Buena parte de este álbum parece un disco de Chess de los años cincuenta. ¿Qué te gusta de ese sonido?

Me gusta el ambiente de esos discos, la intensidad. No es un sonido cargado. Hay fuerza y suspense. Toda la vibración parece como si viniese del interior de tu mente. Está vivo. Es apropiado. Se clava en tu cabeza como un dolor de muelas.

El nuevo disco es muy diferente de Modern Times, que fue un número uno. Parece que cada vez que tienes un gran éxito, a la siguiente ocasión cambias las cosas de sitio. ¿Por qué no intentas exprimirlo un poco?

Creo que exprimimos todo lo que pudimos el anterior disco. Lo dejamos seco. Todas las canciones de Modern Times fueron escritas e interpretadas en el más amplio registro posible, tenían un poco de todo. Estas nuevas canciones tienen una vertiente más romántica. Las canciones de Modern Times actualizaron mi repertorio, y la luz se dirigía hacia cierta dirección. Has de tener a alguien en mente como una audiencia, de otro modo no tiene sentido.

¿Qué quieres decir con esto?

No parecía haber ningún consenso general entre mis oyentes. Algunos preferían las canciones de mi primer periodo. Algunos, el segundo. Algunos, el periodo cristiano. Algunos, el postcolombino. Algunos, el prerrafaelista. Alguna gente prefiere mis canciones de los noventa. Veo que ahora a mis oyentes no les preocupa de qué periodo son mis canciones. Sienten el estilo y la sustancia de una forma más visceral y se conforman con ello. Las imágenes poéticas no les obsesionan. Si hay un astrólogo con antecedentes criminales en una de mis canciones, no va a hacer que cualquiera se pregunte si la raza humana está condenada. Las imágenes están tomadas en el valor nominal, y esto me liberó.

¿En qué sentido?

Por ejemplo, si hay sombras y flores y salientes cenagosos en una composición, eso es lo que son en esencia. No hay mistificaciones. Es la única manera en que puedo explicarlo.

¿Como una locomotora, un par de botas, un beso o la lluvia?

Exacto. Todas estas cosas son lo que son. O fragmentos de lo que son. Es la manera en que las mueves lo que hace que funcione.

Últimamente has estado trabajando en diferentes campos. Tu libro ha sido un best-seller, has actuado en una película, tu programa de radio Theme Time Radio Hour es muy popular y has expuesto tus pinturas. ¿Trabajar en otros medios retroalimenta a la música?

Creo que si eso ocurre, podría ocurrir al revés.

¿Crónicas fue un trabajo así?

Por su puesto, Crónicas tiene su propio ritmo. Y creo que salió de tocar canciones.

¿Qué te parece tu obra artística?

Eso es completamente mágico. Siempre había pintado, pero hasta hace poco nadie se había mostrado interesado en ello.

¿Y ahora?

Bien, he expuesto en un museo, me he asociado a una galería de Londres, y habrá, probablemente, otra exposición en un museo europeo en 2010. Voy subiendo para mantenerme. Me han encargado nuevas pinturas y quieren que trabaje con hierro y plomo.

En My Wife's Home Town hay un verso que dice: "De todos modos, los sueños nunca trabajaron para mí". ¿Realmente crees eso?

Sí. Los sueños pueden llevarnos a un callejón sin salida. Todo el mundo tiene sueños. Vamos a dormir y soñamos. Siempre he pensado que salen del subconsciente. Creo que se pueden interpretar. Los sueños nos dicen mucho de nosotros mismos, si podemos recordarlos. A veces podemos ver lo que hay al girar la esquina sin ir realmente a la esquina.

¿También pueden los sueños significar esperanzas para el futuro?

Por supuesto. Creo que la cosa está en sobre cómo utilizamos la palabra. ¿Esperanzas para el futuro? Siempre lo he relacionado con miedos hacia el futuro. Esperanzas y miedos van juntos como un equipo de comedia. Pero sé lo que estás diciendo. Es como en la canción de los Everly Brothers All I Have To Do Is Dream (Todo lo que tengo que hacer es soñar). Si dijesen, "Todo lo que tengo que hacer es tener esperanza", no estarían diciendo lo mismo.

This Dream Of You tiene ese maravilloso ambiente de South Of The Border, pero al mismo tiempo, detecto ecos de Sam Cooke, The Coasters, The Brill Building y Phil Spector. ¿Han sido importantes para ti esas grabaciones de los 50 y 60? ¿Has intentado capturar algo de ese sabor en This Dream Of You?

Esos discos de los cincuenta y sesenta fueron definitivamente importantes. Ésa puede que haya sido la última gran era de la música auténtica. Desde entonces, o quizá desde los setenta, todo ha sido gente jugando con los ordenadores. Sam Cooke, The Coasters, Phil Spector, toda esa música fue grande pero no se introdujo exactamente en mi conciencia. Entonces oía a Son House, Leadbelly, la Carter Family, Memphis Minnie y baladas amor y muerte. En cuanto a escribir canciones, quería escribir canciones como Woody Guthrie y Robert Johnson. Atemporales y eternas. Sólo algunas de esas baladas todavía aguantan y en la mayoría de ellas intervino Doc Pomus. Spanish Harlem, Save The Last Dance For Me, Little Sister... y algunas otras. Eran canciones fantásticas. Doc era un gato lleno de sentimiento. Si dijeses que hay algo de él en This Dream Of You, lo tomaría como un cumplido.

Aunque muchos de los cortes del álbum tratan sobre el amor, el disco está lleno de dolor, a veces en la misma canción. En Beyond Here Lies Nothing, la canción está subrayada una sensación de presentimiento. Recorres los "bulevares en coches destrozados". Vas a amar "mientras el amor dure". ¿Es el dolor una parte necesaria del amor?

Oh, sí, en mis canciones lo es. Dolor, sexo, asesinato, familia, viene de hace mucho tiempo. Amabilidad. Honor. Caridad. Hay que relacionarlo todo. Se supone que son historias que se conocen. Toda la gente de mis canciones soy yo.

Mucha de la gente de tu generación parece comerciar con la nostalgia. Llevan tocando las mismas canciones de la misma manera durante los últimos treinta años. ¿Por que nunca has hecho eso?

Aunque lo intentase, no podría. Esos tipos de los que hablas han tenido grandes éxitos. Comenzaron en el anti-stablisment y ahora manejan el mundo. Canciones de celebración. Canciones para los grandes banquetes. Mercancía "mainstream" presente en la cultura de manera dominante. Mi mercancía es diferente a la de esos tíos. Es más desesperada. Daltrey, Townshend, McCartney, The Beach Boys, Elton, Billy Joel. Hacen discos perfectos, tienen que interpretarlos perfectamente... exactamente como la gente los recuerda. Mis discos nunca fueron perfectos. Sería absurdo intentar interpretarlos igual. De todos modos, no soy un artista "mainstream".

Entonces, ¿qué tipo de artis- ta eres?

No estoy seguro, byroniano quizás. Mira, cuando empezaba, la cultura "mainstream" eran Sinatra, Perry Como, Andy Williams, Sonrisas y lágrimas. No podía encajar en aquello entonces y, por supuesto, no encajo ahora. Algunas de mis canciones han cruzado la frontera, pero todas lo han hecho con otros cantantes.

¿Has intentado amoldarte?

No realmente. Mi tradición es la de la música folk y ése es el lenguaje corriente y la estética arquetípica con la que he experimentado. Esa es su dinámica. Aunque lo intentase no podría escribir canciones para el Brill Building [en el 1619 de Broadway, en Nueva York, el edificio donde estaban los principales editores de música de Estados Unidos]. Es lo que pasa con la música pop, no podría hacerlo entonces y no puedo ahora hacerlo.

¿Eso significa que eres un creador outsider? ¿Te consideras una figura de culto?

Una figura de culto, eso tiene connotaciones religiosas. Suena exclusivista y tribal. La gente tiene diferentes niveles emocionales. Especialmente cuando se es joven. Entonces supongo que muchas de mis influencias podrían haber sido consideras excéntricas. Los medios de comunicación tenían un alcance masivo así que me sentía atraído por los intérpretes ambulantes con los que me encontraba. Intérpretes menores, cantantes de bluegrass, el cowboy negro que hacía trucos con el lazo. Miss Europa, Quasimodo, la Mujer Barbuda, el mitad hombre mitad mujer, el deforme y el jorobado, Atlas el enano, los comedores de fuego, los profesores y los predicadores, los cantantes de blues. Lo recuerdo como si fuera ayer. Estuve muy cerca de mucha de esa gente. Aprendí la dignidad de ellos. También la libertad. Derechos civiles, derechos humanos. Como permanecer dentro de uno mismo. Los demás estaban interesados en atracciones como la montaña rusa y los coches de choque. Para mí eso era una pesadilla. Todo el vértigo. La artificialidad. El declive de la vida. No tenía sentido ni parecía real. Fuera del camino principal era donde estaba la fuerza de la realidad. Por lo menos eso pensaba. Cuando me fui de casa esas sensaciones no cambiaron.

Pero has vendido cientos de millones de discos.

Lo sé. También es un misterio para mí.