A grandes rasgos, ¿en qué consistirá su repertorio en formato trío en el Rincón del Jazz?
El repertorio se basará, sobre todo, en las canciones de nuestro disco Creology, que es un viaje transatlántico en el que el criollo funciona como espacio común. Este álbum tiene texturas y sabores de distintos países, como Brasil, Cabo Verde, Mozambique, Angola o el norte de África. Y también haremos algunas mezclas de jazz con los temas de mi álbum anterior.
¿Cuánto espacio dejará a la improvisación?
En este disco, en concreto, no existe tanta improvisación como en el anterior, pero siempre hay algo diferente en cada interpretación. Mi música vive del arrojo y del espacio en el que se produce.
Su repertorio siempre transita de un idioma a otro, ¿se atreverá hoy con el español?
Pues tal vez lo intente con el español, ¿quién sabe? Lo que realmente me gusta del lenguaje es cómo cada idioma me concede distintas oportunidades para explorar mi alrededor o para expresarme a mí misma.
¿Cómo describiría su relación musical con el bajista Theo Pascal, con quien hace tándem desde hace más de una década?
Nuestra relación es muy profunda y ha estado en constante movimiento y desarrollo a lo largo de los años. Vivimos buscando siempre nuevos caminos para ser mejores de lo que somos, explorando nuevos lenguajes y sonidos.
¿Y cómo define su lenguaje musical, que se nutre de tantas influencias distintas?
Ahora mismo, mi estilo es la música lusófona mezclada con momentos de improvisación.
¿En qué aspectos ha evolucionado este estilo musical desde sus comienzos?
El cambio ha sido inmenso. Siento que mi universo musical está en evolución permanente. Por ejemplo, las canciones que grabamos en el último disco ya suenan de una manera radicalmente distinta cuando las interpretamos en directo en los conciertos.
¿Qué artistas o formaciones sitúa hoy entre sus referentes?
Mis influencias son numerosas, desde la música caboverdiana hasta el jazz. Por último, he estado escuchando mucha música tradicional de Cabo Verde, como a Cesária Évora, entre otras. Pero también he estado escuchando mucha música de otras coordenadas, como al saxofonista estadounidense Joe Hendersen, sobre todo, su disco In 'n Out, de 1964, donde le acompaña McCoy Tiner al piano.
Usted nació en Lisboa, ¿cómo se desarrolla su relación con Cabo Verde?
Yo visito Cabo Verde de cuando en cuando, en las ocasiones en que doy conciertos, pero siento que mi música bebe eminentemente de mis raíces caboverdianas. Lo que más me atrae de Cabo Verde es, sencillamente, su modo de vivir y la manera en que canalizan sus sentimientos a través de la música.
Sus inicios en la música se remontan a cuando era niña y cantaba góspel en la iglesia. ¿La música es su vocación?
Así es, ¡ya han pasado 15 años de aquello! Yo tengo la suerte de poder decir que amo lo que hago. Desconozco si la vida me conducirá por otros caminos o hacia otros propósitos pero, ahora mismo, la música es lo que quiero hacer.
Esta es la primera que visita Canarias, pero, ¿qué recuerdos tiene de su paso por España?
Nunca había estado en Canarias y realmente tenía muchas ganas. Además, mis recuerdos y experiencias anteriores en España han sido muy especiales.
