Los dos últimos conciertos que ofrece el 33º Festival de Música están teniendo algo más público de su parte, al menos en las citas programadas ayer jueves y el próximo sábado en el Alfredo Kraus, en la capital grancanaria, pero sin cubrir siquiera la mitad del aforo. Anoche, el programa que interpretó la Orquesta Sinfónica de Tenerife con dirección del maestro madrileño Arturo Tamayo, que tenía como protagonista al músico, compositor y artista Juan Hidalgo, tuvo una respuesta menos generosa de lo que se esperaba, con un aforo por debajo del medio, y muy lejos de tener al completo la sala sinfónica del recinto capitalino. Las previsiones de público de cara al sábado apuntan al lleno, aunque aún está por ver. El dato permitiría cambiar el signo más frecuente de esta edición: el de patios de butacas escasamente poblados, rondado el vacío, que se han prodigado en las citas del Festival en el transcurso de los programas ofrecidos. Anoche no completó su aforo en el Alfredo Kraus, que presentaba butacas vacías en las filas más próximas al escenario, si bien el resto de asientos estaba medianamente cubierto con motivo del efecto Hidalgo y la presencia de la Orquesta Sinfónica de Tenerife. En programa, el reestreno de Tal Vez/Perhaps, de Hidalgo, compuesta en 1998 por el Premio Nacional de Artes Plásticas en memoria de Charles Ives; The unanswered question, de Ives; y Enwartung, de Arnold Shönberg, con la soprano Carole Sidney Louis. Un programa cuyas tres obras tenían conceptos en común, en sintonía con las formas de composición y estética de Juan Hidalgo, tal como explicaba esta semana el propio director Arturo Tamayo, que con el visto bueno de Hidalgo acometió la interpretación de esta pieza que tuvo un atropellado estreno en el Festival canario en la edición de 2000. Este concierto se repite hoy viernes en Los Jameos del Agua, en Lanzarote, con todo el aforo vendido. Para el concierto de clausura con la Mozarteum de Salzburgo presentará un lleno absoluto el próximo domingo 4 de febrero en el Alfredo Kraus. En el Auditorio de Tenerife qudaban ayer entradas disponibles para la cita de clausura con la Mozarteum de Salzburgo, que se celebra hoy viernes. Las previsiones apuntan que el recinto tendrá una entrada generosa, si bien habrá que esperar hasta esta noche. Por contra, el concierto que en este auditorio ofreció anoche la Banda Sinfónica Municipal de Las Palmas de Gran Canaria, tuvo una escasa entrada. Un registro muy similar al que recibió la Banda Sinfónica de Tenerife el pasado 25 de enero en el Alfredo Kraus. En una sala con numerosas butacas vacías, la formación grancanaria, con dirección de Óscar Navarro y el solista Radovan Cavallin, al clarinete, completaba los cuatro conciertos que le asignó la organización del 33º Festival de Música. Con obras de Bernstein, De Meu, Ferran y Navarro, la Banda ha estado en gira en cuatro de las islas. Salvo en Tenerife, que actuó en el Auditorio, en las islas de El Hierro, La Gomera y La Palma (días 29 y 39 de enero y 1 de febrero, respectivamente), lo hicieron de en recintos de menor aforo.