La pantalla de la sala principal de Cinesa El Muelle quedó en negro tras aparecer las cabeceras de Paramount Pictures y GK Films. Un mar de dunas domina la primera escena con una toma aérea, la única que el equipo de Robert Zemeckis capturó en territorio marroquí. La figura de Brad Pitt convertido en espía canadiense desciende en paracaídas. Un rotulo informa: Protectorado francés de Marruecos. 1942. Pero no es cierto. La estrella de Hollywood no está en Casablanca se encuentra en Fuerteventura, entre los enclaves de Los Arrabales de Tuineje y en las dunas del Parque Natural de Corralejo. La siguiente escena en el preestreno de Allied, dos días antes de que el título ocupe las principales salas del país, ofrece un recorrido por una Plaza de Cairasco de aíres árabes y tomada por los nazis. El vehículo aparece por la calle General Bravo. El Hotel Rivolí sustituye la Alameda de Colón, y surge la fachada imponente del Gabinete Literario y el Hotel Madrid. Así comienza la superproducción norteamericana que sitúa a la isla de Gran Canaria en el centro de la acción de las grandes producciones.

Aliados se presentó ayer en Gran Canaria con una pase especial con el que la productora nortemaericana quiso agradecer las atenciones y molestias causada a la ciudadanía y, en El Muelle, el público, formado mayoritariamente por profesionales canarios del cine, vecinos de la zonas de rodaje y empresas colaboradoras, comprobó con alegría que la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria no tiene una presencia residual en el montaje final del director de Forrest Gump o Regreso al futuro. En un ambiente sencillo, sin las estridencias ni los excesos habituales en los grandes estrenos, entre el olor a roscas, se colaban los cuchicheos compartidos cada vez que se reconocía en la gran pantalla esos puntos de la capital que la rutina convierte en invisibles. Cairasco, la Plazoleta del Padre Hilario y la antigua Fábrica de Hielo con el entorno de la Plaza de Manuel Becerra ocupan casi tres cuartos de hora del metraje final en un ir y venir de planos familiares, con la calle Malteses, Perojo, la Biblioteca Insular, el Cicca o la silueta de los riscos que se intuye en los planos de azotea que comparten Brad Pitt y Marion Cotillard, y que se mezclan con los interiores rodados en los estudios de Londres.

El presidente del Cabildo, Antonio Morales, y Augusto Hidalgo, alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, presentaron la película con el mensaje de haber superado con nota el examen de las productoras de Hollywood y haber posicionado el plató grancanario entre los destinos rentables y eficientes del mercado. Las cuentas de 2016 arrojan un saldo positivo, con siete producciones cinematográficas, una película de animación, once producciones de televisión y otros once documentales. Además, Morales señaló que el cálculo total del capital ingresado con Allied ronda una cifra entre los 20 y los 25 millones de euros. "Lo que no tiene precio es que Brad Pitt haga bandera delante de toda la prensa internacional de las bondades de la Isla", aseguró. "No hay campaña de promoción que se le iguale", le secundó Augusto Hidalgo.

Además, Pitt reveló un secreto a voces durante la semana de rodaje que estuvieron en la Isla. El actor de Seven y El club de la lucha es un apasionado de las motocicletas y tiene entre sus principales costumbres el pasearse por los distintos destinos en los que trabajo. En Gran Canaria también lo hizo. El actor pidió una moto de gran cilindrada y se recorrió la cumbre a su antojo, sin que el resto de conductores notara su presencia.

Otra de las novedades llegó de la mano y verbo del productor Juan Cano, responsable de Sur Films y artífice principal de que Allied recalara en la Isla, junto a la labor realizada por la Gran Canaria Film Comission. Este reveló que el plan inicial de Paramount Pictures y Robert Zemeckis incluía a Cádiz como la ciudad elegida para este rodaje. Sin embargo, con las fechas cerradas en la isla majorera, la producción se encontró con serios problemas de lógística, al toparse con la complejidad de transportar el equipo, en tan poco tiempo como el que disponían, de territorio peninsular a la isla de Fuerteventura. En ese momento apareció la figura de Juan Cano para sugerir la opción de Gran Canaria con una invitación a conocer posibles emplazamientos. El director de fotografía, Don Burguess, y Patrick McCormick, mano derecha de Zemeckis, quedaron encantados con el encanto de la Plaza de Cairasco, por la fachada del Gabinete Literario y el Hotel Madrid especialmente. Esto provocó un cambio de planes. La opción gaditana quedó en el olvido y se empezó a trabajar con Gran Canaria. Además, este señaló que algunos profesionales destacados del equipo del director Robert Zemeckis quedaron tan fascinados con la Isla que han regresado para disfrutar de ella con calma.

Tras finalizar el pase de la película, con aplausos y más de una lagrimilla, los 600 invitados, de los cuales 150 trabajaron directamente en la película, abandonaron la sala para acudir a un coctel organizado en la Terraza Kopa, en el bajo del centro comercial. Este lució engalanado con alguno de los ornamentos que entre el 16 y el 21 de mayo pasado disfrazaron la Plaza de Cairasco con el aire romántico y exótico de Casablanca.