Los grancanarios Adrián Guerra y Mateo Gil protagonizaron ayer la primera jornada del 49º Festival de Sitges. Junto a ellos, el actor sueco Max von Sydow, que se ha desplazado a la bonita villa turística al sur de Barcelona para recoger el Gran Premio Honorífico del festival. El certamen, redenominado Festival Internacional de Cine de Cataluña, especializado en cine fantástico y de terror, tiene como imagen promocional este año a un King Kong que destroza cazas de época en el mar frente al skyline de la ciudad.

Después de una noche tormentosa, en un día soleado, Guerra inauguró el certamen a las 9.00 de la mañana con su novena película, Inside, filme de terror sobre una mujer a punto de dar a la luz que recibe la vista de otra con la intención de arrebatarle al niño. Está dirigido por Miguel Ángel Vivas (Secuestrados, 2010) y protagonizado por Rachel Nichols (Star Trek, J.J. Abrams, 2009) y Laura Harring (Mulholland Drive, David Lynch, 2001). Por la noche fue el pase con público e invitados en la gala inaugural.

Si Inside no participa en la Sección Oficial, sí lo hace en cambio Mateo Gil, con su tercer largometraje, Proyecto Lázaro, filme que narra la historia del primer resucitado de la historia de la Humanidad, rodado mayoritariamente en Tenerife y protagonizado por Tom Hughes (Una cuestión de tiempo, Richard Curtis, 2013) y Oona Chaplin (Juego de tronos). Ambas han sido rodadas en inglés. Si hace dos semanas informábamos del buen nivel que está demostrando el cine español en 2016 tras las películas vistas en Sección Oficial del Festival de San Sebastián, con estas dos películas el nivel sigue aumentando.

En la rueda de prensa, Adrián Guerra (Las Palmas de Gran Canaria, 1984) fue presentado por el director del festival de Sitges, Ángel Sala, como "uno de los mejores productores de aquí y de fuera". El productor canario vive un momento dulce no solo por la selección de la novena película de su filmografía para este certamen que es referencia en España. También, porque la octava, Palmeras en la nieve (Fernando González Molina, 2015), sigue liderando la taquilla española diez meses después del estreno. Guerra confirmó que el filme protagonizado rodado principalmente en Gran Canaria está siendo de los más vistos en habla no inglesa en Netflix, donde está disponible en todo el mundo. "Me siento muy satisfecho porque fue una apuesta muy potente", afirmó. "Es mi primera película comercial a gran escala, inspirada además en una historia que tiene mucho que ver con mi familia. Que el público la haya abrazado así y se haya convertido en un referente más allá de España es muy satisfactorio". Además, Adrián Guerra estrenará el 6 de enero de 2017 Contratiempo (Oriol Paulo); el 3 de marzo El guardián invisible (Fernando González Molina) y The Titan, rodada en parte en Gran Canaria, en otoño de 2017.

Acudir en Sitges a ver Inside, un remake de la película de culto francesa A l'interieur (Julien Maury y Alexandre Bustillo) a las nueve de la mañana era un temeridad. En la francesa, un subyugante Beatrice Dalle es la mujer de negro que lucha a sangre y fuego por despojar a Sarah Parker del hijo que está a punto de alumbrar. Por fortuna, Inside juega más la baza del terror psicológico. Hay sangre sí, pero no son los manantiales del filme precedente. El filme, como A l'interieur, tiene momentos de mala baba y genera una gran tensión, pero a través de una factura de cine comercial que busca llegar a un público más amplio.

"Tensión emocional"

Según expresó Rachel Nichols en la rueda de prensa posterior al pase de la película, "mantener la tensión emocional de su personaje durante las fases por las que pasa a lo largo del filme fue el principal desafío de su interpretación, ya que la película se rueda no de forma cronológica y requiere una gran intensidad interpretativa". La actriz norteamericana quitó hierro al peso que tiene ser perseguida durante todo el metraje sobre su personaje: "Incluso hubo retos divertidos, por ejemplo, que mi barriga postiza no se hundía y tuvimos que usar técnicas especiales en la escena de la piscina, porque en vez de irme al fondo, flotaba", añadió entre risas.

El reto para el director Miguel Ángel Vivas fue "no hacer un remake de la francesa, debíamos alejarnos del original. Partimos de la misma premisa, pero nos hemos distanciado, en especial de lo que la primera tiene de cine gore. Y el elemento principal de cambio está en toda la parte de la mitad hacia el final. Quería que toda la película se visualizara como un parto, que cada secuencia fuera como una contracción. Y ahí es donde nos cuadró introducir la escena de la piscina, como una metáfora del líquido amniótico". El director sevillano se confesó un "friki del cine del terror desde pequeño" y se refirió a las múltiples influencias de otros cineastas que tiene Inside, entre las que destacó a Brian de Palma. "Para mi el cine es provocar sensaciones, sean agradables o desagradables. Y aquí la situación de partida era inmejorable para eso. Había que sostener los juegos de tensión de la película durante hora y media, porque desde el minuto diez la película está en un clímax que no dejará hasta el final. Es la película en la que más he pensado en el público", dijo el director. "Pero lo que me llevó a querer hacerla es que es, en el fondo, una película con dos mujeres en torno a la maternidad". Productor y director señalaron a Jaume Balagueró como el padre del proyecto, ya que se ideó desde los tiempos en que iba a rodarse la primera parte de la saga Rec (2007), que este director y guionista catalán firmó con Paco Plaza.

Adrián Guerra piensa que la película, de tres millones de euros e íntegramente rodada en Cataluña en mayo y junio pasado, tiene opciones de ser una película "grande, palomitera, que puede llegar a un público muy amplio. Salvo Emergo (2011), que es una película más pequeña, no había hecho cine de terror antes. Pero es un cine que me gusta, me interesa mucho sentirme atrapado por una historia durante una hora y media. La película francesa original es una película muy de nichos, con mucho impacto, pero menos público, hemos intentado llevarla a un público que se incomode, pero sin los excesos de aquella. En los pases que hemos tenido vemos que llega especialmente bien al público femenino. Tratar de encontrar el equilibrio de La habitación del pánico (David Fincher, 2002), La mano mece la cuna (Curtis Hanson, 1992), Mujer blanca soltera busca (Barbet Schroeder, 1992), estas dos últimas películas de los 90 donde el thriller tiene también mucho peso, filmes que ya no se hacen y a mí me gustan mucho. El cine de terror muy comercial que solo se dirige a adolescentes de hoy no me interesa nada". El estreno de Inside en salas está previsto para marzo o abril de 2017.

Resucita, Lázaro

Mientras los del sector local en las Islas discuten si primar en las ayudas públicas al audiovisual el factor industrial o artístico de las producciones, el cine nacional e internacional que rueda en Canarias sigue poniendo el Archipiélago en órbita en el mejor momento que vive desde 1895. En este caso, Mateo Gil (Las Palmas de Gran Canaria, 1972) lo hace con Tenerife y su película Proyecto Lázaro, cuyos escenarios exteriores -y algunos interiores- han sido íntegramente rodados en esta isla. Los demás interiores se rodaron en Barcelona. "Canarias posibilitó todo", expresó un agradecido Mateo Gil en la rueda de prensa posterior al pase de las 11.00 de la mañana. "De hecho, poder rodarla allí fue la llave que nos permitió hacerla. Las facilidades que nos dieron fueron muchas, están muy volcados con apoyar los rodajes. Y pudimos simular bastante bien California, por paisaje y arquitectura. No nos planteamos otro lugar que no fuera Tenerife para rodar", zanjó.

En Proyecto Lázaro se recrea California en los siglos XXI y XXII, con el centro Tenerife Espacio de las Artes (TEA) como principal localización. El espacio diseñado por Herzog & de Meuron le va como anillo al dedo al reto futurista de Gil. "Arquitectónicamente es una maravilla el edificio", opinó. Otros escenarios fácilmente reconocibles son la Plaza de España, zonas del puerto y la playa de Las Teresitas en Santa Cruz de Tenerife y calles de Laguna. La película se estrenará en España y Francia en enero de 2016, según confirmó Ibon Cormenzana, el productor español de este filme hispano franco belga.

La película, de seis millones de euros de presupuesto, cuenta la historia del primer hombre resucitado de la Humanidad, un joven que decide crionizarse tras sufrir una enfermedad terminal y al que se le devuelve la vida casi un siglo más tarde. "El origen de la película está en Abre los ojos (1997), pero la tengo olvidada, no quería que estuviera presente en esta. La idea quedó guardada hasta que en 2008 leí una noticia de prensa en la que se anunciaba que un equipo de científicos había creado un pequeño corazón inyectando células madre en la matriz fibrosa de un corazón de rata, y que ese corazón llegó incluso a latir. Esa noticia me produjo un escalofrío, sentí que debía retomar la vieja idea. Ese mismo año tomé las primeras notas y en 2009 escribí la primera versión del guión un verano que no tenía trabajo. Pensaba que no iba a hacerse nunca".

A diferencia del western Blackthorn (2011) y del thriller Nadie conoce a nadie (2009), el director nacido en Las Palmas de Gran Canario y criado en el barrio de El Calero de Telde rueda con el drama de ciencia-ficción Proyecto Lázaro su película más intimista. El filme reflexiona en voz alta -y en las voces en off del protagonista- sobre el amor y el sentido de la vida. ¿Vale la pena ser inmortal si viviremos siempre la misma vida, la que nos corresponde? En una de las frases más recordadas, define el alma como "eso que pierde la carne cuando se congela y ya no tiene cuando se vuelve a descongelar". Sobre esto también respondió Mateo Gil en la comparecencia de prensa: "lo que el protagonista va diciendo son reflexiones mías del momento en que escribí el guión, como una terapia de mi propio miedo a la muerte. Aunque el motor original de la historia es el terror que produce la vida. Porque he de decir que detrás de muchas historias de terror está el miedo a la vida, esas historias se basan en algo que esta vivo aunque no debería. Decir esto en una ciudad como Sitges, en el marco de este festival, tiene más sentido".

"Grupos de sexo"

"No es una película sobre un futuro distópico, aunque se perciba así por algunos espectadores", declaró el canario. Este film introvertido, con una poderosa banda sonora de Lucas Vidal, avanza y retrocede descubriendo la poderosa historia de amor que el protagonista vivió en su primera vida y la que empieza a vivir en la segunda. En el futuro, plantea el filme, no hay parejas, sino "grupos de sexo" y para los encuentros sexuales los contendientes se toman por norma pastillas que sirven para estimularles el deseo.

En opinión del director, "el mundo que se quiere dibujar no es tan distinto al actual. La película es sobre la vida, sobre el hecho mismo de estar vivo, y sobre la muerte, claro, porque sin su existencia la vida no tendría ningún sentido. Y es también una película sobre esa vida ideal que nos empeñamos siempre en planear para nuestro futuro y podría no ser más que una trampa, porque el futuro podría no llegar o llegar distorsionado, y en cualquier caso en una forma menos satisfactoria de lo esperado".

El filme, con referencias a clásicos como Un mundo feliz (Huxley), Herber West. Reanimador (Lovecraft) y Frankenstein (Shelley) revela también una crítica a las grandes corporaciones que se enriquecen a costa de los anhelos de las personas.