La Provincia - Diario de Las Palmas

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Teatro

"La producción local es cada vez más exigente y el público lo percibe"

"Mi personaje representa la parte dura de la medicina, donde se desarrollan las emociones", explica la actriz Blanca Rodríguez

La actriz Blanca Rodríguez, en un encuentro en el Teatro Cuyás. LA PROVINCIA / DLP

¿Cómo es el personaje de la doctora que interpreta en Siempre Alice?

Siempre Alice narra la historia de la familia Howland desde que se le detecta a Alice Howland, la protagonista, la enfermedad de Alzhéimer precoz. Mi personaje representa a la parte clínica de este proceso a través de la profesional de la medicina que le hace el diagnóstico a Alice. Además, esta doctora se siente muy identificada con el personaje de Alice, porque ella también es una profesional de su trabajo, puesto que Alice es Doctora en Comunicación y en Ciencias del lenguaje. Por lo tanto, a mi personaje le toca ese papel difícil de tener que diagnosticar una enfermedad a alguien a quien admira mucho. Y en este proceso, toma conciencia de que el Alzhéimer es una enfermedad que le puede atacar a cualquier en cualquier momento, con independencia de la condición, el sexo y las circunstancias personales.

Por tanto, ¿se entrecruzan muchas emociones y dudas contenidas en este personaje?

Evidentemente, es un personaje complejo porque representa la parte más dura de la medicina y sus profesionales, que no pueden implicarse emocionalmente en el caso del paciente, pero lo cual no quita que se desarrollen, a veces, unas emociones determinadas. Las emociones siempre se manifiestan más allá de lo que es lo estrictamente profesional, sobre todo, cuando existe una relación de cercanía hacia ese paciente. Por eso, es un reto complicado y eso convierte a esta doctora en un personaje muy interesante, porque le toca esa faceta del no poder mostrar, pero estar sintiendo. Al fin y al cabo, los médicos son, ante todo, personas.

¿Cómo ha sido el trabajo a las órdenes del director grancanario Víctor Formoso?

El trabajo ha sido fabuloso, porque Víctor Formoso es un director muy joven, pero lleno de talento. Esta no es la primera vez que trabajo con él, porque ya habíamos trabajado juntos, como actores en escena, en el espectáculo Tres, también junto a Mari Carmen Sánchez. Y más adelante, el año pasado, ambas tuvimos la suerte de que nos dirigiera en el espectáculo Lo que no se dice, que interpretamos en la Sala Insular de Teatro. Entonces, desde esta experiencia puedo afirmar que trabajar con Víctor es muy agradable, porque es una persona que tiene las cosas muy claras. A veces, los actores nos encontramos en situaciones en las que el director no sabe bien lo que está buscando o que es ambiguo a la hora de expresar lo que quiere. Pero Víctor es muy concreto y es un hombre muy arriesgado, lleno de talento y en Canarias -y en Gran Canaria, en concreto-, tenemos la suerte de que haya gente como él, que está saliendo con tantas ganas de hacer bien el trabajo y, con esto, me refiero, a hacerlo con profesionalidad. En mi opinión, Víctor Formoso está a la altura de cualquier joven director que haya en el panorama nacional. No tenemos nada que envidiar a otros directores de su generación.

¿Usted percibe esa comparación o esa tendencia a ensalzar el trabajo de fuera frente a los proyectos locales?

A veces, parece que la lejanía de Canarias nos coloca en una posición de desventaja con respecto al panorama nacional, pero no es así. Siempre Alice va a dar un resultado muy profesional y eso será así gracias al talento de Víctor Formoso. Como ves, estoy encantada con poder trabajar con él.

¿En qué medida supone una buena oportunidad para el montaje su estreno en el teatro Cuyás?

El puntazo es que en la isla de Gran Canaria tengamos la suerte de tener un teatro como el Cuyás, que hace programaciones de primera línea y que permite, a su vez, la coproducción a producciones locales. ¿Qué significa esto? Pues que, de repente, una, como profesional, no sólo está viendo trabajos de primerísima línea en un teatro que está consolidado como uno de los mejores de Canarias, sino que el mismo hecho de poder acceder a estos trabajos de primera línea hace que nuestro nivel suba y que nuestra producción teatral esté al lado de producciones de mucha calidad. En definitiva, todo esto redunda en que seamos todavía más exigentes, que subamos el nivel y que el público lo perciba. Ya hace muchos años que se están haciendo producciones de primera línea y esa es la confirmación de la madurez de esta profesión aquí en las islas. Y esto se debe, en parte, al teatro Cuyás, al Cabildo de Gran Canaria, a la programación que se hace y a la confianza que se deposita en las producciones locales.

Su discurso suena bastante optimista para los vientos que soplan en el sector cultural. ¿Cuáles son las perspectivas actuales del teatro en Canarias?

Sin duda, porque las cosas no van necesariamente a mejor, sino que nosotros luchamos para que vayan a mejor. La situación no es buena, pero nunca lo ha sido en el teatro porque el teatro siempre ha estado en crisis. Con esto quiero decir que en este sector siempre ha habido escollos, obstáculos y problemas, pero te puedo asegurar que, en este momento, el que exista una ciudad como Las Palmas de Gran Canaria con cinco espacios de exhibición teatral, como son el Auditorio Alfredo Kraus, el Teatro Pérez Galdós, el Cicca, el Cuyás y el Guiniguada, permite que haya un público consolidado y que haya una profesión más consolidada y exigente, porque el público también lo es. Al fin y al cabo, esa es la manera de que el público acceda, conozca y compare el trabajo foráneo con el trabajo local, y que pueda decir: "Pues tenemos actores de primera línea". Creo que lo interesante y lo maravilloso de un espacio de exhibición es poder ver en el mismo teatro a Aitana Sánchez Gijón o a Carlos Hipólito, y a Luifer Rodríguez o a Mari Carmen Sánchez, y poder decir que todos están al mismo nivel.

En este sentido, ¿el Cuyás es el centro que mejor alterna la programación de producciones foráneas y locales?

Por ahora, el Cuyás es el único local que está apostando también por las producciones locales en Las Palmas de Gran Canaria. Lo interesante sería que también el Gobierno de Canarias pudiera implicarse más, no sólo en una sala como el Guiniguada, que es una buena sala de exhibición, pero en la que no se da esa coproducción o, al menos, no con la estabilidad que tiene la programación del Cuyás. Por supuesto, el Guiniguada es necesario y se pueden exhibir y ver buenos espectáculos locales, pero no en una programación estabilizada como la del Cuyás.

Con todo, el equipo de Siempre Alice declaró en su presentación que "se ha hilado muy fino en este montaje", ¿en qué aspectos lo percibirá el público?

Pues se ha hilado muy fino, en primer lugar, en la selección del cásting y, en segundo lugar, en la producción, esto eso, la iluminación, el sonido o el diseño de escenografía, para que ese producto final tenga el nivel y la calidad que exige una producción de primera línea para acceder al Cuyás. Por eso, hemos hilado muy fino porque queremos que este proyecto se consolide aún más, de modo que producciones de este calibre puedan girar no sólo dentro del territorio insular, sino que también en el territorio nacional, con la calidad que ello exige. Una vez más, luchamos contra la idea de que la lejanía sea un handicap, porque la distancia geográfica no puede ser síntoma de que estemos lejos de todo. Al contrario, a veces estamos mucho más cerca de la profesión de lo que parece y de lo que creen, incluso, los que se dedican a esto, tanto desde fuera como los propios canarios.

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