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Entrevista

"Hay machismo en el heavy, en la música y en todo el mundo"

"Las Runaways fue un impacto brutal para todas nosotras, eran realmente un grupo de chicas hipnotizantes", revela Marina Di Guida, bajista de Lizzies

"Hay machismo en el heavy, en la música y en todo el mundo"

Este primer disco parece que busca recuperar el sonido de las bandas de heavy metal más clásicas. ¿Ha sido esa la intención?

Lo que nosotras más escuchamos son los clásicos de los finales de los setenta y principio de los ochenta y al final es lo que sale. Hay muchos estilos dentro del heavy metal, y nuestras influencias son infinitas, pero nosotras siempre decimos tres grupos claves que son Motorhead, Judas Priest e Iron Maiden. Son nuestra triada perfecta, y de cada alguno cogemos alguna cosa. Eso no significa que nos parezcamos a ellos musicalmente, pero sí que hay cosas que están porque nos encantan el macarrismo y hay canciones que son muy de ese rollo.

Sin embargo, la imagen de Lizzies recuerda un poco a la de las Girlschool.

Nos molan, pero al final cada una tira más por su estilo, aunque nos parezcamos. Nos molan mucho las chicas de aquella época. Sin embargo, la primera canción que aprendimos a tocar fue una de las Runaways y la segunda otra de las Girlschool. Pero lo de las Runaways fue un impacto brutal para nosotras. Nos preguntábamos cómo esas chiquillas en los años setenta podían hacer esa música. Fue pensar, "somos tías, pero nos da igual y hacemos lo que queremos", Realmente eran hipnotizantes.

¿Tenían experiencia previa?

Realmente no. La guitarrista y yo empezamos y aprendimos a tocar formando el grupo. Empezamos en 2010 sólo Patricia y yo, pero no nos establecimos como grupo hasta 2012. Antes hicimos bolos por Europa, pero la gira grande ha sido tras publicar este primer disco.

El vídeo de la canción 666 Miles desprende cierta ironía.

Queríamos hacer un vídeo un poco divertido, y quisimos hacer además una parodia de lo que la gente cree que es tener un grupo, en plan esta gente está todo el día de fiesta y drogándose. Dijimos "vamos a pasárnoslo bien, a hacer una parodia de los ochenta", y al final fue divertidísimo hacerlo.

¿Y estar en un grupo al final no es todo tan divertido?

No, hay mucho trabajo detrás, mucho estrés, pero luego vale la pena. Cuando estamos tocando la gente no ve lo que has hecho semanas antes, o toda la preparación que lleva preparar al disco.

Supongo que estarán cansadas de que les pregunten sobre las dificultades de un grupo de chicas en el heavy metal.

No es que no nos guste que nos lo pregunten. Pero lo de ser chicas es que, cuando empezamos con el grupo, estábamos obsesionadísimas con las Runaways, y queríamos hacer algo parecido. Y, por el otro, que éramos chicas porque éramos amigas del instituto, y sólo nos faltaba una batería. Pensamos "vamos a coger también una chica, que no es nada habitual". Y la verdad es que fue un poco por eso, para hacer un poco la gracia.

¿Han notado que el heavy es un mundo de hombres?

Lo hemos notado dentro del heavy, de la música y del mundo en general. Hay muchísimo todavía. Hemos comprobado que, por el hecho de ser mujer, tienes que demostrar las cosas extra, el doble. Porque parece que, si eres una chica y te van bien las cosas, es porque algo habrás hecho por ahí para que te vaya bien. No porque tú te lo has ganado con tu esfuerzo. Son pruebas enormes de que sigue habiendo machismo en todos lados y que a la mujer no se le reconoce por su esfuerzos propios, y siempre se duda del esfuerzo de una mujer, y no se duda de el del hombre.

Y tampoco se ve como normal que el heavy guste a las chicas.

Siempre se relaciona lo que suena más duro con lo masculino, y lo más suave con lo femenino. Y son simplemente roles que se les ha dado a cada sexo, pero que no es así. Puede haber hombres dulces y mujeres que son más duras.

¿De qué tratan las canciones?

Un poco de todo. Las canciones de nuestro primer EP trataban de religión o sacrifico, era más oscuro. Pero en este disco trata sobre todo de la carretera, que es como estar en un punto en el que no estás en un sitio ni en el otro, y que eres libre. Nos encanta hablar de la experiencia de ir por ahí a tocar. Tenemos algunas canciones sobre el hecho de que te juzgan sin saber bien lo que has hecho. Tenemos una canción, Night in Tokyo, que va de un sueño de la guitarrista que al final fue el estribillo de la canción. Después pusimos cosas que no tienen sentido, como cuando sueñas, y nos pareció divertido

¿No sería más fácil para ustedes componer en español?

Ni nos lo planteamos porque nos salió muy natural hacerlo así. Nos sentimos más cómodas cantando y componiendo en inglés.

Aparte de la música, ¿cuáles son sus ocupaciones?

Estamos estudiando todas. Patricia está en la carrera de biología, Elena con educación infantil, y yo estoy en traducción.

La portada sigue la tradición de juntar rock y cómic.

La hizo Mario Rivière, que trabajó con nosotros también para un single que hicimos con el título de Viper. La idea de la portada nosotras sacamos la idea de la película Big, que protagonizaba un joven Tom Hanks y en la que aparecía una máquina de feria donde había un adivino. Esa ideas nos molaba. Y es que en todas las canciones hay como una especie de pincelada del tema del azar, el destino, la suerte. Y pensamos "¿por qué no hacer usar esa idea que es impactante y directa?". Y como estamos hablando del azar y la suerte encajaba muy bien. Nos gusta la cultura del cine. El nombre del grupo hace alusión a la banda callejera que sale en la película The Warriors de 1979 de Walter Hill.

¿Les ha beneficiado haber grabado en un sello sueco?

Una forma concreta y entendieron bastante el rollo que llevábamos y puedes trabajar mejor cuando te entienden y confían en tu trabajo. Ya que la discográfica lo ha movido un montón de cara a los conciertos. Tenemos intención de seguir con esto y salir para adelante, pero es cuestión de organizarse.

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