierto en este trabajo o recorrerá su carrera?Champagne for gypsies

Tocaré algunos temas antiguos y otros recientes y piezas que he escrito para el cine. Además, tengo ganas de tocar dos canciones que grabé con los Gypsy Kings y que cantaré en español. Mi acento es terrible. Pero lo intentaré y, con suerte, le gustará a la gente.

¿Invitará al público del Auditorio a levantarse y bailar?

No, no, no, no... Nunca me atrevería. Los artistas de hoy tienen esa necesidad para reafirmarse. Parece que todo está bien si la gente anda saltando como loca. Yo me siento cómodo con la idea de estar en el escenario y el público en su butaca y aún así todo va maravillosamente bien y la gente está disfrutando. Yo haré un buen concierto para el público canario y no hace falta que bailen sobre las butacas.

¿Cómo valora el trabajo realizado con el director de cine Emir Kusturica en una colaboración que les ha dado fama mundial?

Tuve la suerte de trabajar en las que probablemente son sus tres mejores películas: El tiempo de los gitanos (1988), El sueño de Arizona (1992) y Underground (1995). Fue su periodo más creativo y supongo que escribí algunas buenas canciones que ayudaron a sus películas. La repercusión fue, para mí, un pequeño milagro. Ver que mi trabajo con El tiempo de los gitanos estaba al mismo tiempo en diez países europeos era un milagro, considerando que pertenezco a una cultura musical bastante pequeña. Y para él también lo fue. Emir fue el primer director de cine de esta zona en ser conocido en todo el mundo y no sé si yo tuve algo que ver en su éxito. Lo hice lo mejor que supe. Él me dio lo mejor que tenía y yo le di lo mejor de lo que tengo.

¿Le gustaría que se repitiera esta colaboración en el futuro?

Bueno, yo ya no trabajo en el cine. Yo ya era un estrella del rock en mi país cuando hicimos El tiempo de los gitanos. Y ya sabes... Componer bandas sonoras no da ni el dinero ni la fama que busca un rockero. Yo lo hice por la amistad. Pero ahora ya no hago más bandas sonoras, aunque a veces pienso en mi música como si se tratara de una banda sonora. Creo que está bien, porque la música y las canciones que escribimos los músicos acaban convirtiéndose en la banda sonora de la vida de las personas. Disfruté aquella época y ahora trabajo en un nuevo disco. Se llamará Three Letters from Sarajevo y está basado en un concierto para violín que ofrecí en París con un violinista cristiano, otro judío y un tercero árabe. Es una suerte de metáfora multicultural de lo que es el mundo hoy y lo que es Sarajevo, un lugar en el que puedes ser el mejor en algo y al día siguiente lo pierdes todo en la pesadilla de la guerra. Se publicará en octubre.

¿Cómo se siente respecto al trato que ofrece Europa a los refugiados de Siria, Libia, etc.?

No lo entiendo. Es increíble que se pueda pensar de una manera tan estúpida cuando el mundo está construido por emigrantes. Steve Jobs es el hijo de una familia de emigrantes sirio y los más importantes científicos y artistas han sido emigrantes. Por eso, el trato que damos a los emigrantes solo se entiende si quisiéramos perjudicarnos. El emigrante aporta cosas que no sabes, que quieres y que podrías tener. Así ha sido siempre. Yo espero que al tener personas inteligentes de Occidente piensen desde el egoísmo en el beneficio por obtener, que es mucho.

¿Cree que se repiten errores o le recuerda a la situación vivida en la guerra en Yugoslavia?

Por supuesto. Este territorio fue traumatizado con la última guerra del siglo XX y produjo una gran emigración. Por eso, si hay europeos que piensan que una persona va a dejar todo lo que conoce por gusto, es que no sabe nada. Es muy difícil dejar tu tierra, un drama, incluso estando en guerra. En pleno siglo XXI debemos aprender a vivir con lo diferente y entender que estas diferencias solo nos pueden enriquecer.

Compartir el artículo

stats