El detective especializado en obras de arte Arthur Brand, que ha encontrado dos lienzos robados en 2009, uno de Salvador Dalí y otro de Tamara de Lempicka, dijo ayer a Efe que las películas sobre robos de obras de arte influyen a los ladrones, que luego descubren que la realidad es bien diferente.

"Fue un caso muy sonado en Holanda y estaba muy interesado en solucionarlo, por eso pregunté por ahí, en algunos grupos, y al final había una pista: alguien me dijo que conocía a alguien que sabía algo", relató el detective en entrevista con Efe.

Brand admite que se mueve en una realidad que parece sacada de una película, de "un mundo secreto que la gente normal no ve". Él, sin embargo, sabe adónde ir y a quién preguntar, y esa es la clave de su éxito, indicó.

"El mundo criminal tampoco es tan grande, todo el mundo se conoce", argumentó el detective. Su conocimiento en el terreno es tal que le ha permitido resolver aquellos casos en los que la policía hace años tiró la toalla.