La actriz y activista francesa Brigitte Bardot, icono sexual en la década de los sesenta, asegura que toda su vida ha sido "prisionera" de sí misma. "Nunca he podido llevar una vida normal. Ir a tomar una copa a un restaurante. Caminar por la calle para mirar escaparates", indica en una entrevista en el diario Le Figaro.