Fueron durante años la pareja feliz de Hollywood hasta el punto de que recibían un nombre común que enlazaba sus apellidos: Brangelina. Les unían muchas cosas, entre ellas su dedicación a labores humanitarias. En la alfombra roja deslumbraban juntos y cuando se miraban se fundían los flashes. Ahora se rueda la escena final y es triste: Angelina Jolie, de 41 años, y Brad Pitt, de 52, han roto. Se divorcian. Fue ella la que presentó la demanda. Como es habitual en estos fracasos, alega "diferencias irreconciliables". Durante diez años vivieron en pareja y hace dos decidieron ser esposos además.

El portal TMZ, especializado en chismorreos, asegura que la actriz quiere la custodia de los seis hijos y matiza que no hay una tercera persona de por medio, aunque la prensa sensacionalista siempre atizó los rumores de infidelidades mutuas. ¿Por qué, entonces, por qué? No coincidían en la forma de educar a los niños, apunta TMZ. Tuvieron seis hijos: tres adoptados -Maddox (Camboya), Pax (Vietnam) y Zahara (Etiopía)- y tres biológicos -Shiloh y los gemelos Knox y Vivienne-. El actor emitió un comunicado: "Estoy muy entristecido por esto, pero lo que más importa ahora es el bienestar de nuestros chicos". Y un ruego pensando en ellos: "Pido amablemente a la prensa que les dé el espacio que merecen durante este momento complicado".

Se conocieron en rodaje de la película Sr. y Sra. Smith (2005), una historia de tiros y besos propicia para que saltaran las chispas. Él llevaba casado cinco años con Jennifer Aniston, a la que dejó con el corazón en cabestrillo largo tiempo. Su agenda de romances incluía a otras compañeras como Gwyneth Paltrow y Juliette Lewis. Jolie venía de dos matrimonios fallidos y tormentosos con los actores Jonny Lee Miller y Billy Bob Thornton. Pitt era aún conocido sobre todo por su radiante atractivo físico y sus éxitos de taquilla mientras que ella tenía un Oscar a la mejor actriz secundaria por Inocencia interrumpida (1999). A pesar de sus intensas agendas como padres y personajes solidarios, su ritmo de rodajes y promociones no decayó. El año pasado, Jolie protagonizó y dirigió el dramón Frente al mar (2015): la historia de un matrimonio en crisis. El marido era Pitt. Un tráiler de la tormenta que se avecinaba. Les había costado tomar la decisión de casarse. Fue en agosto de 2014 en su mansión francesa. Una ceremonia íntima. Llegaron a ella tras los difíciles momentos de la doble mastectomía a la que se sometió la actriz para reducir el riesgo de desarrollar cáncer por sus antecedentes familiares.

En la película que les unió hay una frase demoledora: "Los finales felices son historias sin acabar". Brangelina se acabó. The end.