El rumano Calin Peter Netzer cerró ayer con una convincente historia de desamor el desfile de las aspirantes al Oso de la Berlinale, con Aki Kaurismäki encabezando las preferencias generales, lo que no necesariamente implica que vaya a ser esta la opción del jurado presidido por Paul Verhoeven.

Cuatro años después de ganar el Oro con Pozitia Copilului, Netzer regresó al festival con Ana, mon amour, un complejo filme disfrazado de historia de amor entre un muchacho de buena familia y una chica de bajo estrato.

La cinta fue un muy buen cierre para la ronda de los 18 aspirantes al Oso, que compartió la jornada a competición con Hao Ji Le (Have a Nice Day), de Liu Jian, una imaginativa película de animación envuelta en cierto galimatías, en el que radica el encanto del filme.

Ambas películas serían dignas merecedoras del Oro del festival, que tras un mal arranque inicial -con Django y The Dinner- se ha rehabilitado con The Party, de Sally Potter, Toivon Tuolla Puolen, de Kaurimäki, y Bamui Haebyun, del coreano Hong Sangsoo.

Las preferencias del público y la crítica internacional que sigue la Berlinale se inclinan claramente por Kaurismäki, a lo que se suma el anuncio del cineasta a un medio finlandés apuntando a una retirada, lo que daría al Oso un rango de premio al genio. Al jurado que preside el holandés Verhoeven -con el mexicano Diego Luna entre sus miembros- le corresponderá buscar "su" película entre las 18 aspirantes, con la independencia que se espera su juicio soberano.

En lo respecta a las interpretaciones, destacó la de Daniela Vega, en Una mujer fantástica, del chileno Sebastián Lelio, mientras que la otra representante del cine latinoamericano a concurso, Joaquim, podría darle el correspondiente a mejor actor a Julio Machado.

Por su parte, el actor australiano Hugh Jackman llevó ayer a la Berlinale una declaración de amor a Logan, el mutante que ha interpretado durante 17 años, al tiempo que minimizaba la polémica por la aparición en el nuevo filme de la serie de mortíferos niños programados como máquinas asesinas.

"Amo este papel, lo echaré de menos, porque es parte de mi viaje vital", explicó el actor, que se despide de su personaje de las manos como cuchillas, exhibida en la sección oficial, fuera de concurso.