Los Cines Monopol ofrecen mañana a las 20:30 horas (V.O.S.E) la película Quadrophenia, ópera prima del director Franc Roddam. Londres, 1964. El nacimiento de dos sectas juveniles rivales tiene consecuencias devastadoras. Con banda sonora de los Who, que asumieron la producción ejecutiva del film, Roddam dirige un largo basado en la cultura mod y en sus enfrentamientos con los rockers.

Minutos antes de la exhibición de Quadrophenia, habrá opor- tunidad de ver en la gran pantalla The Queen is Dead, un corto a tres manos de Derek Jarman, John Maybury y Richard Heslop, que ilustran tres canciones de los Smiths donde música e imágenes compondrán uno de los trípticos más bellos y vanguardis- tas del ámbito audiovisual del momento.

La desilusión

A finales de 1979 se estrenaba una película que el paso del tiempo ha convertido en legendaria: Quadrophenia. Como anunciaban las gacetillas de la época, "la desilusión de una generación vista a través de un joven mod de los 60". Una desilusión que, paradójicamente, veía su reflejo apenas deformado en la Inglaterra contemporánea de los punks y el No Future. De hecho, el propio Johnny Rotten, vocalista de los Sex Pistols, fue el candidato favorito para encarnar al protagonista Jimmy. Parece evidente que los ritos de paso son un concepto universal, que escapa a consideraciones espaciales o temporales. La rebeldía; las complejas relaciones paterno-filiales; la manada como familia paralela; la eterna huida hacia ningún lugar; la violencia como remolino o agujero negro del que resulta imposible escapar.

Quadrophenia había sido el sexto album de estudio de la banda inglesa The Who, y su segunda ópera rock tras Tommy. Los propios Who produjeron su adaptación cinematográfica, con la intención de reeditar el éxito de la película de Ken Russell. Pero al contrario de Tommy, Quadrophenia se aleja de los excesos y efectismos y utiliza la música de los Who (y de otras bandas contemporáneas, como The Kinks) como fondo sonoro para una historia del propio guitarrista y compositor Pete Townsend. Ese naturalismo obrero que tan bien se le da al cine inglés y al que Roddam, que debutaba en el cine, aporta los condimentos propios de su experiencia en los primeros coletazos de la telerrealidad y los docudramas televisivos.

Con Quadrophenia llega la oportunidad de poner a punto la Lambretta, sacar la parka del fondo del ropero, calzarse los Levis 501 previamente mojados, aprovisionarse de azules, recuperar unos cuantos clásicos de northern soul y salir a la calle como si no hubiera un mañana.

Arte en la gran pantalla

Completa el programa el tríptico de Derek Jarman The Queen is Dead, sobre el àlbum homónimo de The Smiths. Jarman, pintor, cineasta ( Caravaggio o Eduardo II), activista gay y, finalmente fallecido víctima del Sida, reinterpreta tres canciones míticas de la banda de Manchester: The Queen Is Dead, There Is a Light That Never Goes Out y Panic, tres piezas mayores del repertorio, con imágenes llenas de grano, en formato Super8, que componen un collage que define una época que se prestaba a experimentar y entender el hecho audiovisual desde otra perspectiva, muy alejado de los videoclips de la época y más próximo a las vanguardias o el videoarte.