El arte se asoma al balcón en la calle Pelayo, en el madrileño barrio de Chueca y en el epicentro de la actividad festiva, artística y cultural del Orgullo LGTB. En esta propuesta, el artista herreño Alexis W. juega a ser James Stewart en La ventana indiscreta de Hitchcock. Pero este fotógrafo ha invertido los papeles y en lugar de rastrear la vida de sus vecinos desde la altura, son estos, junto a curiosos y viandantes, los que alzan la mirada para descubrir doce creaciones dispuestas aleatoriamente sobre las fachadas de los edificios en un ejercicio de especulación estética; en el que la arquitectura urbana más rudimentaria se transforma en lienzo, el barrio se reinventa desde el potencial de la mirada y el paseo rutinario se convierte en una inmersión artística. Así es La ventana indiscreta de Alexis W.

La muestra se nutre de una serie de imágenes robadas a la intimidad y que el autor, con permiso de los retratados ha trasladado al escenario público. La calle es el marco donde se ofrece la obra y el artista dialoga con el espectador. Así lo ha sido en las 13 ediciones anteriores de una propuesta arraigada pese a que el ayuntamiento de Madrid lo censuró por escrito en su primera edición. El recorrido artístico que ha desarrollado este fotógrafo herreño en la capital de España apenas abarca cien pasos. Pero, en esta edición, al cumplir el reto inicial de mantenerse durante 14 años, se ha visto ampliada con dos exposiciones en el interior de las galerías Mad is mad o The Malone Studio, de la misma calle, con sendas muestras fotográficas. El tema elegido: el desnudo masculino

"Todos los años hago una exposición en la que cuelgo cajas de luces de los balcones de los edificios", explica el artista. Bajo esta idea han desfilado una variedad de personajes: algunos desnudos sobre un sofá, otros boxeadores, prostitutas de Madrid, gente durmiendo en travesías marinas, animales de compañía, unos voluntarios de la asociación de Payasos Sin Fronteras elevados a la categoría de héroes, una cartografía de retratos hechos en la barra de un bar o los familiares y desaparecidos de la Guerra Civil en Canarias.

"La ventana es una suerte de ejercicio de escritura", explica el autor. "Lo que realmente he intentado hacer con estas 14 exposiciones y con los seis libros que se han publicado como complemento de las mismas, es construir un pequeño gran retrato de la sociedad española de este principio de siglo", añade.

Los cuerpos desnudos en esta fase creativa de Alexis W aparecen fragmentados, distorsionados y escondidos. "Yo dejo al espectador solo ante la imagen y le propongo un juego. Desde la incertidumbre de no saber lo que realmente ocurre debe acabar de construir lo que intuye o lo que cree ver", explica un autor que admite haber pasado de una aproximación más física a un retrato de carácter psicológico.

Alexis señala que tanto la Ventana Indiscreta como su experiencia madrileña está ligado a la calle Pelayo, donde regentó el bar Eagle. De la actividad que se generó en este espacio durante los años 80 y 90 y ampliado al resto de locales, negocios y vecinos de esta calle del barrio de Chueca nace un movimiento social y cultural que ha acabado en lo que hoy se conoce como las fiestas del Orgullo LGTB y que congrega a millones de personas durante un fin de semana.

En esta edición Alexis ha ampliado su propuesta con dos exposiciones paralelas y la edición de un libro de ensayo. Todo transcurre en cien metros de una misma calle. La galería Mad is mad muestra una colección de fotografía antiguas de desnudo masculino e incluye obras que van desde mediados del siglo XIX hasta la década de los 80 del pasado siglo XX, "que es cuando empiezo a hacer yo mis primeros trabajos con desnudos, apunta. A 10 metros se encuentra The Malone Studio en la que el artista herreño ha organizado una muestra colectiva de fotografía contemporánea, sobre el tema elegido, con presencia de 23 artistas, que han hecho del desnudo masculino su territorio de trabajo.

Por último se ha editado un complemento editorial, titulado Terona, de 128 páginas en el que 76 autores reflexionan sobre el arte del desnudo masculino.

Alexis vivió durante 22 años en Madrid, pero lleva los últimos cinco en El Hierro. Ahora trabaja en su proyecto más ambicioso. En Ferro, alarmado por la nueva Ley del Suelo que impulsa el presidente Fernando Clavijo, se propone convertir la isla en una gran acuarela a través del uso de un color, que nace del sulfato de hierro, en los espacios deteriorados. Este es un mineral que se utiliza en las plataneras pero cuando se aplicas al cemento crea un proceso natural de oxidación que lleve el gris a distintos tonos de marrón, amarillo o naranja.