¿Qué haríamos cada uno de nosotros si nos encontráramos a un ser humano semejante, absolutamente semejante, a nosotros mismos? ¿Por qué vericuetos extraños nos adentraríamos para tratar de descifrar el misterio de esa situación imposible y, sin embargo, literariamente real? A este escenario que aparece en El hombre duplicado, de José Saramago, trata de dar respuesta la adaptación teatral -la primera de una novela del Premio Nobel de Literatura de 1998- que, acometida por Salvador Toscano y Félix Ortiz, dirige José Martret, uno de los nombres más prometedores de la actual escena española.

El estreno absoluto del montaje, que protagoniza un atractivo reparto formado por Raúl Tejón, la grancanaria Kira Miró, Raquel Pérez, Sergio Otegui, Maribel Luis y Mon Ceballos, con la colaboración especial de Nathalie Poza, será el próximo 13 de enero en el Auditorio Jameos del Agua, en Lanzarote, isla en la que vivió en sus últimos años el escritor portugués. Al día siguiente, 14 de enero, también está programada una función. El espectáculo, producido por DD & Company Producciones, cuenta con la dirección ejecutiva de la grancanaria Dania Dévora y la coproducción de los Centros de Arte, Cultura y Turismo de Lanzarote (CACT).

Juego de identidades

El montaje teatral, como la novela, trata de dar respuesta a las incisivas preguntas que el mordaz escritor portugués planteaba: ¿En qué consiste la identidad? ¿Cómo saber quiénes somos? ¿Qué nos define como personas individuales? ¿Qué nos distingue permitiéndonos ser únicos? ¿Y qué ocurriría si no lo fuésemos? José Saramago habla sobre la búsqueda de la identidad propia y ajena. Con humor e ironía reflexiona acerca de la capacidad de aceptar al otro, un tema de candente actualidad, como todas las cuestiones que lleva a su literatura el escritor luso.

¿Podemos asumir que nuestra voz, nuestros rasgos, hasta la mínima marca distintiva, se repitan en otra persona? ¿Podríamos intercambiarnos con nuestro doble sin que nuestros allegados lo percibiesen? La propuesta que propone para este juego de identidades José Martret reclama un público que no pare de darle vueltas a lo que está viendo, que disfrute de la historia pero, al mismo tiempo, esté muy pendiente y se divierta intentando atrapar la experiencia que se le presenta desde el escenario gracias a la brillante intervención de un elenco de primer nivel.

En la puesta en escena de El hombre duplicado coinciden el atrevimiento de José Martret y Alberto Puraenvidia, creadores de iniciativas rompedoras como La casa de la portera o La pensión de las pulgas, la valentía de los dramaturgos Salvador Toscano y Félix Ortiz, el entusiasmo de un grupo de actores experimentados y la veteranía de la productora canaria Dania Dévora, con una firme trayectoria en los territorios musical y escénico.