¿En qué nuevos terrenos sonoros se interna su cuarto álbum, Si sucede, conviene?
Este disco sigue siendo Zenet, porque uno no se puede escapar de uno mismo, pero se adentra en nuevas ambientaciones armónicas, que tenía ganas de explorar desde hace tiempo, como las armonías cubanas. Además, aprovecho la complicidad que tenemos en la banda, entre Moisés Porro, el percusionista; Yrvis Méndez , contrabajista; Manuel Machado, a la trompeta; Ove Larson, al trombón; y Pepe Rivero, al piano, para ahondar en estos territorios sonoros. Y nos divertimos mucho con las canciones porque tiene unas letras picantes y ritmos up-tempo, más rápidos y bailables, como en las canciones Fuiste tú o Mil veces prefiero.
¿Y en qué aspectos registra este nuevo repertorio la esencia más zenetiana?
Pues en que este disco vuelve a ser una búsqueda, porque sigo siendo muy curioso y me gusta meterme en otras sonoridades y géneros, explorarlos y luego apropiarme de ellos. En el caso de este disco, investigo, juego y profundizo mucho en algunas armonías a las que antes sólo nos habíamos aproximado. Por otra parte, vuelvo a contar con las letras de Javier Laguna y, además, se impregnan de ese mundo sonoro de Nueva Orleans que encierran mis tres trabajos anteriores. Esas reminiscencias del jazz de Nueva Orleans siguen presentes en este cuarto disco, pero también entendí que ese universo no era suficiente para expresar todo lo que tenía que decir y, por eso, quise profundizar en nuevos sonidos como el folk de Latinoamérica, el tango, el swing, la copla y, sobre todo, los ritmos cubanos.
¿A qué se debe el título del álbum, que suena a una declaración de intenciones?
Si sucede, conviene es una expresión cubana, aunque, recientemente, supe que se le atribuía a Shakespeare, pero con una variación: "Todo lo que sucede, conviene". El caso es que me la dijo Manuel Machado, mi trompetista, un día en que nos habíamos quedado colgados sin transporte en medio de la nada: 'Tranquilo, si sucede, conviene', con ese acento cubano tan musical. Entonces, yo le busqué el doble sentido a esa expresión, que transmite una cierta paz y tranquilidad, y que resulta tan importante en estos tiempos en los que todo tiende al agobio y a las prisas. Para mí, esta frase no habla de resignación, sino de una aceptación activa de las cosas tal como vienen, que es una filosofía muy cubana.
¿En qué medida refleja este álbum un momento vital?
Creo que cualquier artista expresa en su trabajo el momento vital en el que se encuentra. Es inevitable. Pero, en mi caso, es cierto que se dieron unas circunstancias concretas: decidí abandonar la noche, dejar de componer canciones mientras limpiaban los bares y canalizar una energía más luminosa. Por lo general, uno tiene esos hábitos tan arraigados que no ve lo difícil que es cambiarlos, aunque sabe que llegará un momento en que tendrá que romperlos. En mi caso, llegó ese momento y he optado por vivir más el día que la noche, con unos hábitos de vida más sanos y una mayor conciencia de las cosas. Por eso, este es un álbum más cristalino, más diurno, creado con los ojos bien abiertos y la voz más limpia, porque también quise canalizar esa energía y ese ritmo en las canciones. En definitiva, ahora trato de expresar otras cosas.
¿Cuál es la canción más representativa de esa nueva mirada de Zenet?
Perdona es una composición muy sencilla y muy fresca, con una letra maravillosa, pero Mil veces prefiero es tal vez la más representativa porque es una balada suave de bossa nova, un tanto naif y casi infantil, incluso en su planteamiento. Creo que ese toque naif de la canción, que además fue el single de presentación del disco, casa con la mirada ingenua de la que hablaba antes, que busca vivir más el día y descubrir nuevas cosas, que se manifiestan en las pequeñas cosas. Y en esta exploración de nuevos caminos te vas apropiando de canciones como esta y descubres que también puedes hacerlas tuyas. Al final, cada canción es un universo y, en conjunto, hemos hecho un disco de contrastes.
La financiación de este disco se sufragó a través de una campaña de micromecenazgo. ¿Cuál es su balance de este sistema?
El balance fue muy positivo y me sentí muy cerca del público a a través de esta vía, que participó desde distintas partes del mundo y se volcó a cambio de sombreros o de cuadros míos. La experiencia fue maravillosa.
Con todo, ¿este giro sonoro y estilístico podría ser el germen de futuras sendas creativas?
Sin duda, este disco simboliza el paso necesario de cerrar una etapa y abrir otra. En ese sentido, con este disco entramos en un nuevo mundo que empieza, pero que no termina aquí, sino que será un punto de partida para los futuros discos que vendrán.
Canarias es una parada habitual en sus giras, que han incluido su presencia en el WOMAD. ¿Con qué sorprenderá al público en esta ocasión?
Canarias es fantástica y tengo muchas ganas de que llegue esa tanda de tres conciertos en tres de las islas. Siempre me han tratado de maravilla y, además, me cautivan su buena mesa y sus buenas costumbres. Los conciertos en Canarias serán en formato cuarteto, con una buena base rítmica formada por José Taboada, a la guitarra; Manuel Machado, a la trompeta, y Raúl Márquez, al violín, a quien es un espectáculo ver en directo. Yo me quedo a veces tan embobado viéndole, que me olvido de entrar a cantar cuando me toca (risas). Como cuarteto, hemos adecuado el repertorio y los ritmos a este formato a cuatro para que se repartan bien las sonoridades. Y en cuando a las canciones, interpretaré prácticamente entero todo el Si sucede, conviene, pero, por supuesto, habrá una mirada atrás hacia los temas antiguos más conocidos.
