¿Qué haría si se encontrara con una semejante?

[Piensa] Sería una decisión difícil de tomar... Por un lado me tiraría la curiosidad, pero por el otro también me asustaría. En el contexto de la obra sería dar con alguien igual que tú. Pero en todo. Exactamente. Con la misma cara, la misma voz, las mismas cicatrices. Eso sería inquietante, pero probablemente iría tras ella. La curiosidad me podría.

Entre las redes sociales, las modas, etcétera, la gente parece que se empeña en vivir la vida de otros, en buscar en otros lo que no se atreve a hacer, en cosificar los sentimientos. ¿Cree que la vigencia de la obra, aunque se publicó en 2002, es total ahora?

Probablemente. Con las redes sociales, con la presencia de internet en nuestras vidas, la gente encuentra ventanas a otros mundos. Y a veces prefiere eso que vivir sus propias vidas. Es extraño. El otro día leí que a través de las redes sociales, mucha gente se ha dedicado a buscar por el mundo a personas que se parecieran físicamente a ellas. Y había un caso así de un personaje famoso, creo que era Katy Perry, que compartió una fotografía de otra chica que era clavada a ella. Tal vez porque ahora estoy con la obra, con sus textos, y todo lo relaciono, pero la vigencia del libro de Saramago es total en la actualidad.

¿Cree que la gente se conoce a sí misma?

Creo que no, pero tampoco pienso que sea algo malo, que tenga sólo una connotación negativa. No hay por qué etiquetarse, ser sólo una cosa a lo largo de la vida. Hay que crecer y, según las circunstancias, avanzar. Progresar es bueno. Y para dar ese paso, muchas veces, hay que dudar, preguntarse sobre uno mismo, buscar.

En el libro, Saramago empuja al lector por algunos caminos para meterlo de lleno en la acción. ¿Los espectadores que vayan al teatro se encontrarán con esa misma sensación?

Ahora mismo la obra está en un proceso de creación. Y llevar a Saramago al teatro es un reto bonito, pero también es un ejercicio de máxima responsabilidad. Es uno de los grandes de la literatura, sabemos que tiene muchos admiradores y que esperan que la obra esté al nivel. Estoy segura que no dejará indiferente a las personas que vayan a verla. Al igual que el libro, poco a poco atrapará al espectador y generará un ambiente de inquietud. Estoy segura de que gustará.

La gente se va a encontrar un thriller.

Sí. Es un thriller en toda regla.

En El hombre duplicado le toca interpretar a Mari Paz, la pareja del protagonista -Tertuliano Máximo Afonso-. ¿Qué le llama la atención de su personaje?

Es un personaje muy frágil, llena de paciencia y que está enamorada hasta las trancas. En frente, en su pareja, se encuentra a una persona que está en su mundo. Ante eso, estando tan enamorada de él, ella opta por esperar y esperar. Me gusta dar con el papel de una mujer tan tierna. Es diferente a casi todo lo que había hecho antes en el teatro. Me ha tocado interpretar a mujeres duras y este cambio me lleva a hacer un recorrido muy bonito.

Tertuliano es un poco sosaina, ¿no?

Bueno, sí... El hombre lleva seis años que no levanta cabeza, no tiene un objetivo en la vida, todo en él es monotonía y, tal vez por eso, cuando encuentra a su semejante, se lanza a conocerle.

¿Cree que Saramago, en la obra, con los dos hombres, también subraya el miedo masculino a comprometerse?

[Piensa] No sé. Es difícil que yo pueda responder a eso. Tal vez eso lo pueda contestar mejor que yo Raúl Tejón [actor que encarna a los dos protagonistas masculinos].

Frente a la rutina de Tertuliano, brilla su semejante -Daniel Santa-Clara-. ¿Le iría mejor a Mari Paz, su personaje, con el semejante?

No estoy muy segura. Son totalmente diferentes. Daniel es estupendo, tiene una relación maravillosa. Pero es que Mari Paz, como apunté, está enamorada hasta las trancas de Tertuliano.

Los textos de Saramago son muy particulares, con párrafos extensos, sin puntos y aparte, con muchas subordinadas. ¿Cómo se adapta eso al teatro sin que pierda su esencia?

Es cierto que no es un texto fácil, pero lo adaptadores han hecho un gran trabajo para que el resultado sea excelente. Para los actores ha quedado un texto muy bonito de leer. Y ahí aparece el reto para nosotros, para que todo eso salga bien en el escenario y las personas que han leído el libro encuentren en teatro ese mundo creado por el autor. Los fans de Saramago reconocerán su esencia. Hay parlamentos exactos al libro.

Una adaptación de Saramago, estreno en Lanzarote... ¿Cómo valora este momento?

¡Es un regalazo! No hay nada que me motive más que actuar en mi tierra. Y encima, en los Jameos del Agua, que es un lugar con mucha fuerza, mágico. Además, con motivo de esta obra he descubierto una anécdota sobre Saramago y César Manrique [arquitecto que diseñó el espacio en el que se representará a la obra en los Jameos del Agua] que da un poco más de fuerza a toda esta conexión.

Cuente.

Saramago y César Manrique no llegaron a conocerse. Cuando el escritor fue a vivir a Lanzarote contactaron y quedaron para conocerse, pero eso no llegó a ocurrir porque Manrique falleció en un accidente de tráfico. Ahora, a nuestra manera, creo que de una forma muy especial, vamos a unirles al representar un texto de Saramago en un lugar que diseñó Manrique.

¿Se dejará caer por Gran Canaria con El hombre duplicado?

Ojalá vayamos a Gran Canaria. De momento vamos a estar el 13 de enero en los Jameos del Agua, pero me encantaría pasar por mi Isla. Con las tres obras de teatro en las que trabajé no pasé por Gran Canaria. A ver si ahora se puede confirmar alguna fecha.

Con El nombre triunfó en el teatro. ¿Se siente más cómoda sobre las tablas?

Estuve dos años con ‘El nombre’. De entrada, no imaginé que tuviéramos tanto éxito. La acogida fue maravillosa. El teatro me ha dado muchísimas cosas. Me encanta mi profesión, y aunque me siento genial en el cine o en la televisión, el teatro es mágico y me ha reportado muchas alegrías.

En Estados Unidos, en algunas series, diferntes actrices han pedido cobrar lo mismo que sus compañeros de reparto. A nivel general, en el mundo del espectáculo, a muchas mujeres se les ve sólo como un objeto sexual. Y en muchos ámbitos, cuando afrontan entrevistas, sólo se les pregunta por su físico o por si quieren ser madres. ¿Cómo se encaja eso cuando ya estamos en 2016?

Hay mucho que recorrer, desafortunadamente. Y lo tenemos que hacer entre todos y en todos los ámbitos. La desigualdad es evidente. Por ejemplo, en mi profesión, hay más papeles para hombres, hay más hombres que mujeres dirigiendo y hay más hombres que mujeres en los puestos en los que se toman las decisiones. Y sí, a veces parece que lo único a lo que puede aspirar una mujer es a estar perfecta físicamente o a ser madre.