La designación de Roman Polanski para presidir la ceremonia 2017 de los César del cine francés ha vuelto a despertar la polémica que persigue al cineasta desde hace 40 años, cuando fue acusado de abusar de una niña de 13 años en EE UU. La asociación feminista Osez le feminisme! criticó ayer la decisión de la Academia del cine francés.