Tras demostrar con Nella que el cómic es un género capaz de adaptar al mismísimo Pérez Galdós, Rayco Pulido "cierra" un ciclo con Lamia, una crónica negra centrada en la Barcelona de los años 40 donde ha hecho también un "retrato fiel" lleno de denuncia y reivindicación de la mujer de ésa época.

"Ya había hecho el recorrido habitual al trabajar con guionista (Final Feliz), hacer una adaptación (Nella) y ahora con este cómic soy autor total. Era el ciclo que tenia en la cabeza, y creo que hacerlo viene bien para ir cogiendo seguridad", cuenta a Efe el autor (Telde, Gran Canaria, 1978) cuya última obra, publicada por Astiberri, ya está a la venta.

En Lamia Pulido se mete en lo más profundo del género negro con unos personajes que parecen haber sido redondeados por las manos de esos autores que ha leído en sus últimos años: "Fue este género como podría haber sido otro, pero llevo un par de años leyendo un montón de novela negra, como gran parte de la población, y a base de leer mogollón de historias de género negro me apeteció meterme ahí".

Así, de su mente salieron los personajes de una misteriosa mujer llena de aristas que trabaja como consejera en el programa radiofónico El consultorio de Elena Bosch, un detective privado con artes de hipnotista y un policía ávido por cazar al culpable de una serie de asesinatos.

"Elegí Barcelona por ser la ciudad donde mi personaje femenino trabaja -cuenta desde Telde, donde vive y trabaja- y necesitaba que ella fuera de vez en cuando por la emisora por determinados motivos. El programa en el que trabaja está basado en El Consultorio de Elena Francis, lo que pasa es que yo le cambié el nombre".

Un programa radiofónico éste del que Pulido ha sacado extractos reales de las intervenciones de oyentes para llevarlos a su cómic porque, como expresa, era un programa "de risa porque nace de publicidad encubierta" de una marca de cosméticos catalana pero poco a poco fue derivando a un consultorio sentimental y luego ya un "confesionario para echar basura fuera".

Aunque detrás de esta trama que mezcla realidad y ficción, haciendo que se convierta en una historia inquietante y destinada a no moverte de la silla, está también toda la intención de abordar la "tensión" que sufría la mujer de esa época por no tener hijos.

"Es un retrato fiel de esa época y de lo que son las mujeres hoy, para bueno y para malo, porque lo que tragaron de sus madres y sus abuelas, en gran parte está forjado por este tipo de programas que era puro entrenamiento utilizando las ondas. Y marcó a varias generaciones porque El consultorio de Elena Francis estuvo hasta 1984", expresa. Así, a través de personajes poliédricos que hacen equilibrios entre la delgada línea del bien y el mal, Rayco Pulido ha elegido hacer un "cómic académico", es decir, una historia clásica con inicio, nudo y desenlace.

Tres años

Este trabajo que le ha llevado tres años de su vida y que ha podido finalizar gracias, en gran parte, según confiesa, a ganar una residencia de Acción Cultural Española en la Maison des Auteurs de Angoulême (Francia). "El premio salvó este proyecto porque estuve cuatro meses dedicado al cómic, si no, posiblemente lo estaría dibujando todavía", recuerda. Y es que, Rayco Pulido, al igual que otros muchos compañeros de profesión, se llevan el 10 % por la venta de cada ejemplar de su novela, una cantidad que no supone un sueldo normal ya que sus libros salen con tiradas máximas de 2.000 ó 3.000.

"Ahora voy a hacer un parón. Tengo que buscar otras vías para seguir viviendo de mi dibujo. Intentaré hacer otras cosas, trabajar fuera, pero por ahora lo del cómic nacional no", concluye el dibujante grancanario.