Casi como el yin y el yang, los canarios Adán Latino -de Gran Canaria- y Pedro Aldimayo -de El Hierro- forman un tándem casi perfecto. Un dúo que ha sabido aunar esfuerzos y sobre todo valentía y chispa para lograr lo que siempre soñaron: dedicarse de forma plena a la música. Una de sus animadas improvisaciones en el metro de Madrid saltó a las redes a través de la grabación que hizo uno de los viajeros y que subió a YouTube. Después de recibir millones de visitas, la voz y el talento de estos dos canarios comenzó a escaldar peldaños. Aparecieron en programas como El Hormiguero o en el Hoy Madrid de la Cadena Ser. Todos pudieron comprobar que la maestría de Adán y Pedro resulta tan elocuente y tan atractiva que el grupo Conciencia Urbana comenzó a despegar a mejor ritmo. Años después de su desembarco en la capital de España, ya preparan los temas de un disco en los que volverá a quedar al descubierto esta fábrica de buen rollo que siempre suelen imprimir en sus actuaciones. Ya sea en eventos privados de cierto postín, en el tranvía de La Laguna o en cualquier estación del metro.

Sin duda, una de las señas de identidad que mejor definen a esta banda de dos tiene que ver con su idea de fabricar sonrisas. Cada vez que pueden insisten en ver el lado amable de la vida, esa cara más luminosa que lleva a la gente a dejar a un lado los problemas y durante el tiempo de una rima olvidarse de esas angustias cotidianas. Aunque no han querido desvelar demasiado cómo será su primer trabajo discográfico sí insisten en que por supuesto habrá temas que lleven al optimismo, "al buen rollo" como filosofía vital.

Más despacio de lo que esperaban, sobre todo porque se han lanzado a producir ellos este álbum, Adán Latino y Pedro Aldimayo siguen fieles a sus viejas consignas y sin miedo a las dificultades se muestran pletóricos, seguros de seguir avanzando en este apasionante mundo de la música, que es también el mundo de sus sueños.

La historia de estos dos músicos nació de forma casual. Como siempre el acento, esa forma distinta, dulzona, relajada de hablar los puso en contacto. Lejos de las Islas suele ser habitual que al coincidir con alguien dónde sea, en una sala de espera, en una cola de las interminables, en una parada de guagua y entonces cuando notas que el otro habla así parecido al que escucha, de inmediato como que da alegría y preguntas: ¿eres canario?

En el caso de Conciencia Urbana, Pedro Aldimayo esperaba su turno para tocar en una estación del metro y de pronto sucedió lo inesperado: "Adán se me acercó y me preguntó si era canario. Le respondí que sí y me dio un gran abrazo. Luego me preguntó si quería que tocáramos juntos", y así empezó todo.

La verdad es que verlos actuar es todo un espectáculo. Al principio para cortar ese ambiente denso de los vagones, en los que casi todos los viajeros parecen estar tristes, o ausentes, envueltos en su propia nebulosa, Pedro y Adán empiezan tocando un tema, una canción conocida. Después cuando logran atraer, aunque sólo sea durante un instante la atención del respetable, comienzan a desplegar su magia: aparecen las improvisaciones, el rap con acento canario, dulzón y atrevido. Adán, la voz del dúo, resulta especialmente detallista. Se detiene en el pelo largo de la chica del fondo, en cómo coloca el bolso entre las piernas y las uñas bien pintadas de negro. Así con ese buen rollo la sonrisa se contagia por el vagón, y los viajeros terminan por claudicar ante este tándem tan bien engarzado.

Ahora que ya han saltado a los medios y la gente los reconoce, Conciencia Urbana trabaja más para actos organizados, eventos privados de empresas que quieren contar con su talento y sus improvisaciones. Pero sin olvidar el escenario que tanta suerte les ha dado, de vez en cuando siguen apareciendo por alguna estación, para alegría de viajeros y fans ocasionales. Tanto Adán como Pedro reconocen que lo hacen "porque en cierta medida se lo debemos y además nos gusta. Nosotros empezamos a actuar en el metro no por necesidad económica, aunque siempre venía bien un dinero extra, sino porque queríamos tener público. Eso es importante".

Pedro Aldimayo, al igual que Adán, siempre se había dedicado a la música. "Yo no renuncio a mis orígenes", dice, "vengo del folclore, y después seguí mi camino". Para este dúo la fusión que han logrado los ha cambiado a los dos desde el punto de vista musical y personal. Adán Latino reconoce que siempre ha sido muy soñador. "Pedro", recalca, "me ha puesto los pies en el suelo, y yo a él le he contagiado mi facilidad para salir volando. Eso también nos ha servido para enfrentarnos a la música de otra manera".

Aldimayo descubrió que en ocasiones los temas salen mejor sin volverse loco, sin necesidad de darles mil vueltas a las notas. "Eso lo aprendí de Adán", subraya. Ya saben, sentencia Adán Latino: "Menos muchas veces es más".

Cita en Agüimes

Como otros muchos canarios, este año no podrán volver a casa por las fiestas. Su incipiente carrera musical los reclama en Madrid, para seguir con sus actuaciones en eventos privados. Sin olvidar sus raíces, también reconocen que están deseando que llegue el próximo año. El 13 y 14 de enero tienen previsto viajar a Gran Canaria y, sin adelantar demasiado, sí anuncian que están preparando algo, así que resulta probable que uno de esos días, en una guagua, tal vez la que va desde el Parque San Telmo al Puerto los viajeros se sorprendan con este grupo y sus curiosas rimas plagadas de ingenio. Además participarán en una actuación junto a los cómicos que forman parte de En Clave de Ja, en un programa que se grabará en Arinaga.

También tienen marcada en su agenda la próxima gala en la que van a acompañar a la murga Los Serenquenquenes. La cita será el 3 y 4 de febrero en Agüimes y seguro que despertará un gran interés. De esa fusión entre car-navaleros y las rimas de Conciencia Urbana puede salir un gran espectáculo.

Adán Latino y Pedro Aldimayo parecen exultantes, satisfechos de poder continuar en esta escalera, en este tobogán que siempre representa para los artistas una vida de altos y bajos. A pesar de las turbulencias, el dúo reconfortado con la respuesta de viajeros, fans y seguidores avanzan al ritmo trepidante de un rap con mucho deje.