La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Salva Reina: "La isla mínima' marca un antes y un después en la historia del cine español"

"El monólogo empezó como una cosa de Segunda B y ahora no hay programa o serie sin su monologuista", afirma el actor y monologuista

El actor y cómico malagueño, aunque nacido en Gran Canaria, Salva Reina, en una imagen promocional. LP / DLP

¿Qué tiene preparado para el espectáculo de Las Arenas?

Pues estaremos Álvaro Carrero, Miguel Lago y un servidor para ofrecer un espectáculo basado en la fórmula del Stand up comedy, que popularizo el programa El club de la comedia. De hecho venimos con la gira oficial de El club de la comedia. Yo traigo un monólogo basado en situaciones cotidianas, recuerdos de la infancia. Me gusta que la gente se sienta identificada para que entren en mi mundo y podamos reírnos juntos.

¿Qué tiene la infancia que se ha convertido en una fuente inagotable para el humor?

Bueno, la clave está en que nos permite generar situaciones en las que la gente se siente identificada y entran en ese mundo que tu quiere plantear. Tocar esos momentos comunes y reconocibles para todos, al final, te permite una complicidad que facilita que la historia cale y se entienda tu humor. Aunque te confieso que lo que cuento en el monólogo no fue parte de mi infancia. Y menos mal (risas).

Lo que poca gente sabe que usted, malagueño de pro, nació en Las Palmas de Gran Canaria.

Correcto. Soy canarión de nacimiento. Mi familia estuvo afincada en la Isla durante seis años y yo pasé tres allí. Así que tengo el gusto y el placer de ser compatriota vuestro. Soy de la Plaza de la Feria.

¿Guarda algún vínculo?

Familiar, no. Porque mis padres fueron por trabajo. Pero yo, siempre que puedo regreso. Hace poco mi padre cumplió 60 años y le regalamos un viaje a la 'islita' con toda la familia y estuvimos todos en la zona donde vivíamos. A mí me encanta la Isla e intento conocerla de cabo a rabo, porque no tengo muchos recuerdos ya que los tres años los cumplí en Málaga. Eso sí, tengo fotos de niño en las dunas.

En su faceta de comediante, ha desarrollado una especie de alter ego llamado Chuky . ¿Cómo es este personaje?

Pues sí, intento cada vez que surge la oportunidad del monólogo de sacar a este alter ego, como bien dices. Surge de los trabajos infantiles que yo hacía. Yo llevaba un personaje tipo clown que fui desarrollando para espectáculos más adultos y surgió ese personaje más descarado, metepatas, 'alelao' y capaz de lo mejor y de lo peor. Es el que se pone en la piel de los textos que escribo para la comedia.

¿Cuáles son sus referente en el universo del humor?

Para mí, tanto un referente como un amigo personal era Pedro Reyes, que por desgracia nos dejó hace poquito y con el que compartí espectáculos juntos, como el Full de Reyes y Reinas. Teníamos una relación muy cercana y fue una pena. Pero bueno, me gusta el tipo de humor que él hacía y que se escapa del texto clásico para llevarlo a un territorio más surrealista. Era algo diferente a todo lo clásico.

¿Era Pedro Reyes un precursor del monólogo?

Claro. El chiste famoso de la vaca y esas historias que hacía con la chaqueta de purpurina. Fue uno de los precursores. En España tenemos referentes muy grandes en este sentido, como Miguel Gila y las historias que él contaba y que estaban muy cerca del monólogo.

Este tipo de comedia se ha convertido en un trampolín para acabar en el cine y la televisión. Tenemos su caso, el también malagueño Dani Rovira...

Sí. En mi caso fue todo al mismo tiempo. Yo tengo una vacación más actoral que de monologuista. Yo me encontré con esto por el camino. Lo vi como un lenguaje escénico que controlaba y se me daba bien y la gente reía. Salió trabajo y tiré por ahí, pero siempre he tenido mi compañía y siempre he estado vinculado a otros proyectos.

Alguno llamaría a esos proyectos, exitazos. ¿Qué supuso para su carrera La isla mínima?

Lo viví con una ilusión tremenda. Fue un regalo, un caramelo. Era un personaje pequeño, pero creo que importante y carismático. Poder trabajar con Alberto Rodríguez, un directo entre los más aclamados y con el que todo el mundo quiere trabajar, y en una pelí que, en mi opinión, ya es un referente en el cine español. Todavía me parece que está en cartelera en algún sitio y creo que se convertirá en una peli de culto. Marca un antes y un después en la historia del cine español, en el sentido de establecer un punto de inflexión. Después, fue un trampolín. Me puso en el escaparate y a partir de ahí, me salieron las series y las películas en las que estoy trabajando ahora.

¿Se puede contar algo?

Sí. Ahora tengo una buena racha. Seguimos con una nueva temporada de Allí abajo, y hemos grabado un par de películas: Villaviciosa de al lado, una comedia de Nacho García Velilla; y hemos acabado ya el rodaje de El internado, del malagueño Ignacio Nacho con Hugo Silva, Paco Tous, Pepón Nieto, Natalia Roig y Rossy de Palma. Y tengo otros proyectos. Eso de que el trabajo llama al trabajo es cierta para los actores.

Pero no deja los monólogos.

No. Y eso que al principio me costaba... No te creas. Parecía una cosa de Segunda B y ahora no hay programa o serie que no tenga un cómico en su plantilla. No sé tiene un lenguaje muy fresco y cercano. Es comedia directa, sin contemplaciones y tiene un feedback directo. Es funambulismo sin red. Pero hay que verlo en directo que se ríe uno mucho más..

Compartir el artículo

stats