"Hasta siempre, compañero", rezaban ayer, a media asta, las cuentas de Los Gofiones en las redes sociales.La agrupación de música popular canaria había perdido, a los 84 años de edad, a uno de sus integrantes más queridos, Tomás Orihuela Rodríguez, miembro de la popular formación grancanaria desde 1991. Este lunes, a las 10.00 horas, se procederá a la incineración de sus restos mortales en el tanatorio de San Miguel de Las Palmas de Gran Canaria.

Natural de Gáldar, empleado de La Caja de Canarias e implicado en la docencia, la noticia del fallecimiento, ayer domingo, del cantor Tomás Orihuela ha causado gran consternación y generado muchas muestras de apoyo para su familia y amigos, en especial a la formación musical creada por Totoyo Millares Sall, que ya piensa en rendirle homenaje con una actuación en su honor. "No por menos esperada deja de ser triste su perdida", explicó ayer Víctor Batista, director musical de Los Gofiones, al reconocer que su condición médica era delicada desde hacía unos meses.

Víctor Batista, al que le une una relación cercana con la familia Orihuela -Tomás cantó en la boda de sus padres y él hizo lo propio en el enlace de la hija mayor del fallecido- asegura que Tomás Orihuela se caracterizó, "por encima de cualquier otro aspecto", por ser una persona muy elegante en todo lo que hacía. "Era un gentleman. Un caballero de los de verdad que nunca perdió las buenas formas", explicó este ayer.

El director musical destacó, en el aspecto lírico, un registro grave "muy bonito, con una voz y un timbre hermosos"; el propio de un cantante bajo. "Cantaba en la cuerda de los bajos y era el eterno compañero de habitación en todos los viajes de Pedro González Lino", apuntó Batista para situar a Orihuela en el centro de muchas anécdotas que ha ido acumulando el grupo.

Orihuela inició su trayectoria musical en la coral estudiantil de Gáldar, Orfeón Cardenal Cisneros, y formó parte de la Coral Polifónica de Las Palmas desde los 60. Víctor Batista entiende que hay dos canciones significativas y que estarán especialmente unidas a la figura de Tomás Orihuela. La primera de ellas, dentro del repertorio grabado de Los Gofiones, es Folias del Viejo Cantor, "que compuso Rafael Tejera, anterior director musical de la agrupación, para él y que yo arreglé porque él le pidió al grupo que le dejaran cantar una folia". Además, Batista señala que ésta seguirá sonando y lo hará siempre vinculada al recuerdo de Orihuela.

La segunda composición con la que se relación al cantante fallecido nunca la cantó sobre los escenarios, sino que era una pieza que reservaba para el ámbito más cercano de amigos y familiares. "Era una milonga que se llama Si se canta el cantor" , explicó ayer Batista.

Tomás Orihuela estuvo vinculado activamente en Los Gofiones hasta el año pasado, cuando pidió una excendencia por cuestiones de salud sin llegar a darse de baja por completo. "Él rebajó sus servicios porque su salud no se lo permitía pero siempre le decía a los compañeros que en cuanto pudiera volvería a la formación", explicó ayer Batista, que destacó su participación en infinidad de conciertos por toda la geografía canaria.

Pero Víctor Batista destacó también la labor docente que éste realizó desde sus inicios y que le reportó el cariño sincero de sus alumnos. "Antes de convertirse en profesional fue profesor y maestro en distintas escuelas y mucha gente le profesaba un gran cariño por ello, porque fue dando clases en Gáldar, en distintas escuelas de Gran Canaria, pero también en Fuerteventura, en Lanzarote y en La Palma". Tomás Orihuela se crió en una familia donde la música era un componente habitual, especialmente por la influencia de su hermano Pancho Orihuela, maestro y fundador de la Parranda Cuaquías.

La folía compuesta por Tejera en hono del viejo cantor incluye este verso: "Regálame otra folía/ viejo cantor de antaño/ que no se calle tu canto / que es canto de amor y vida / canto de penas y llanto.