Es el maestro del blues latino, aunque por su guitarra fluyen todos los colores del género. El madrileño Javier Vargas regresa a los escenarios de Gran Canaria con un concierto este viernes en Telde, en el Teatro Juan Ramón Jiménez, a las 20.30 horas. El artista llega a una Isla que le trae buenas sensaciones con el repertorio reciente del que es su último trabajo discográfico Hard Times Blues (Santo Grial, 2016), el álbum nº 21 en una carrera con nombre propio, que tuvo su punto de partida en 1991 con el lanzamiento de All Around Blues.

Este Hard Times Blues hace aflorar todas las aristas de un guitarrista que ha sabido jugar sus cartas desde que tomó asiento en Madrid. El tiempo no pasa por Javier Vargas, al menos por el tono de su última entrega, y sus canciones suenan con la frescura de quien ha cultivado la maestría de las seis cuerdas de jam en jam, siempre interactuando con gente del blues y del rock.

El que fuera miembro de los míticos Banana junto al también guitarrista Salvador Domínguez en la segunda mitad de los años 70, y cuyo pulso insufló electricidad a un puñado de discos de Miguel Ríos, y en producciones de la Orquesta Mondragón, Manolo Tena o Sabina, sigue escorando su guitarra a la sombra de Chuck Berry, Jimi Hendrix, Albert Collins o Carlos Santana, entre otros. De todo ello hay en este trabajo con categoría de mayúsculo y que fue grabado entre Las Vegas y Madrid con Alberto Seara al frente de las mezclas y masterización, y que cuenta con una nómina de ilustres colaboradores que ha frecuentado en distintos episodios de su amplia discografía, como son Paul Shortino, Gaz Pearson, Devon Allman y Tim Mitchell.

Catorce piezas de nueva factura arropan este Hard Time Blues, cuyo título y letra, según el propio Javier Vargas, no ha perdido actualidad. "La letra habla de los tiempos que corren", señala Vargas en los apuntes al disco. La canción que da título al álbum es una puesta al día de la grababa en Memphis en 1992, y como bien reseña el autor "el arreglo es bastante diferente a la primera versión, un poco más psicodélica", y con el concurso de Tim Mitchell a los teclados. Paul Shortino se erige como voz protagonista en el grueso del repertorio de este trabajo. El cantante que fue parte activa del proyecto Vargas, Bogert & Appice + Shortino, da muestra aquí de su poderío en temas como Ibiza Moon, Road to Freedom, Bottleneck Blues, Playing at the Crossroad o Spanish Roads. Las voces de Gaz Pearson, y de Luis Mayo y Peter Kunst, bajista y batería habitual de la Vargas Blues Band, destacan en otros cortes de Hard Times Blues, como en Welcome to the World, la cálida pieza que abre el disco y anticipa el torbellino de blues y rock que viene después, y King of Latin Blues, "un guiño a mis inicios", según Javier Vargas.

Para el concierto en Telde, que se incluye en la gira nacional de Hard Times Blues, Vargas viene en formación de cuarteto. A la presencia de la característica base rítmica de su Blues Band, los citados Luis Mayo y Peter Kunst, que se desdoblan como sobrados instrumentistas y cantantes, se suma la guitarra de la argentina Vanessa Harbek.

Hard Times Blues es su último trabajo de estudio al menos hasta este viernes 21 de abril. En medio de giras kilométricas por distintas ciudades del planeta, la Vargas Blues Band lanza este viernes el que será su disco nº 22 y que lleva por título Cambalache & Bronca (2017, KZoo Music), con el que recupera " temas legendarios de autores argentinos" y una pieza que hizo con el malogrado Manolo Tena. Un disco grabado, mezclado y masterizado en los estudios Cube de Madrid por Alberto Seara, y con producción de Javier Vargas.