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Muchos sueños se hicieron realidad

Un niño ciego de 11 años, de Vecindario, deseaba oír en persona a Alejandro Sanz como fuera

Decenas de espectadores entran en el Anexo del Estadio de Gran Canaria, para acudir a la tribuna y al patio, del concierto de Alejandro Sanz, ayer. SABRINA CEBALLOS

Entre los miles de espectadores que acudieron anoche al Anexo del Estadio de Gran Canaria, estaba Kilian López, de once años, acompañado por sus padres, Chano López y Teri Array. Residen en Vecindario, en Santa Lucía de Tirajana. "No soy ciego, soy invidente", destacaba el menor con media sonrisa. Anoche se iba a cumplir uno de sus grandes sueños de la vida: escuchar en directo a Alejandro Sanz. "Estudié tres años en un colegio de la ONCE, en Moratalaz, en Madrid, donde el vive o vivía. Y mi ilusión era coincidir con él, en la calle o en un avión, escucharlo en persona. Me gusta su forma de hablar como si fuera andaluz, sus canciones, tan bonitas. Tengo casi todos sus discos, explicó este fan tan especial.

Su sueño se hizo realidad, como el de numerosos espectadores, que desde las siete de la tarde entraban de forma ordenada y continua. Este público no era en absoluto acorde a un patrón concreto, sino muy variopinto, tanto en edades, de ambos sexos, profesiones, lugares de procedencia o nacionalidades.

Sergio Bermúdez, en su silla de ruedas, y Teresa Baéz, ambos de unos 35 años, entraron al recinto con una gran sonrisa. "Él es un poeta y sus letras no son para nada repetitivas", aseguró él, que es a quien más le gusta.

Blas Díaz, de Ingenio, acudió al concierto para acompañar a su hijo, Blas José Díaz, de ocho años. El padre estaba contento con la organización del concierto y le parecían correctos los precios de las entradas.

María Nieves López, de unos 35 años, es otra gran fan de este compositor y cantante madrileño, e inculcó esta pasión, en especial a su hija mayor, Judith Sánchez, de trece años. También fueron su marido Sergio Sánchez y la hija pequeña, Nuria, de 8 años. Esta familia es vecina de Teror.

"Alejandro gana mucho en directo; es sencillo y gran compositor. Es la tercera vez que lo veo en un concierto", afirmó Luis Caballero, de 20 años, que vive en Telde. Su pareja Myriam Socorro también acudió al concierto. "A ella también le gusta, aunque no era así antes de que ella me conociera", comenta el joven espectador. Carmen, una vecina de la capital grancanaria, de unos 45 años, que prefirió no identificarse más, sentenció, mientras entraba con prisa junto a tres amigas, "es un romanticón tremendo".

"Tiene unas letras preciosas", manifestaron dos hermanas de nacionalidad uruguaya.

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