Dos escritores y dos artistas visuales han juntado sus talentos para dar vida a un proyecto inédito en el ámbito editorial español: la publicación de sendos libros de poemas e imágenes que la editorial Gas Editions presenta en cajas realizadas artesanalmente y de difusión muy restringida. Este doble trabajo agrupa, por un lado, poemas del chileno Raúl Zurita con imágenes de su compatriota Juan Castillo. Y por el otro, los textos del poeta manchego Dionisio Cañas con las creaciones visuales del artista grancanario Francis Naranjo.

Todos los autores, a excepción de Raúl Zurita, que no pudo acudir porque acaba de recibir el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2016, estuvieron presentes ayer durante la presentación en la Casa-Museo Pérez Galdós, a la que acudió también el responsable de la editorial Antonio Pérez Martín.

La idea de realizar estas auténticas delicatessens, que llaman la atención por la disposición de los textos y las imágenes en páginas sueltas dentro de un cuidado diseño, se reduce a una edición limitada en cada caso de quince cajas de madera fabricadas a mano y de otras cincuenta en formato cartón. Aunque también se puede adquirir copias de las algunas de las piezas publicadas individualmente

El propio Francis Naranjo, autor de las composiciones visuales Las piedras sueñan, recuerda cómo surgió todo. "La idea se fraguó entre Juan Castillo y yo y cursamos invitaciones a los dos poetas", aclara. "Todo surgió de un encuentro que tuvimos a raíz de una exposición mía en Suecia y continuamos las conversaciones en Valparaíso, y ahí, a través de una comunicación con el editor Antonio Pérez Martín, comenzamos a trabajar".

El trabajo comenzó hace año y medio al modo de dos proyectos paralelos que se fundiera en un libro y si mientras Cañas trabajaba en El sueño de Europa, Naranjo lo hacía sobre su obra. "Yo me encontraba en Bolivia, en La Paz, en una exposición del Museo Nacional que iba a itinerar con la misma estructura a Chile", señala. "La obra iba modificándose a medida que íbamos viviendo las experiencias propias de los viajes y alrededor", añade. En un viaje a unas ruinas incas, el artista descubre que estas la forman un santuario donde las ofrendas son piedras. "Recojo dos para que viajen conmigo, después de que los lugareños me avisaran de que un sueño me iba a acompañar todo el viaje. Y así fue, pero también sirvió como detonante para generar este proyecto que se instaló en el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago de Chile".

Naranjo ha generado una visión inédita para esta edición. "He fundido una fotografía nocturna de La Paz en nueve partes con piedras que se me fueron entregando en Bolivia y Chile y que iba acompañado con un texto que dialogaba con el título de la obra". Por su parte, el escritor de Ciudad Real, Dionisio Cañas, autor de los poemas en esta edición, afirma que su título proviene porque "el sueño de Europa se ha ido desmoronando" por lo que planteó "una exploración" por las causas que ha hecho que un mundo que ha dado tantas cosas hermosas a la cultura y la sociedad, se esté separando por dentro, y esté excluyendo por fuera. Cañas mantiene un diálogo con la obra de Naranjo, a la vez que repasa lo bueno y malo de Europa. "Las ruinas son el esplendor de una vieja Europa", aclara. "Él estaba hablando de las piedras como ensoñación y vimos que podía haber un diálogo entre ambas". Se trata de un adelanto de un trabajo suyo más amplio que saldrá a fin de año titulado La noche de Europa.

La segunda publicación parte del trabajo visual del chileno Juan Castillo junto a la poesía de Raúl Zurita. "Hace mucho tiempo que empecé a trabajar con él en el colectivo Acciones de Arte", recuerda el creador chileno. "Y seguimos dialogando. Por lo que cuando surgió esta idea ya teníamos en mente crear algo juntos sobre el paisaje latinoamericano". Ambos artistas han procurado que el trabajo visual y el texto sean paralelos y crean tensión. "Yo lo hice a partir de una intervenciones en el desierto de Atacama con unos vídeos de una chica con diferentes nombres de mis trabajos porque toda mi obra yo la veo como un proceso".

Dionisio Cañas, que conoce muy bien a Zurita, lo define como "un poeta muy compacto y muy especial en la línea de la poesía latinoamericana, muy rica en imágenes y rupturista con las tendencias en la que mezcla su experiencia personal con la biografía de América, en la tradición de Pablo Neruda, con un impulso muy universalista tanto para lo personal como para lo más telúrico de esos países". Para Cañas, esta obra es un ejemplo. "Está la visión de Chile, Perú, Argentina o Estados Unidos en una obra que parte de mezclar lo personal con lo universal".