Mento se debe al lenguaje del rock. Difícil tarea la de buscar una etiqueta que encasille o etiquete con acierto el sonido de esta formación tinerfeña en activo desde 2001. El grupo pisa hoy sábado la capital grancanaria para dar cuenta del por qué se les atribuye ser una de las formaciones que atesora un directo mayúsculo en las Islas. La cita con Mento es en Mojo Club, en la Plaza de la Música, el mismo escenario en el que se pudo escuchar hace ya tres años el repertorio del que era entonces su tercer álbum de estudio, Oxímoron (Arcadia, 2014), un disco mayúsculo en su historia armado en formato de doble Ep, Respira y Asfixia, con producción de Pablo Cebrián y Bis González.

Ha pasado tiempo desde aquello, pero nada ha cambiado en la voluntad del grupo de continuar creciendo "con otros colores", como bien explica el vocalista Daniel Ferreiro. La formación de Mento ha experimentado rotaciones en este período de ausencia de los escenarios, y que a su vez ha propiciado un cambio en lo musical que no altera el fundamento y el carácter musical de Mento. "Nuestro fuerte es el directo", asegura Ferreiro de cara al concierto que les tras de vuelta a la capital grancanaria y en el que compartirán escenario con Conjunto Podenco, el proyecto ahora en formato trío de Ángel Clavijo, José A. Fajardo y José A. López.

"En este tiempo hemos incorporando otros colores a la música de Mento, como sintes y programaciones, y sin perder la pegada y el carácter orgánico que preside el sonido del grupo", subraya el vocalista. Con Jorge Hernández al bajo, que sustituye a Daniel Badal; Carlos Arrocha y Gonzalo Álvarez, a las guitarras; y Miguel Rodríguez, a la batería, la banda ha comenzado a dar cuerpo a las nuevas canciones que serán un punto y aparte en lo volcado en Oxímoron. En este sentido, Daniel Ferreiro avanza que no está claro cuál será la estrategia de cara al cuarto álbum. "La idea es sacar algunos temas, no sabemos si con nuestro sello Arcadia Music, no de inmediato en formato Lp, sino de forma escalonada". Bromea Ferreiro con elñ hecho de que "no podemos estar un año sin sacar material nuevo", por lo que es previsible que se produzcan varios lanzamientos en los próximos meses para que la música de Mento y sus nuevos atributos conciten la atención del público.

Con Oxímoron se agotaba una etapa que dejaba atrás trabajos como The Wake y Final de un sueño sin final. Ahora cabe esperar otro giro donde la electricidad y la tensión instrumental sigan marcando los pasos de Mento. Hoy sábado, en Mojo Club, se podrán descubrir, a modo de anticipo, los caminos sonoros que traen de vuelta a la banda tinerfeña.