La velada en el Pueblo Canario se acercaba al ecuador cuando Olga Cerpa se alejó unos pasos del micrófono. La luna, a unos pocos días de completar el círculo, asomaba tímidamente entre las nubes, el hechizo envolvía al público y la cantante de Mestisay entonó los primeros versos de Luz de luna a capela y sin instrumentos como lo hicieran en el mejor de sus días Chavela Vargas y Rocío Dúrcal. Pues desde que te fuiste no he tenido luz de luna. La ovación fue cerrada.

Olga Cerpa cantó ayer a la luna del Pueblo Canario. Lo hizo desde la primera canción, Luna, con la vista perdida en el firmamento y acompañándose ella misma a la guitarra. Después reveló que era la primera vez que se atrevía a hacerlo en uno de sus conciertos. Quizá pesó, como recordó en varias ocasiones, que esta vez, tras darle varias vueltas al globo terráqueo, le tocaba cantar en su casa, acompañada por los suyos y ante las 600 personas que llenaron el patio del Pueblo Canario hasta agolparse ante la fachada del Museo Néstor.

Cerpa estuvo arropada sobre el escenario, en la guitarra portuguesa y la española, por su director musical, Pancho Delgado; en el timple y la guitarra, por Hirahi Afonso; en el contrabajo por Marco Valero; y también con guitarra española, por Manuel González, productor y compositor de algunos de lo espectáculos de la ya extensa carrera de Mestisay. Además, el percusionista Gilberto 'Totó' Noriega se sumó a la fórmula del éxito de una velada que contó con la presencia cercana de Néstor Álamo y su cancionero inspirado en cierta manera por la obra de Néstor Fernández de la Torre.

Tras estar nominada a los Premios Grammy 2014 por Mujeres con cajones y publicar su último trabajo discográfico, Estación Lisboa, con cantantes de fado como Ricardo Ribeiro y Helder Moutinho, Olga Cerpa y Mestisay revisitaron sus grandes títulos, presentaron sus últimos trabajos durante algo más de dos horas de actuación, e incluso adelantaron nuevos temas del próximo disco Jayo, en referencia a los objetos que aparecen en la orilla del mar.

El recorrido, tras Luna, se convirtió en un viaje por los sonidos de Mestisay, que si bien han nacido en Canarias se han enriquecido de la vasta cultura sonora de boleros, fados, coplas y tango del pueblo latino. A quien yo quiero, Pequeño fado, Rondando tu sonrisa, Canción para Rosario, Coplas del olvido, Bajo el sauce solo, Ay amor ya no me quieras tanto, Fuego escondido, Como una nube en el cielo, Luz de luna, Décimas de Lisboa, Como dos extraños, Coplas del aíra, Folias, La perla, Amara y vivir, Trsitealegría, Sulema, Negra presuntuosa, Que nadie sepa mi sufrir, Morena rosa, y, finalmente, con Niña candela y En busca de Valentina como colofón y final de fiesta. Olga Cerpa triunfó de nuevo.