El timplista Domingo Rodríguez El Colorao activa en 2017 el espectáculo Encrucijada con una gira que llevará este espectáculo a los teatros de Gran Vía, en Madrid, y a las islas de Fuerteventura, Lanzarote y Tenerife. Las fechas están por definir, porque tal como razonaba ayer Rodríguez, dependerá de los compromisos personales y profesionales de la amplia nómina de músicos, cantantes y colaboradores que ha embarcado en este viaje de ida y vuelta entre las geografías musicales de Europa, América y África.

"La idea es llevarlo a Madrid a un teatro con un aforo de unas mil personas, pero todo depende de las fechas y la disponibilidad de la gente", explicaba ayer el timplista. Con la premisa de convertir Encrucijada en punto de encuentro de artistas de estos tres continentes, presidido por el papel de Canarias como plataforma de intercambio cultural, Domingo Rodríguez El Colorao estrenaba este espectáculo los pasados 22 y 23 de diciembre en el teatro Cuyás con la voluntad de que tuviera un mayor recorrido. Ahora se asoma esta posibilidad en el calendario no exenta de dificultades dado el equipo que lo acompaña. En Encrucijada, que llevará a Madrid y a las otras tres islas el mismo elenco artístico de su puesta de largo en el teatro Cuyás, participan como figuras internacionales que subrayan la convergencia sonora con América y África el cuatrista venezolano Gustavo Colina y el músico argelino Kino Ait Idrissen, virtuoso con los instrumentos tradicionales del país como son mandolina, guimbri, bendir y carcabas. A estos dos se une Kepa Junkera, el vasco que maneja la trikitixa, habitual en los escenarios canarios tanto en solitario como por las colaboraciones con el timplista José Antonio Ramos.

Y junto a ellos, Yeray Rodríguez, Juan Carlos Pérez, Abelardo García El Tormento, Joana García, Alberto Pérez Naranja, Fabiola Socas, Julito González y Eduardo Duque, se integran en este mosaico tricontinental. "La idea es que se produzca esa fusión sin que ninguno pierda la esencia", detalla Domingo Rodríguez El Colorao.

El timplista majorero mantiene una intensa actividad desde el pasado año, toda vez que, además del estreno en el Cuyás, afronta su primera residencia artística en la Fundación Auditorio y Teatro. Proyectos como Suite canaria con la Orquesta Bela Bartok, en el Galdós, o el próximo concierto del ciclo A solas para el Alfredo Kraus, le permiten mostrar todas las variantes del timple, historia y protagonistas.