La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

"Hay un interés por crear un mundo de buenos y malos, por instilar el miedo"

"En los 80 nació nuestro presente, en el que ya no interesan las personas", reconoce la periodista Rosa María Calaf

Rosa María Calaf. LP/DLP

Rosa María Calaf cree que se informa demasiado desde la emoción y muy poco desde el conocimiento, lo que influye en el mundo que estamos creando, cada vez más polarizado. "Hay un interés por crear un mundo de buenos y malos, de instilar el miedo", asegura. Hemos abandonado el interés por las personas, por otros más mercantilistas. "Simplificar diciendo que con los refugiados entran yihadistas es manipular la realidad, algo tan viejo como la humanidad", añade. Y es que "quieren que destruyamos la idea de una Europa de los valores".

Usted ya fue en 1984 a Estados Unidos para hablar de 'espaldas mojadas'.

Es que en los 80 nació nuestro presente. Ahora estamos viendo cómo se ha consolidado esa tendencia a la banalización, a pasar sobre las cosas superficialmente. Con Reagan ya triunfa la idea de buscar el enemigo exterior. Trump dice "America first", pero Reagan ya decía "Better off", o "Make America great again". Fue entonces cuando se comenzó a construir una sociedad que abandona el interés por las personas y pasa a valorarlo todo con parámetros mercantilistas, a través del dinero, no importa cómo se consiga.

Esa ola de crudo egoísmo, de ombliguismo, se extiende.

Es una realidad. Se ha conseguido consolidar una sociedad muy individualista, preocupada exclusivamente por lo económico, por los fines inmediatos, frente al interés común o la defensa del derecho a una vida digna.

¿Se traiciona Europa rechazando a los refugiados?

La idea de una Europa unida, de una Europa de los valores, está totalmente desvirtuada. Y se ha conseguido desde dentro, por determinadas personas que, como un Caballo de Troya, pretenden destruir y convertir a Europa en otra cosa. No es sólo un mercado, es un ámbito de respeto por los derechos. Eso se tambalea profundamente. Quieren que destruyamos esa idea antes que recuperarla. A quienes conviene que Europa desaparezca no es a los europeos, sino a determinados intereses que no quieren una Europa fuerte que legisle a favor de las personas. Como ciudadanos debemos defender esa Europa del respeto por las personas. Esos ideales se están traicionando.

Se esgrime contra los refugiados el riesgo del yihadismo.

Eso es absurdo completamente. En Estados Unidos y en Francia los yihadistas han nacido allí. Se criminaliza a toda esta gente, que abandona todo lo que tiene, porque no les queda otro remedio, porque nadie se va de su casa porque le divierta. Lo que hay que buscar es por qué se van y quiénes son los responsables de que eso ocurra y qué parte de responsabilidad tenemos nosotros en que eso ocurra. Ahí es donde habría que poner el debate. Simplificar diciendo que con los refugiados entran yihadistas es manipular la realidad y hay datos que prueban que no es así.

Estuvo en Grecia en mayo.

Son evidentes los tres planos que implica la emigración. Se habla del impacto de cuando llegan, del niño Aylan, de emoción, pero hay un escaso conocimiento de esa realidad. No se habla de los griegos, que están siendo castigados con un descenso del turismo por hacer lo que tienen que hacer, que es acoger. Y hay un tercer nivel, el de los turistas, que viven a su bola, como si lo de los refugiados fuese un decorado y no entienden qué pasa. Estamos creando un mundo disociado, de ética desactivada, y cada vez se pretende que la desactivemos más, que consideremos normales situaciones que no lo son. Se nos informa con la emoción más que con el conocimiento. Nos emocionamos, somos solidarios puntualmente, pero a los dos días esa noticia se sustituye por otra, y no hace que nos hagamos preguntas.

Y en Siria, ¿quiénes son responsables?

Los grandes intereses regionales apoyados por los grandes intereses occidentales. ¿Quién envía ese armamento carísimo, tan difícil de manejar? Detrás de eso hay una financiación interesada, unos grandes beneficiarios económicos y un interés en crear un mundo de buenos y malos, inmerso en el miedo. Manipular a las ciudadanías instilando el miedo es tan viejo como la humanidad. Amin Maalouf lo dice, hay muchos líderes preocupados de contagiar el miedo a lo diverso.

Habla de conflictos olvidados.

Comenzando por el de los refugiados. Cuando salta la foto del niño Aylan, se creía que las migraciones habían comenzado el día anterior, cuando en el mundo hay casi 80 millones de personas que han tenido que dejar sus casas. No es de ahora. Salen de conflictos armados que se sustentan en una lucha por los recursos, en la injusticia, pero que se presentan como conflictos religiosos o raciales, la etiqueta fácil de buenos y malos que les ponemos. El gran problema del mundo es la injusta distribución de los recursos. Si no mejoramos la calidad de vida de las personas, desde un punto de vista material y de los derechos y las libertades, tendremos un mundo lleno de conflictos, y de conflictos olvidados, de los que sólo hablaremos cuando afecten a nuestros intereses.

¿Y qué pasa con los medios de comunicación?

Pues que su vocación de servicio a la ciudadanía ha sido sustituida por otra más mercantilista. Cada vez están más volcados en el entretenimiento, en el mejor de los casos para mejorar su cuenta de resultados, y en el peor, para manipular las ideas.

Compartir el artículo

stats