La Provincia - Diario de Las Palmas

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Y Alejandro Sanz entonó el 'Mojo Picón'

El cantante madrileño abrió su concierto de anoche con una lectura del clásico de Caco Senante

Y llegó la gran noche. Alejandro Sanz se enseñoreó ayer del anexo al Estadio de Gran Canaria para ofrecer un ágil repaso por su repertorio clásico más las canciones que conforman su última grabación de estudio, Sirope, que da nombre a la gira que lo ha acercado a Las Palmas de Gran Canaria. Respaldado por una sólida banda de nueve ejecutantes, capaces de transitar con soltura por ese cruce de caminos estilístico que es la música sanziana, el de Moratalaz se metió al público en el bolsillo desde el minuto uno, con guiños a las Islas que las cerca de 10.000 personas que acuderon a verle supieron agradecer y jalear.

La organización había avisado de alguna sorpresa en los prolegómenos de la actuación, y lo cierto es que obsequió al respetable con varias. Abrió fuego la lanzaroteña Eva Ruiz, conocida por su participación en La Voz Kids, que entonó tres temas a modo de aperitivo. El primero de ellos, Septiembre, estuvo dedicado a las gentes de La Palma, que atraviesan unas trágicas jornadas marcadas por el incendio que se ha encarnizado con esa isla.

Tras Eva Ruiz la orquesta comnenzó a desgranar los cadenciosos acordes del clásico de Caco Senante Mojo Picón, que el público rápidamente identificó. Antes de que finalizara el tema, y ante un mar de móviles que quería inmortalizar el momento de su aparición, surgió en el escenario Alejandro Sanz, que se metió de lleno en la melodía salsera y remató la interpretación de la canción.

El sonido era bueno, con la banda, que incluye a la canaria Brigitte Sosa al bajo eléctrico, muy suelta y rodada en el repertorio. El público, que ya había entrado en el juego de la mano del Mojo Picón senantiano, estaba dispuesto a pasarlo bien y a dejarse mecer por las melodías del cantante de Pisando fuerte. Más flashes, aplausos, el respetable coreando... Sanz ya tenía a la gente en el bolsillo. Sólo era cuestión de comenzar a desgranar el repertorio, que no eran ni las 22.00 horas y quedaba mucha noche por disfrutar.

La primera melodía en sonar fue El silencio de los cuervos, que daría paso a Quisiera ser. Para la tercera interpretación volvería al escenario Eva Ruiz, que compartió con Alejandro Desde cuando.

En el set list del cantante esperaban dos decenas de canciones. muchos clásicos aún por desgranar, como Amiga mía, Y si fuera ella, el rap reivindicativo de No es lo mismo y, por supuesto, el incombustible Corazón partío, que lleva dos décadas desgarrado y nunca se acaba de partir del todo. La velada tenía mucha música por delante, con Alejandro Sanz como gran maestro de ceremonias.

Una carrera de éxito

Alejandro Sanz es uno de los cantantes españoles de mayor éxito en las últimas décadas. Si bien se abrió paso como artista juvenil dirigido al mercado adolescente con temas como Pisando fuerte, con el paso de los años supo madurar para abrir su estilo a más influencias, como el flamenco, fundamental en su forma de entender la música popular. Es precisamente esa cadencia aflamencada la que domina el que es sin duda su éxito definifito, Corazón partío, una especie de rumbita contagiosa que es ya parte de la historia del pop latino. Como también lo es el disco en el que vino incluido, Más, que lo lanzó al éxito internacional.

Desde entonces, cada nueva grabación es un certero dardo dirigido a lo más alto de las listas de éxitos. El alma al aire, No es lo mismo o La música no se toca muestran ya a un músico y compositor en pleno dominio de sus facultades, insistiendo en el territorio conocido pero dispuesto a explorar otros que puedan enriquecer su quehacer.

A fin de cuentas, Alejandro Sanz ha logrado algo al alcance de muy pocos artistas: contentar al gran público, a los críticos y a los músicos. Basta decir que uno de sus rendidos admiradores fue el maestro Paco de Lucía.

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