Los crímenes en la sombra siempre tienen consecuencias y el regreso del pasado nunca es un camino recto. El cineasta japonés Kôji Fukada construye en Harmonium un rompecabezas estremecedor que transcurre en un suburbio japonés, donde trabaja y reside el matrimonio formado por Toshio (Kanji Furutachi) y Akié (Mariko Tsutsui), con su hija de 10 años, Hotaru.

La repentina llegada de Yasaka (Tadanobu Asano), un viejo amigo de Toshio que acaba de cumplir condena en presión, a la pequeña fábrica de metales donde trabaja la familia, alterará la vida tranquila de este núcleo familiar a medida que el invitado se instala en su hogar.

Sin desvelar ninguna pieza que pudiera descubrir el puzle completo de Harmonium, Fukada firma un thriller psicológico turbador, sutil y envolvente, que avanza como un reloj y mantiene la tensión desde su arranque hasta su desenlace.

Y pese a su terrible carga dramática, la película se sostiene en un ritmo lento y medido, donde no le sobra ni le falta una pieza. Y el retrato de las emociones, sometidas al crimen y castigo, refleja con realismo los estragos de la culpa y la expiación por medio de una herida irreparable. Otro ejemplo del nivel altísimo de esta Sección Oficial.