Ahora que el frío invernal empieza a huir hacia el hemisferio sur, La Laguna gana puntos para disfrutar de una pequeña escapada primaveral. En un fin de semana, vale para todo: para pasear por su casco histórico, para tomar unas cañas con una generosa tapa, para disfrutar de la rica gastronomía tinerfeña, para conocer un poco mejor la Historia del Archipiélago, como campamento base para alguna excursión o para dejarse llevar en una noche de fiesta.

Vinculada a la memoria de muchas familias canarias por su universidad, La Laguna se ha convertido en los últimos años en un reducto para pasar unas jornadas de ocio. Desde la Iglesia de la Concepción hasta la Plaza del Adelantado, la oferta para -por ejemplo- pasar una noche de sábado es amplia y de nivel. Para cenar, las alternativas son multitud: El Esquinazo (C/Marqués de Celada, 15), Tasca la Venta de la Esquina (Pl. Doctor. Regulo Pérez) o el Restaurante Guaydil (C/ Dean Palahí, 26) aparecen en el horizonte como lugares para pasar una buena velada -platos excelentes, buenos vinos y precios para todos los bolsillos-.

Si el cuerpo pide más y el objetivo es alargar la noche, aunque la vida nocturna poco tiene que ver con la movida universitaria de los años 80, en El Rincón de Tintín (Plaza de la Concepción, 7) se puede disfrutar de un ambiente agradable para tomar algo y hacer frente al siguiente dilema: seguir o retirarse para aprovechar el siguiente día. Si triunfa la opción A, en Aguere Espacio Cultural la noche se puede prolongar hasta la madrugada; si la fiesta se acaba, las posibilidades para disfrutar de todo el domingo se multiplican.

Desde La Laguna, sin tener que afrontar una larga jornada al volante, se puede pasear a primera hora del día y visitar las iglesias de la ciudad; parar en Casa Tomás para saborear unas ricas costillas; y continuar el camino hasta La Orotava para disfrutar del atardecer -y un combinado- en el Sunset 290 antes de afrontar el viaje de vuelta a casa.

A Tenerife se puede llegar, a diario, en avión -Binter y Canaryfly- y barco -Fred. Olsen y Armas-.