Si el domingo pasado Canarias fue protagonista en el 20º Festival de Málaga, Cine en Español con la proyección del filme de Andrés M. Koppel La niebla y la doncella, inspirado en la novela homónima de Lorenzo Silva, ambientado en la isla de La Gomera y filmado en 2016 durante ocho semanas entre la isla colombina y Tenerife, este fin de semana las Islas volvieron a cobrar protagonismo.

El pasado viernes, la película que cerraba la competición fue El jugador de ajedrez, de Luis Oliveros, un drama histórico sobre un jugador profesional de este deporte que es encerrado en una prisión del París ocupado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. El filme filmó en 2016 tres de sus siete semanas de rodaje en emplazamientos de Santa María de Guía, Arucas y Las Palmas de Gran Canaria. Ambas películas son producciones de Tornasol Films.

Del filme de Oliveros, director que proviene de la realización televisiva, destaca su pulcritud narrativa y su excelente ambientación. Como dijo en rueda de prensa el productor Juan Antonio Casado, "les hemos dicho a los americanos que nos ha costado 20 millones de euros, que es un dato muy alejado de la realidad, y no se lo creen, piensan que tiene que haber costado más. El secreto fue filmar todos esos exteriores de la ocupación alemana de París en Budapest (Hungría) con los mismos profesionales que trabajaron para el filme de Steven Spielberg El puente de los espías (2015)". El filme está protagonizado por Marc Clotet, Melina Matthews y Alejo Sauras.

Clotet defendió así a su personaje: "No es una película de héroes, mi personaje no lo es. Es gente que lo único que quiere es levantarse por la mañana. Esto que cuenta la película pasó en Europa hace 70 años, pero ahora está pasando en Siria. A mi personaje sus conocimientos de ajedrez le han dado una estructura mental que le permiten sobrevivir en el infierno, pero él no es un hombre de actos heroicos, solo aspira a recuperar a su mujer y su hija".

En Gran Canaria, las escenas que se filmaron fueron algunos exteriores e interiores de la España de los años 30 y 40, en la primera parte de la película, y, especialmente, todas las secuencias del interior de la cárcel alemana en París donde el jugador de ajedrez Padilla es recluido. Estas secuencias, que ocupan buena parte de la segunda mitad de la película, se rodaron en laberínticas galerías y estancias del cuartel Manuel Lois de la capital, un emplazamiento ubicado en el barranco de Tamaraceite ideal para esta película, pues, fue mandado a construir en 1941 por Francisco Franco con apoyo logístico de Adolf Hitler ante la amenaza de invasión aliada a Canarias durante la Segunda Guerra Mundial.

En lo que respecta al cine, el cuartel se ha postulado repetidamente en los últimos años para ocupar los platós que ahora prepara el Cabildo de Gran Canaria en terrenos anexos a Infecar. Además, ha sido usado como base logística de rodajes, entre ellos, de Palmeras en la nieve (Fernando González Molina, 2015). En lo que respecta a rodajes, fue destacado su uso en el filme del cineasta gore local Wansy Navarro en su largometraje, Dispersión mortal (2009).

Si El jugador de ajedrez tiene como fecha de estreno el 5 de mayo, el filme de Koppel La niebla y la doncella se estrenará el 8 de septiembre. Tornasol tiene pendiente de estreno este año otra película más rodada en Canarias. Se trata de El último traje, de Pablo Solarz, que narra el viaje de Abraham, un anciano sastre judío que decide embarcarse en la aventura de encontrar a un viejo amigo que le salvó hace más de siete décadas de una muerte segura en el final de la II Guerra Mundial.

Protagonizada por Miguel Ángel Solá, Ángela Molina y Natalia Verbeke, la película se rodó en Buenos Aires, París, Gran Canaria, Madrid y Lodz (Polonia). En Gran Canaria, se rodó del 22 de agosto al 2 de septiembre pasados, principalmente en el Hotel Madrid de la capital. El filme, según el productor Gerardo Herrero, se podrá ver en salas en el mes de octubre. "Actualmente, se encuentra en los últimos retoques de la postproducción".

Gerardo Herrero es propietario de Tornasol Films, la productora que más ha venido a rodar a Canarias desde la puesta en marcha de los incentivos legales al cine por parte del Gobierno de España. Con El último traje son ya nueve las películas de Herrero en las Islas. Le pregunto a Herrero por la experiencia de sus rodajes en las Islas desde La ignorancia de la sangre (Manuel Gómez Pereira, 2014). "Canarias tiene unas posibilidades enormes", responde al teléfono desde su casa de Madrid. "En primer lugar por su diversidad de paisajes y localizaciones para rodar en exteriores. También cuenta con dos capitales que permiten rodar zonas urbanas como en una gran ciudad, por no hablar del buen tiempo y la cantidad de horas de luz. Por otro lado, están los incentivos fiscales, que son imprescindibles para impulsar el conjunto. Es evidente que ha habido una mejoría más que notable en el tejido audiovisual de las Islas gracias a los incentivos. A nadie se le escapa que mientras más películas se rueden, más industria se genera alrededor, dando trabajo a empresas, servicios y técnicos".

Tornasol rodará en mayo en Fuerteventura durante dos semanas el 9º intento del filme maldito de Terry Gilliam, El hombre que mató a don Quijote, película que en su octava intentona había estado en manos del productor grancanario Adrián Guerra, que finalmente desistió de ella. "El filme de Gilliam", puntualiza Herrero, "no va por la vía de los incentivos fiscales. El rodaje en Fuerteventura estaba previsto de cualquier manera".

El jugador de ajedrez no fue la única presencia de Canarias en el festival malagueño. Antes, a las 9 de la mañana, y también en Sección Oficial, se presentaba la desconcertante, desasosegante, irreverente e impúdica Pieles, primera película del actor Eduardo Casanova, que ese día cumplía 26 años. El filme está producido por Pokeepsie Films, empresa del tándem formado por el bilbaíno Álex de la Iglesia y la canaria Carolina Bang. La también actriz tinerfeña tiene un papel en la película.

Pieles fue estrenado mundialmente en el último festival de Berlín y la convocatoria a medios fue la más multitudinaria del festival. Además de Casanova, estuvieron presentes los productores Carolina Bang y Kiko Martínez y las actrices Macarena Gómez, Carmen Machi, Ana Polvorosa, Secun de la Rosa y Candela Peña. Casanova agradeció a los productores De la Iglesia, Bang y Martínez la total libertad que le dieron para rodar y aseguró que no entiende una próxima película sin el concurso de los tres. ¿Quiere saber como luce la cara de una chica que en vez de boca tiene un ano? Pieles se estrena en cines el próximo 9 de junio.

Más nombres se han asociado a Canarias en este 20 festival de Málaga y tres de ellos relacionados con los premiados especiales. Por ser lugar de acogida de rodajes en los últimos años, el Premio Ricardo Franco a la maquilladora Sylvie Imbert nos toca cerca. La francesa afincada en España maquilló a Juliette Binoche, Gabriel Byrne y Rinko Kikuchi en la película del productor grancanario Andrés Santana Nadie quiere la noche (Isabel Coixet, 2015), rodada parcialmente en Tenerife.

Ese premio le valió a Imbert un Premio Goya en 2016 que ha actuado de espoleta para este importante reconocimiento en Málaga. Por otro lado, el premio Málaga Sur fue concedido a Leonardo Sbaraglia, actor argentino que tuvo su primer papel en España de la mano del tinerfeño Juan Carlos Fresnadillo como el protagonista Tomás de Intacto (2002), un filme cuya fuente de inspiración fue el accidente de aviación de Los Rodeos en 1977. Intacto fue rodado parcialmente en las Cañadas del Teide con la participación de la actriz grancanaria Mónica López.

En la sección Cinco minutos también se presentó un avance de la película Oro, sobre la conquista de América, parcialmente rodada en 2016 en Tenerife por Apaches Entertainment, la productora de Belén Atienza y Enrique López Lavigne, precisamente quien fuera productor de Intacto.

Padrón enseña a Banderas

Finalmente, la Biznaga de Oro Honorífica al actor Antonio Banderas fue complementado durante toda la semana del festival de Málaga con una exposición de fotos provenientes de los fondos del coleccionista grancanario Andrés Padrón en el Archivo Municipal del área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga. La muestra se clausura hoy a las 13 horas. Tras recibir el encargo, Andrés Padrón envío una selección de 50 fotos de sus fondos de fotos en papel, de las cuales han sido seleccionadas 31. Estas abarcan, a través de fotos de rodajes, imágenes promocionales y estrenos nacionales, desde los inicios en el cine de Banderas de la mano de Pedro Almodóvar hasta la película La leyenda del Zorro (Martín Campbell, 2005), éxito comercial que el malagueño protagonizó con Catherine Zeta-Jones.

"Por falta de tiempo, no pude enviarles otras muchas fotos de Banderas que guardo en formato de diapositivas y negativos americanos ", dice Padrón al teléfono desde su casa de Las Palmas de Gran Canaria. El coleccionista, que acaba de atender al Canal Sur andaluz, confiesa que su cinefilia empezó cuando presenció de niño el rodaje de Moby Dick (John Huston, 1956) en La Puntilla de la playa de Las Canteras, adonde acudía diariamente como escolar del colegio de Doña Librada, en las casas que entonces colgaban sobre el mar.

"Recuerdo la fascinación que me produjo ver cada día a Gregory Peck maquillándose sobre el muro de la playa. Lo mismo que ver a John Huston y Leo Genn. Recuerdo que el actor que hacía de indio, Tom Clegg, entrada a un local al lado del bar de Juan Pérez para ponerse unas lentillas que le cambiaban el color de los ojos. Entonces en España no existían las lentillas convencionales. Para nosotros eran seres como de otro planeta".

No es la primera vez que Padrón exhibe parte de su colección, que suma más de 1.200.000 imágenes guardados en dos almacenes, en Las Palmas de Gran Canaria y Puerto de La Cruz. Además, guarda películas de clásicos de Hollywood en soporte de celuloide en 35 milímetros. Padrón recuerda como grandes hitos expositivos la muestra La imagen congelada, comisariada por Fernando Gabriel Martín en 1993 y que viajó hasta París financiada por el Gobierno de Canarias y el Instituto Cervantes. También Hollywood Musical, exhibida en 1998 en el Museo Néstor de Las Palmas de Gran Canaria; Silencio, se rueda, exhibida en el Palacio de Congresos de Madrid con motivo del primer Festival de Cine Solidario en 2007; y "La edad de oro del cine mexicano", exhibida en la Casa de Colón en 2014.

Hoy jubilado, Andrés Padrón no renuncia al seguir exponiendo sus imágenes. "Tengo un proyecto muy ambicioso que he titulado Hollywood, Fábrica de sueños, con unas imágenes extraordinarias de los grandes fotógrafos de Hollywood tomadas entre los años 30 y 70. Aparecen las grandes estrellas de Hollywood y son imágenes casi todas inéditas. El dinero siempre es un freno, pero estoy seguro de que el público disfrutaría contemplando esas imágenes reproducidas como merecen".

Dunia permanece

Pero el nombre de una cineasta canaria sobresalió sobre todo lo demás en esta recta final del festival gracias a la creación, este año, del Premio Dunia Ayaso de la Fundación Sgae. Esta distinción que tiene carácter anual, itinera por festivales y está dotada con 5.000 euros, está concebida como un homenaje a la cineasta canaria que falleció de manera prematura el 28 de febrero de 2014.

El premio ha sido iniciativa de la actriz y guionista Inés París, también directora del área de Cine y Audiovisuales de la Fundación Sgae y presidenta de Cima, asociación de mujeres cineastas. Para la directora madrileña que el pasado año presentó en Málaga la muy recomendable comedia negra La noche que mi madre mató a mi padre (2016), el premio nace "con el fin de procurar que en el cine español haya una enorme diversidad de contenidos y, concretamente, para que se sepa que hay muchas películas que están más allá de los estereotipos de género. Queremos ver películas en las que haya mujeres protagonistas, activas, diferentes, que escapen de los prejuicios con los que normalmente se las trata y hagan honor a la mujer real. Hay una gran mayoría de películas en nuestro país dirigidas, escritas y producidas por hombres", continúa París durante su estancia en Málaga, "es un hecho que las películas dirigidas por mujeres proponen personajes femeninos más importantes e interesantes.

Este es también el caso de Dunia. En su obra, interesante y muy diversa, los personajes femeninos brillan. También es importante para la Fundación Sgae mantener la memoria de nuestros autores". Inés París no fue amiga de Dunia Ayaso, pero en los momentos que compartió con ella la recuerda como "una persona enormemente cálida y una mujer muy inteligente, valiente y, sobre todo, inclasificable. Sentí muchísimo su pérdida, escribí un artículo en la web de Cima sobre ella en la que destacaba su sonrisa, su capacidad de hacer reír".

El primer premio Sgae Dunia Ayaso fue entregado en una gala celebrada el viernes pasado en el auditorio del Museo Pablo Picasso de la ciudad, a la que asistieron la propia París; el jurado que decidió el premio, formado por los directores y guionistas Félix Sabroso (pareja artística de Dunia Ayaso), Helena Taberna y Yolanda García Serrano; y los hermanos de la cineasta Grace e Igor Ayaso, en representación de la familia.

Para Grace Ayaso, "el premio es un privilegio. Estamos emocionados, muy orgullosos y felices. Dunia también estaría muy feliz". La séptima de los ocho hermanos Ayaso Formoso es también la única que ha seguido los pasos de Dunia Ayaso trabajando en el sector audiovisual. Fue jefa de producción de La isla interior (Félix Sabroso y Dunia Ayaso, 2009) y ha trabajado en equipos de producción de largometrajes y series de televisión. Félix Sabroso se sienta a su lado en la cafetería del Hotel AC Málaga Centro donde se hospedan. "El premio es un reconocimiento perdurable", afirma el director, "y representa muy bien a Dunia por la igualdad y la tolerancia que ella siempre defendió.

Además, es bueno porque otros años puede entregarse en otros festivales importantes como San Sebastián, Valladolid o Sevilla, y viene avalado por una entidad sólida y de prestigio que nos representa a los autores". El primer Premio Dunia Ayaso se concedió al filme de Carla Simón Verano 1993.

Protagonizada por Laia Artigas, Bruna Cusí y David Verdaguer, narra la historia de Frida, una niña de seis años, que afronta el primer verano de su vida con su nueva familia adoptiva tras la muerte de su madre. Para Helena Taberna, "Carla Simón se merece este premio lo primero porque es una directora emergente que ha hecho una gran película.

Además, en este caso era importante recalcar los valores relacionados con la igualdad que reflejan sus personajes femeninos, que son ricos y reales, llenos de vida y matices. Las dos niñas que están son una delicia y la película es un fresco de la sociedad actual y lo que realmente recomiendo es que sea vista".

Sobre Dunia Ayaso, la directora navarra que en la pasada edición del festival de Málaga presentó Acantilado, rodado en Gran Canaria, afirmó a la salida de la gala: "Dunia Ayaso fue una mujer de gran personalidad a la que conocí personalmente y de la que me interesó de forma especial por cómo fue evolucionando en su carrera. Este premio es importante para que no se olvide ni su nombre, ni su figura ni su cine".