El actor Chris Pratt se ha convertido en uno de los personajes más de moda en Hollywood con su aparición en Guardianes de la galaxia y ahora en la nueva cinta de Los siete magníficos.

Pero a Pratt también se le conoce como uno de los tipos más agradables de la profesión. Pratt se ríe cuando se le pregunta si se considera una buena persona, pero rápidamente su semblante se tensa para responder con seriedad.

"Para algunas personas no es importante que otros piensen que son unos gilipollas. A algunas personas no les importa", declara. "Estaría desolado si alguien pensase que soy un gilipollas. Así es como me criaron", continúa.

"Cuando entré en este negocio como un chaval, vi cómo cambiaba a la gente, cómo el dinero y el poder y la fama pueden transformar buena gente en malas personas", explica el actor estadounidense, que estuvo presente en el Festival de Venecia.