"Mañana será una gran noche", prometió ayer Raphael, durante la presentación del concierto Sinphónico que ofrecerá hoy acompañado por la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, donde hará un recorrido por los temas más emblemáticos en sus 55 años de carrera.

El concierto, que se celebrará a partir de las 21.00 horas en el Anexo al Estadio de Gran Canaria, se enmarca dentro de la gira Raphael Sinphónico, que inició en junio de 2015 en el Teatro Real de Madrid y que el cantante califica como "la más importante que he hecho en toda mi historia y mira que he hecho cosas en 55 años de carrera".

Un proyecto con el que el artista está triunfando en todo el mundo, interpretando en clave sinfónica canciones emblemáticas como Digan Lo que Digan, Que sabe Nadie, Yo soy Aquel o Escándalo, acompañado por las orquestas sinfónicas de cada ciudad que visita, o las más cercanas, según adelantó ayer durante la rueda de prensa celebrada en el Hotel AC Iberia de la capital grancanaria, acompañado por Gisela Wachtendorff, coordinadora de Programación de la OFGC.

"Este es mi proyecto más destacado, el público así lo ha entendido, y no solamente en España sino en todas partes del mundo donde lo he llevado, la última en Estados Unidos. Yo tenía mis miedos al hacerlo, pero desde el primer momento que debuté vi que era un pelotazo, que a la gente le gustaba muchísimo", afirmó sobre la gira "más larga que vaya a hacer". Finalizará en octubre, después de un año y medio.

Tras dos conciertos seguidos en 2015 en Gran Canaria, Raphael regresa con este nuevo formato que "tiene fecha de caducidad" porque adelantó que el 18 de noviembre estrena un nuevo trabajo, totalmente diferente, del que de momento no quiere dar más pistas.

Sin embargo no descarta volver en el futuro con Sinphónico a aquellos países que queden pendientes, "porque ha sido un hito en mi carrera". El secreto del éxito, según apuntó, es su fuerza y energía.

"Para esto hace falta un cantante que, a parte de cantar, tenga un dominio total sobre el escenario, y ese es mi caso. Pero normalmente cuando un artista lleva tantos años en el escenario, le falta una cosa que es fuerza, cuando cumples años se va la fuerza, pero en mi eso no pasa. Mi vida cambió cuando me trasplantaron, ahora les está hablando un chico de 30 años, con la experiencia que tiene de 55 años de carrera. He ahí el gran secreto".

El artista adelantó que, como es habitual en él, el concierto durará cerca de tres horas, aunque "tengo el detalle con la Orquesta de sacar, en dos momentos de la actuación, una guitarra para hacer cosas con ella, así los músicos de la Orquesta se pueden relajar un poquito, pero yo no, yo sigo".

El cantante de Linares, que admitió sentirse "muy querido" por el público canario", rogó puntualidad esta noche "porque va a ser muy larga", en el Anexo al Estadio de Gran Canaria, que cuenta con un aforo de 3.000 personas, 2.300 en platea y 700 en la grada.