El Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria despide su decimoséptima edición con un balance "positivo", en el que destaca la buena acogida de nuevas apuestas como la primera edición del MECAS (Mercado del Cine Casi Hecho) o la incorporación del Teatro Pérez Galdós como sede del certamen, toda vez que también quedan algunas asignaturas pendientes o capítulos a reforzar de cara a futuras ediciones.

Público

A falta de cifras concretas, el director del certamen, Luis Miranda, señala que "este año ha habido de nuevo un crecimiento en términos de público, donde la novedad ha sido que los segundos pases de las películas han crecido muchísimo". Además, Miranda sostiene que el festival capitalino atesora "un público muy leal, que sabe que viene a ver un tipo de cine ajeno a lo que normalmente se estrena y que no sólo es receptivo sino que, sobre todo, entiende lo que está viendo y por qué lo está viendo".

A este respecto, el director señala las dificultades de acceso al público joven. "Eso es algo que nos inquieta y nos sobrepasa, porque tiene que ver con los cambios de hábitos de consumo cultural, sobre todo, por parte de las generaciones menores de 30 años", manifiesta. "Los jóvenes tienen sistemas de consumo de cultura y patrones de valoración totalmente distintos; porque ven mucho cine, pero lo ven a través de unos canales muy diversificados e inmediatos, donde todo es pura simultaneidad y donde las salas de cine quedan fuera".

Teatro Pérez Galdós

La incorporación del Teatro Pérez Galdós como sede de la Sección Oficial, La noche más freak y otros pases concretos es uno de los hitos de esta sección. "Desde que dirijo el Festival es de lo que más satisfecho me siento", afirma Miranda. "Sabemos que es un espacio arriesgado, aparte de caro, porque al tener una escala muy grande puede hacer que un número respetable de espectadores parezca escaso. Pero en la mayor parte de las proyecciones no se ha dado esa situación y ha habido una media de 200 espectadores". "Me consta que los propios gestores del teatro están muy satisfechos con que el festival ocupando temporalmente ese lugar porque, además, se abre el teatro a un público menos familiarizado con el espacio que termina considerándolo como un espacio propio. Y eso es una ganancia para todas las partes", expone. Este espacio emerge para quedarse y con visos de ampliar y diversificar la programación en el recinto para aprovechar y optimizar su rendimiento.

MECAS

El Mercado del Cine Casi Hecho (MECAS) abrió sus puertas en esta edición con el objetivo de brindar apoyo y premios destinados a la post-producción y distribución de proyectos audiovisuales en ciernes. "El MECAS ha ido incluso mejor de lo que esperábamos, porque era una primera experiencia", manifiesta Miranda. La iniciativa se articuló como un espacio de encuentro que reunió a personalidades muy diversas y relevantes en el ámbito de la producción y ligadas al circuito de los grandes festivales. El MECAS recibió inscripciones de proyectos "de un nivel muy alto" y la producción española Mi espía íntimo, de Ana Schulz y Cristóbal Fernández, obtuvo el premio MECAS a la post producción y distribución internacional.

Este proyecto nace con vocación de continuidad y de crecimiento. "Queremos ampliar el MECAS en la línea que trazaron las Jornadas de Industria, en las que, además de presentar los proyectos, se creaba un espacio de debate sobre cuestiones relativas al incentivo fiscal o al desarrollo de industria a nivel local, entre otros aspectos", señala Miranda.

Monopol Music Festival

El Monopol Music Festival (MMF), que celebra una nueva edición bajo el paraguas del certamen capitalino, desplegó una nueva programación de documentales musicales y conciertos en vivo, pero registro un descenso en el número de espectadores. "Esta parte de programación de películas debe revisarse con los programadores del MMF, pero lo que ha sucedido es que este producto está siendo muy explotado por las parrillas de programación, como Movistar+", apunta. "En años anteriores, esto no representaba ninguna incompatibilidad con la programación del MMF, pero quizás ahora sí lo representa y hay que tenerlo en cuenta: ahora el público sabe que determinadas películas no tienen la misma urgencia y están mucho más disponibles, así que en ese sentido hay que arriesgar o medir un poco más la programación".

Apoyos

Con todo, el director del Festival subraya que "el presupuesto de este festival sigue siendo el de un festival pequeño, pero lo que ofrecemos no es de festival pequeño". En este sentido, Miranda destaca la necesidad de reforzar el personal interno del certamen. "El volumen que tiene el festival ahora requiere una estructura organizativa un poco más reforzada. Actualmente, lo realiza un equipo muy experto y con muchísima experiencia a sus espaldas, pero que soporta una carga de trabajo y diversificación de tareas muy grande", sostiene, a la vez que señala que "uno de nuestros logros es que esto no se nota".

Otra de las asignaturas pendientes es la captación de patrocinios privados. "Es difícil de obtener en una proporción adecuada, pero su participación sigue siendo muy escasa y eso siempre es un problema en la actividad cultural en nuestra ciudad". A esto añade la necesidad de reforzar y visibilizar la presencia del Festival de Cine en la ciudad a través de un mayor despliegue promocional. "La imagen del Festival tiene que star más en la calle, porque el festival es más grande y ofrece más de lo que parece", concluye. "Nosotros creemos que el festival ha tenido más presencia callejera y que la ciudadanía ha estado toda esa semana en contacto con algo que ya es patrimonio de la ciudad, pero sería positivo reforzarlo".