La gira de Crónica de un movimiento, primer disco de larga duración de La Perra de Pavlov, escribe los últimos capítulos de su viaje musical con paradas en Gran Canaria, Tenerife y Madrid. La banda compuesta por Néstor Hernández (guitarra), Alberto Rodríguez. (guitarras y sintetizadores), Edu Cabrera (voz y guitarra) y Eduardo Fernández-Villamil (batería) afronta los últimos conciertos en defensa de este repertorio de pop eléctrico y ritmos bailables que rubrica el sello genuino de la formación grancanaria.

El cierre del tour al abrigo de su primer proyecto discográfico coincide con la antesala del 10º aniversario de la banda el próximo 2018, que consolida a La Perra de Pavlov como una de las bandas más estables del panorama local con proyección en el mapa nacional.

A modo de retrospectiva, Néstor Hernández asevera que "nuestro balance como grupo es positivo". "Nosotros hemos cumplido nuestro sueño, que ha sido grabar nuestro primer disco, sacarlo al mercado y distribuirlo a nivel nacional", sostiene. "Por eso, el camino ha merecido la pena y estamos muy contentos, porque todos los conciertos que hemos dado a partir de la presentación de Crónica de un movimiento en el Cicca han ido muy bien y el disco ha rodado como nosotros esperábamos".

Precedido por dos Eps, 12 días en el extrarradio (2010) y Claroscuro (2011), Crónica de un movimiento (Indica/Altafonte, 2016) se financió en parte por sus seguidores mediante una campaña de crowdfunding y se grabó a caballo entre Madrid, Valencia y Gran Canaria a las órdenes del productor Fernando Boix (Polock, Sexy Zebras), para su masterización posterior en Nueva York por Dave McNair (Beck, Bruce Springsteen).

Su repertorio se basa de un track de 10 temas, entre los que desfilan Zapatos o Malibú, que integran un mosaico dinámico de canciones, con fuerza en el directo, vestidas con ritmos enérgicos y sonidos eléctricos de la mano de una buena base rítmica, juego de guitarras y sintetizadores ochenteros.

El álbum sube un peldaño crucial en la escala de la banda, que despuntó a comienzos de 2008 a la luz de influencias como Iván Ferreiro y que, con el transcurso de los años y las canciones, se sitúa en el terreno del indie-pop-rock con secuencias de baile y riffs pegadizos en la estela de bandas como Two Door Cinema Club. "Nosotros hemos hecho el disco que queríamos", certifica Néstor. "Creo que la evolución es clara, porque nuestra iniciación y progreso ha sido dentro del grupo: nuestro aprendizaje total como grupo ha sido con el propio grupo".

En los albores de su 10º aniversario, La Perra de Pavlov tiene claro en qué momento se encuentra. "Somos un grupo totalmente independiente y que se autofinancia, con nuestros escasos recursos llegamos a dónde podemos, no tenemos unas grandes acciones promocionales ni apoyo de radios, pero el disco ha ido gustando poco a poco y la gente nos escucha bastante".

Trayectoria

A sus espaldas se extiende una trayectoria de nueve años de "muchísimo trabajo y esfuerzo, de sacrificios, de perder dinero y de enfrentarnos a todo". "Pero seguimos en esto porque la gente todavía viene a vernos", ríe el músico.

El trayecto ha registrado altibajos en distintos momentos, acusados por la crisis del sector y por la distancia geográfica, pero de los que la banda ha salido reforzada por su cohesión interna -pocas bandas registran los mismos componentes desde sus comienzos- y su empeño en hacer música.

"Como en cualquier relación, ha habido momentos malos, pero no entre nosotros, sino por distintas circunstancias dentro del panorama musical en general, tanto por la competencia tan alta que hay como por nuestra propia impaciencia", apunta Néstor. "Al final, te das cuenta de que lo único que quieres es hacer música y que las expectativas no pueden ir por delante de eso. Hay que tener paciencia. Nosotros hemos hecho el disco y seguiremos avanzando, pero el futuro no depende de nosotros. Lo que depende de nosotros son las canciones".

Lejos quedan las primeras maquetas de una banda en ciernes bautizada detrás del famoso experimento de Iván Pavlov, transmutando el género, a iniciativa de Alberto Rodríguez. "Entonces éramos chicos de 19 o 20 años, sin idea de nada, pero que compartíamos una ilusión", recuerda Néstor. Su debut en directo en distintas salas grancanarias ha ido abriendo paso a La Perra de Pavlov poco a poco en la escena nacional con bolos en las principales salas de conciertos en Canarias y en Madrid.

En la actualidad, con mitad de la banda afincada en Madrid -los dos Eduardos- y mitad en Las Palmas de Gran Canaria -Alberto y Néstor-, la banda continúa su andadura a caballo entre ambas capitales, aunque no descartan instalarse al completo en la primera en un futuro próximo. "Siempre volvemos rápidamente a Madrid, cada año, porque sabemos que ahí, lentamente, se está cociendo algo", señalan. La banda, que conquistó un lleno absoluto el pasado noviembre en la sala madrileña Siroco, revelan que, incluso, han llegado a vender más entradas en Madrid que en su tierra.

En este sentido, sus componentes asumen las barreras que cercan el sueño de la música en las islas. "Cada vez vemos más casos: el insularismo rompe a casi todos los grupos, y muchas bandas terminan disolviéndose, porque estando en Madrid tienes todo a tu alcance e, incluso, el proyecto toma otra dimensión. A pesar de las ayudas institucionales al desplazamiento, es muy complejo irte a la península. Si no te haces una buena entrada en la sala, que encima tienes que alquilar, sales perdiendo seguro. Nosotros pudimos amortizar el otro día en nuestro concierto en Siroco, y eso fue un subidón y un paso importante, pero al que ha costado mucho llegar".

Con todo, el tramo final de la gira de Crónica de un movimiento recalará en The Paper Club, en Las Palmas (hoy), el Café-Teatro La Rayuela, en Tenerife (mañana), la sala Costello, en Madrid (22 de marzo) y en el 24 grados Festival, en Maspalomas (14 de abril), toda vez que la banda permanece abierta a la participación en posibles festivales en verano para despedir definitivamente el disco a finales de año y "ponerse manos a la obra con la celebración del décimo aniversario".

"Habrá que celebrar esta fecha y, seguramente, liaremos algo, ya tenemos un par de ideas", revela Néstor. Entre tanto, las previsiones para un próximo disco permanecen en hold hasta el fin de gira. "Estos próximos pasos todavía están pensándose, y eso es bueno, porque no tenemos prisa, sino que esperamos a que las ideas y las canciones vayan surgiendo. Y mientras tanto, seguiremos dando conciertos", concluyen.