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Cine

El plató grancanario vuelve al largo

Tras el paso de 'Allied', de Robert Zemeckis, la plaza de Cairasco y el Hotel Madrid son escenarios de rodaje de 'El último traje', del argentino Pablo Solarz

Miguel Ángel Solá caracterizado como Abraham Bursztein. LP/DLP

La capital grancanaria vuelve a convertirse esta semana en plató de cine con el rodaje de El último traje, del director argentino Pablo Solarz. La película que relata el viaje de Abraham, "un anciano sastre judío que decide embarcarse en la aventura de encontrar a un viejo amigo que le salvó hace más de siete décadas de una muerte segura en el final de la II Guerra Mundial", según informa Tornasol Films, traerá de nuevo al entorno de la Plaza de Cairasco una vorágine cinematográfica de envergadura.

Esta coproducción hispano-argentina-polaca, producida por Zampa Audiovisual, Tornasol Films, Hernández y Fernández PC, Rescate Producciones AIE, Haddock Films y Patagonik Films Group con el apoyo del Icaa, Incaa, y Gobierno canrio, con la participación de Movistar + , que dirige Pablo Solarz -guionista de Un novio para mi mujer, Sin hijos y Me casé con un boludo- es la segunda incursión en el largometraje del argentino tras Juntos para siempre. En el reparto de esta producción figuran Miguel Ángel Solá, Ángela Molina y Natalia Verbeke en los roles principales.

Con localizaciones en la capital grancanaria, donde se prevén unos diez días de rodaje, en Buenos Aires, París, Madrid y la localidad polaca de Lodz, la cinta pivota sobre la historia de Abraham Bursztein, el anciano que interpreta Miguel Ángel Solá, quien abandona Buenos Aires con destino a Polonia con el objetivo de verse con el amigo que le salvó la vida en los estertores del conflicto bélico. Bajo su brazo, un último traje del que hará depositario al amigo que motiva su viaje oceánico.

Este periplo de vuelta que se produce varias décadas después, es un gesto de gratitud del anciano hacia quien le dio la oportunidad de volver a una vida que daba por finiquitada. La ayuda de este amigo cuya búsqueda emprende el agradecido sastre, le permitió esquivar a los soldados nazis en la Polonia ocupada. En ese regreso al pasado, Abraham Bursztein hará escala en Madrid, donde la historia torna hacia un romance de madurez cuyo escenario no es otro que el Hotel Madrid, transformado para la ocasión en una pensión de la capital de España en los años 90. El histórico inmueble será testigo de ese amor tardío que emparenta en la gran pantalla a los personajes que defienden en esta cinta Miguel Ángel Solá y Angela Molina, reciente Premio Nacional de Cinematografía.

Según Tornasol Films, El último traje es fruto del entorno familiar del director Pablo Solarz. "Crecí sintiendo que mi vida estaba de alguna manera marcada por lo que había pasado en Polonia", relata Solarz acerca del destino que tuvieron las víctimas del Holocausto. "Un día, mientras desayunaba en una confitería, escuché a un hombre de setenta años contarle a otro la historia de su padre, que se había ido, contra viento y marea, en los noventa a Hungría. El objetivo de ese anciano, que su hijo describió como muy débil y enfermo, era encontrar a un amigo católico que lo escondió en su casa y lo salvó de los nazis", manifiesta Pablo Solarz en un comunicado remitido por Tornasol Films.

Si el pasado 23 de mayo, la superproducción Allied, dirigida por Robert Zemeckis, de Paramount Pictures, GK Films y Sur Film, con las estrellas Brad Pittt y Marion Cotillard, comenzaba a desmontar los decorados armados en el entorno de la Plaza de Cairasco tras varios días de rodaje en la ciudad, incluído el Café Rivoli donde se encontraba la pareja protagonista, tres meses después toma ahora el relevo el equipo técnico y artístico de El último traje.

El paso de Allied, del que ya se ha podido visionar el trailer en el son reconocibles los decorados urbanos de la capital grancanaria y cuyo estreno en cines está previsto para el próximo 25 de noviembre, supuso un punto de inflexión para posicionar a la Isla en el punto de mira de producciones internacionales y nacionales. Según las previsiones que maneja la Gran Canaria Film Comission, se estima que una veintena de proyectos de distinto signo entre cine, documentales y publicidad.

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