Un nervioso comprador llamó el miércoles por la mañana a la galería de subastas Fernando Durán en Madrid preguntando por la obra de Cristino de Vera Caja y cesto, por si no se hubiera vendido en la subasta que se había celebrado el día anterior. Y así, de esta forma tan curiosa, este fan declarado de la pintura del artista canario logró llevarse por 5.000 euros esta codiciada pieza. El comprador explicó a los propietarios de la sala que no había podido llegar a tiempo a la subasta, pero que tenía pensado acudir sólo para llevarse este cuadro.

La obra Caja y Cesto del pintor Cristino de Vera formaba parte del largo catálogo que la galería Fernando Durán tenía previsto subastar en una concurrida velada que se celebró el pasado martes. Pero esta pieza, de 100 por 81 centímetros y fechada en 1977 no recibió ninguna puja. Se quedó sin vender, al igual que la obra de Martín Chirino Crónica del siglo XX sobre Bernini, una acuarela de tinta y ceras sobre papel con precio de salida de 2.500 euros. La que sí se vendió, doblando su precio de salida, fue una obra de Manolo Millares por 24.200 euros y dos láminas del pintor majorero Juan Ismael.

En ocasiones parece que la suerte siempre arbitraria puede decantar la balanza hacia un lado determinado. Esta vez, este desconsolado seguidor de Cristino de Vera logró su objetivo y además sin los nervios que provoca esa batalla de pujas, en la que no siempre se termina ganando lo que más se desea.

El miércoles por la tarde tuvo lugar una nueva subasta en la que se podía adquirir un bodegón del maestro Pedro González, que también se ha quedado -de momento- sin comprador.