Su libro aborda el tema del acoso escolar. ¿Hasta qué punto ha aumentado este problema?
Cada vez hay más casos de acoso escolar, pero se hace mucho la vista gorda. No todo no es bullying, ni todo es cosa de niños, pero hay situaciones que, por mucho que sea una cosa puntual, son dramáticas. Yo soy especialista en audición y lenguaje y trabajo en el aula de Pedagogía Terapéutica del colegio María Auxiliadora de Las Palmas de Gran Canaria. Todos mis niños tienen TDH, autismo o deficiencia intelectual. Pero he tratado casos de acoso escolar del niño y hay niños que me dicen que prefieren morir antes de venir al colegio. En Canarias hay una media de 400 niños al año que sufren acoso escolar, con varios grados, algunos son puntuales que se solucionan. Porque para haber acoso escolar tiene que ser constante y que se de en periodos de más de seis meses.
¿Por qué no se soluciona el problema de forma definitiva?
Cuando tú te sientas a hablar con los padres, te dicen que no, que a sus hijos no le pasa eso, y es complicado mediar con ellos. La educación empieza por los padres y luego por los hijos. El niño que llega al aula es un resultado de lo que mama en su casa. Lo que pasa es que el padre mira hacia otro lado y delega en ti. Y al igual que hay políticos muy buenos y otros corruptos, hay algunos profesores que se implican y otros que dicen "bueno, bastante tengo con la programación y el número de alumnos para preocuparme por cosas de niños". En el colegio María Auxiliadora tenemos convivencia con los niños y todos son valores como el respeto, la empatía, la solidaridad, que debemos de tener todos. Y aquellos que tienen un tipo de problemas gozan de la aceptación de sus compañeros de forma brutal. Y eso hay que trabajarlo mucho. Pero en la academia en la que trabajo vienen niñas con un short que tienen la mentalidad de que para triunfar tienen que vestir de un modo determinado, ser guapas, flacas, etc.
Este es el tercer libro que publica en la editorial Multiverso. ¿De qué trata el argumento?
Trata de una niña que tiene como particularidad un ojo de un color y otro diferente. El ojo derecho la mantiene en contacto con la realidad terrenal y el izquierdo con una extrasensorial a la que sólo tienen acceso las personas muy sensibles. Es una niña que vive con su abuela y con su madre que está en coma. Y pasan bastantes necesidades. . En el libro se refleja cómo pasan necesidades económicas. La niña sufre buylling porque tiene pocos recursos económicos, su abuela es un poco chamana, la atiende con masajes y terapias alternativas. Pero la niña sufre una serie de circunstancias en el cole, al que no va, ya que se esconde para no repetir esa situación.
La obra se mueve en un equilibrio entre realidad y fantasía de forma muy hábil, pero en el fondo cuenta un drama enorme.
Narra situaciones de acoso, sin meter el dedo en la llaga, pero sí para exponerlo, para que los niños no sufran. Una noche aparece Neil Armstrong, porque la niña es una apasionada de la Luna y está completamente convencida de que el alma de la madre en coma está ahí. Y ella está convencida de que si la recupera del coma muchos de sus problemas se solucionarán. Neil Armstrong en la habitación de la niña, y con el ojo que la mantiene conectada a otra realidad se va con ella a la luna y juntos realizan la misión La niña de la Luna. Ella va pasando por cada fase de la Luna en las que recibe algo que le ayuda a comprender por qué las personas se comportan de un modo determinado, por qué las niñas le hacen acoso escolar, por qué ella reacciona de esa forma. Llega a la cuarta fase, no encuentra a su madre, y regresa a la tierra. Hasta ahí lo que puedo contar porque, como es natural, no voy a desvelar el final.
También incluye unos ejercicios para alumnos y profesores.
Al final trae un cuaderno de actividades que no solamente le sirve al profesor para ver si el alumno se ha leído el libro, sino como es algo individual, para detectar si hay acoso escolar en el aula. Los niños a lo mejor no lo pueden verbalizar, pero los profesores se pueden dar cuenta, a través del cuaderno, si hay algún tipo de incidencia.
Y su objetivo es altruista.
Por eso la presentación es solidaria y la gente que lo desee puede llevar un alimento no perecedero, porque voy a donar los beneficios del libro a Cáritas para sus proyectos educativos, al igual que los alimentos que se recojan.
¿Cómo analizaría la figura del acosador en el bullying?
Es tan duro ser víctima como acosador. Una víctima recibe un daño que no se merece, pero un acosador también sufre porque ese niño tendrá una serie de carencias e inseguridades que hay que analizar. ¿Por qué abuso yo de alguien? Para sentirme superior. Si yo necesito sentirme superior es que en casa hay algún tipo de carencia, o que el niño tiene una inseguridad que hay que tratarla. Siempre va a sufrir menos que la víctima, pero si yo necesito hacerte daño para sentirme bien, cómo de mal me estaré sintiendo yo por dentro para tener que abusar de los demás para sentirme bien. No lo estoy justificando en ninguno de los casos, pero sigue siendo un niño al que hay que tratar.
Pero como usted bien aclara, en estos casos hay que ponerse en el lugar de la víctima e intentar protegerla del acosador.
Sí, y de las cosas que más me gustaría dejar claro es que no podemos seguir permitiendo que cuando un niños recibe buylling tenga que ser la víctima la que se cambia de colegio. Es algo que deberíamos de cambiar ya. Porque me he hecho eco de historias de personas que han venido a contarme eso de que "mi hijo ha sufrido buylling y lo tuve que cambiar de colegio". Y toda la solución es que la víctima se vaya del cole. O sea, yo estoy sufriendo acoso, me estoy sintiendo fatal hasta el punto de a veces llegar al suicidio, y me tengo que ir y empezar a conocer compañeros nuevos con el miedo de lo que ya he pasado en el otro centro. ¿Por qué no se va el acosador?, ¿o no se queda, o por qué se ponen medidas sociales contra él?
